En los 42 años de carrera de Ratos de Porão cambió no solo la nómina de integrantes, sino también el acceso a la información que tienen los potenciales oyentes de esta banda. En pocas palabras, gente ávida de velocidad, distorsión y gritos de denuncia. Lo que antes había que adivinar a través de un parche mal cosido en la mochila de un extraño hoy se puede googlear en segundos. Y desecharlo en esa misma cantidad de tiempo. A João Gordo, que desde 1983 canta en la banda brasileña de hardcore punk/crossover, parece darle algo de nostalgia aquella forma de comunicar de hace décadas.
“Yo formo parte de la old school y mi ropa tiene todos los grupos… mis gorras, remeras, mochilas, todo”, dice el músico en una videollamada con ROLLING STONE y señala la pared que se ve de fondo, plagada de afiches de recitales. Lleva puestos unos lentes cuadrados y gruesos que, sumados a una remera con dibujos japoneses, la calva tatuada y los piercings que tiene en los labios, terminan de redondear un look que lo aleja bastante de los 60 años que le pisan los talones. Su clásica barba de chiva larga luce blanca desde hace tiempo. “Estamos viejos, pero estamos vivos. La furia está muy viva”, aclara.
Para João Gordo, el problema es que los chicos de hoy, debido al exceso de información, no se interesan demasiado en nada. “Pasan muy rápido las cosas. Antes, yo no tenía información, tenía que ir a buscarla. Escribir cartas, recibir y mandar discos. La pasión es más grande, por eso es que estamos hasta hoy con Ratos de Porão, 42 años tocando sin parar porque amamos lo que hacemos, amamos el estilo y el sonido. La gente de hoy, por el exceso de información, no tiene la pasión que tenemos nosotros”, insiste.
Te iba a preguntar precisamente eso, qué motivos encontrabas para seguir tocando y sacando discos con Ratos de Porão después de tantos años…
También hay una sensación. Estar arriba del escenario es una droga muy fuerte. Ver a chicos de otros países cantando los temas en portugués: “¡Crucificados pelo sistema!” [los imita]. La sensación que da ese tipo de sonido arriba del escenario es muy fuerte. Somos viciosos, adictos… pienso que solo voy a parar después de muerto [risas].
Antes de venir a Argentina van a hacer una gira en Reino Unido, ¿se ve gente nueva sumándose a los recitales en esos países?
Es una agradable sorpresa ver que hay gente muy nueva en los recitales. Chicos de 13, 14, 15 años. Antes, hace apenas dos años, solo teníamos viejos de pelo blanco [risas]. En Ratos de Porão está esa mezcla de metal y de punkie. Además, estamos vivos, sacando discos, no paramos. Tocamos hace poco en Río [de Janeiro] con Brujería y había chicos y chicas muy jóvenes emocionados por ver a Ratos. Y miranos a nosotros, todos blancos, viejos y tocamos ahí.
A través de Crucificados pelo sistema (1984), su disco debut, ese con la tapa negra y el punkie de cresta abrazado a la bandera de la paz, Ratos de Porão sentó las bases del grupo. Y con Brasil (1989) -gracias a canciones como “Beber até morrer” o “Aids, pop, repressao”- y Anarkophobia (1991) -donde profundizaron su cruce con el metal, lo que le valió las críticas de una parcialidad de sus fans- agrandaron su huella en la historia de la música pesada sudamericana. Con un pie sobre los límites del hardcore punk y otro en el trash metal, nunca dejaron de indagar a lo largo de una vasta discografía que incluye un álbum en vivo editado en 1992, los dos volúmenes de Feijoada Acidente? (un compendio variopinto de covers locales e internacionales), algunos splits y hasta su más reciente lanzamiento: un EP homenaje a Terveet Kädet, la banda finlandesa de hardcore punk que tuvo especial influencia en la escena brasileña.
“El disco es una broma o mejor dicho un homenaje a su EP Ääretön Joulu (1982). Son sus canciones. Ya las habíamos grabado hace cinco años, pero tenía que hacerle las letras y no quería cantar en finlandés. La sonoridad del portugués es muy parecida a la sonoridad del finlandés, entonces hice otro tipo de letras, más antifascistas y actuales para Brasil, y lo sacamos como homenaje. Ellos lo escucharon y lo aprobaron, usamos la misma tapa y todo”, dice el cantante.
La esposa de João Gordo es argentina, por lo que él está al tanto de la realidad política del país. Y, por supuesto, siguió de cerca las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en las que Javier Milei se posicionó como el precandidato presidencial más votado. “Nuestras canciones son perfectas para la realidad argentina”, dice y se larga a hablar: “A ese candidato yo le vi la cara… es más insano que Bolsonaro. Con el pelo loco, los ojos azules, pequeñitos, ¡cara de psicópata! Y el mismo modus operandi que Bolsonaro. Hablar de cosas terribles, fascistas, racistas, xenófobas. Ya lo vivimos acá en Brasil, fueron cuatro años de tragicomedia. Y Argentina ahora puede ser igual. Hay muchos jóvenes que creen en ese hijo de puta”.
Jóvenes de todas las clases sociales votaron a Javier Milei, incluso en sectores más humildes.
La gente es ignorante y es fácilmente manipulada por internet y por WhatsApp, que son las mayores bolsas de fascismo y xenofobia que hay. La gente es conducida por las fake news, aquí en Brasil pasa lo mismo. Por eso es muy importante que las bandas de Argentina se posicionen contra el fascismo para alertar a los jóvenes. La ascensión del fascismo no está ocurriendo solo en Brasil y Argentina, es igual en todo el mundo. No hay que tener miedo, con Ratos venimos haciendo la lucha antifascista desde hace tiempo. Las big techs [Google, Apple, Meta, Amazon y Microsoft] son de derecha, a mí me cerraron la cuenta de Instagram dos veces, tuve que ir a la justicia para que me la devuelvan. Y eso es por mi posición política. Es difícil, pero hay que empezar por abajo. Grupos de punk, de rock, artistas en general, tienen que estar en contra de la derecha. Toda la escena artística de Argentina se tiene que posicionar en contra de ese hijo de puta.
Ratos de Porão se presenta el viernes 29 de septiembre en El Teatrito (Sarmiento 1752, CABA) y todavía quedan algunas entradas disponibles a través Passline. Para saber más sobre shows internacionales en Argentina, podés consultar la Agenda Rolling Stone.