A 22 años del último show de los Redondos, 5 momentos clave del concierto en el Chateau Carreras

El 4 de agosto de 2001 Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota tocaba en Córdoba. Nadie imaginaba que ese iba a ser el último show de la banda que encarnó uno de los fenómenos sociales, culturales y musicales más importantes del siglo XX

Por  HUMPHREY INZILLO

agosto 4, 2023

¿Volverá el Indio Solari a cantar el pùblico alguna vez?

Russell Gordon (Archivo LN)

El rumor del fin de los Redondos estaba instalado desde que luego de los incidentes que obligaron a interrumpir el primer concierto del grupo en el estadio de River Plate (el sábado 15 de abril de 2000), cuando Solari reingresó a escena y mostró su decepción con declaraciones que quedarían marcadas a fuego en los oídos de los fanáticos: “han pasado cosas muy serias esta noche acá… Desgraciadamente, todo ese esfuerzo, toda esta presión que han hecho durante días la prensa para meternos en este ghetto, haciéndonos creer que somos animales, han logrado probablemente que esta sea la última noche que toquemos…”.

Por dictamen del juez, el grupo continuó el concierto con parte de las luces del estadio encendidas. Sin embargo, los Redondos volverían a tocar en el Monumental la noche siguiente, y también en Montevideo, en abril de 2001, en dos conciertos inolvidables, en una dimensión casi teatral, frente a la tribuna Olímpica el Estadio Centenario.
Por eso, cuando los Redondos anunciaron un nuevo concierto para el sábado 4 de agosto de 2001, nadie tenía indicios que la del estadio Chateau Carreras, en la provincia de Córdoba, sería la última misa ricotera de la historia. Y cuando decimos “nadie”, es “nadie”. Ni los músicos, ni los miembros de la producción, ni -menos que menos-los fanáticos, esas 40 mil ricoteras y ricoteros que colmaron el estadio y se llevaron en sus oídos la más maravillosa música que la liturgia ricotera puede ofrecer. A 22 años del que sería el último concierto en la historia de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, repasamos ese show histórico en cinco momentos destacados.


1 La previa cuartetera

“Si vas a tocar a la luna, la luna la vamo a copar” decía uno de los característicos cantitos de las bandas ricoteras. Y en la previa, cada vez que tocaban los Redondos, la invasión rocanrolera se vislumbraba desde las grabaciones que salían de los autos, a puro rocanrol. En este caso, la tierra del fernet (bebida ricotera por excelencia) recibió a las bandas con hits cuarteros. Desde los parlantes de los negocios y las casas se escuchaba a La Mona Giménez, Rodrigo y el Turco Oliva, entre otros. 

2 El inicio con “Unos pocos peligros sensatos”

El primer tema de la lista fue una sorpresa. La banda decidió comenzar el concierto con un clásico de Gulp! (1985), el primer mojón de su discografía. Una verdadera rareza, en una versión que le dió al inicio del show un subidón emocional. Para muchos, fue la primera vez que escuchaban ese tema en vivo. Un verdadero golpe de suerte

3 El enojo del Indio Solari

El inicio de la segunda parte del recital fue con otro clásico, “Vamos las bandas”, de Un baión para el ojo idiota (1988). Al finalizar el tema, alguien revoleó una zapatilla al escenario y el Indio quedó bastante enojado. La situación se repitió un par de canciones más adelante, y al finalizar “Sheriff”, que integraba Momo Sampler (2000), el Indio aprovechó el silencio después de los aplausos para descargarse: “¿Qué te creés? ¿Que acá están tocando Los Violadores? ¡Me vas a embocar! ¿Por qué no me venís a tirar cosas al camerino, gil?”. 

4 Celebridades entre el público 

Según consignaba la crónica de la revista La García, al menos dos personalidades del ambiente artístico fueron testigos del que sería el último show de los Redondos. Uno de ellos, el actor Pablo Echarri, que llegó una hora tarde al concierto por una demora con su vuelo. La otra era Soledad Pastorutti, por entonces una ascendente figura del folclore, que vió el show desde la platea baja.

5 La última canción 

El cierre habitual de los conciertos era, claro, “Ji ji ji” (el Indio ya había inmortalizado “el pogo más grande del mundo” como el sello indeleble para el ocaso de la misa). Sin embargo, la insistencia de la patria ricotera pudo más, y la banda en pleno volvió para interpretar “Un ángel para tu soledad”, que se transformaría en la última canción interpretada por el Indio, Skay, Semilla, Walter y Sergio Dawi sobre un escenario. “Chau, nene, ¡gracias!”, dice Solari en el ocaso del tema. Nadie pensó en que esa sería la despedida definitiva.