[Cuestionario RS] Julieta Rada: “El candombe es la música que más me emociona”

La cantante explica cómo fue reinventar clásicos afrouruguayos junto a Fito Páez, Leo Genovese, Ile y Juan Chiavassa, habla de su vida en Nueva York y responde sobre sus especialidades gastronómicas

Por  HUMPHREY INZILLO

octubre 3, 2024

Julieta Rada le da un toque internacional a la música de raíz afrouruguaya.

“Me mudé a New York hace dos años, pero yo tenía la idea de hacer este disco hace mucho tiempo. En teoría iba a ser mi tercer disco, pero al final terminé sacando Bosque primero. De todos modos, estando en New York sentí la necesidad de hacer algo más de raíz. Cuando uno está lejos se apega más a su cultura y es ahí cuando surgen este tipo de inquietudes”, explica Julieta Rada, la cantante acaba de lanzar Candombe, su cuarto álbum como solista, en el que reinventa la música afro-uruguaya. “También coincidí con [el baterista] Juan Chiavassa y [el tecladista] Leo Genovese que también tenían ganas de hacer un disco de candombe, entonces cerró el circulo de manera perfecta”.

Sobre su experiencia en la Gran Manzana, Julieta se muestra entusiasmadísima: “En esta ciudad no te podés aburrir nunca, todos los días hay mil cosas para ir a escuchar. Yo siento que no la aprovecho al 100%, es imposible. Pero realmente te contagia la música que se respira y el hecho de estar en contacto con tanta gente de todo el mundo”, señala. “ En mi caso, cuando recién llegué me costó adaptarme un poco. No es lo mismo venir a pasear que estar viviendo acá. Pero una vez que hice mi circuito de amigos y de colegas cambió todo. También, al poco tiempo de llegar tuve la suerte de tocar en un festival muy importante de Brooklyn que se llama BRIC. En esa noche también participaron Jorge Drexler y Cima Funk. Había muchísima gente y eso me abrió las puertas para tocar en diferentes lugares”.

Candombe arranca con “Biricunyamba”, una canción del legendario Pedro Ferreira que formaba parte de un disco mítico de mediados de los 60, Candombes de Vanguardia, las grabaciones del trompetista Daniel “Bachicha” Lencina y otros músicos de la época, producidas por Georges Roos (el tío de Jaime Roos). La intención de esos álbumes era “internacionalizar” al candombe. “Escuché esas grabaciones. No podía faltar Pedro Ferreira en este disco, sobre todo porque mi padre siempre lo menciona como uno de sus referentes. Me hice una playlist con un montón de candombes y terminé eligiendo ‘Biricunyamba’. Desde el primer momento me imaginé una versión candombe/funk ochentoso”, explica. “La idea de este disco era tratar de ‘internacionalizar’ el candombe y llevarlo a un terreno más moderno. Pero no solo con el funk, sino con otros géneros. El candombe tiene esa virtud que permite ser fusionado con un montón de estilos”.

En “Biricunyamba” hay un guiño en el solo de trompeta a “Montevideo”, una de las canciones más icónicas de Rubén Rada, que el padre de Julieta grabó originalmente con Opa en los 70. El solo de trompeta es del argentino Diego Urcola, que había tocado con Rada en Buenos Aires, en los tempranos 80, antes de radicarse en Estados Unidos. Hay varios guiños en el disco”, confirma Julieta. “En el solo del final Diego toca un poco de ‘Montevideo’ y de ‘Che che el escobillero’. La idea fue de Leo Genovese que tiene mucho sentido del humor. De alguna manera se cierra otro círculo, pero no fue algo planificado”..

Entre las colaboraciones del álbum se destaca la versión de “Adiós a la rama”, una clásico de Rubén Rada, que incluye la participación de Fito Páez. “Yo lo amo a Fito desde siempre. Entonces fue el primer artista que pensé para que colaborara en este disco”, explica Julieta. “Él fue la primera persona que me invitó a cantar cuando yo no era conocida. Tuve la suerte de corearlo en varios shows y también de grabar en su disco EADDA9223. Gracias a eso me atreví a llamarlo y le dije que quería que cante en mi disco, él me respondió ‘Obvio, Juliett’. Y así fue, grabó cuando me dijo que iba a grabar y me mandó todo en tiempo y forma. Por estos detalles de humildad y profesionalismo lo hacen el número uno que es”. Y agrega: “También me parecía lindo que grabara en un tema de mi papá, ya que ellos también tienen un vínculo profundo. Hablando de círculos, acá se cerró otro [risas]. Y cuando escuché lo que había grabado, me puse a llorar instantáneamente. Lo amo a Fito”.

También decidió incluir una versión de “El tambor”, el tema de Jaime Roos, producida por Juan Campodónico. Es del disco 7 y 3 (1986), en el que Jaime había experimentado con máquina de ritmos. “Lo elegí porque es uno de mis temas preferidos de Jaime. Cuando éramos chicos, con mi hermano Matías lo poníamos siempre en repeat, ¡nos moríamos!”, celebra. “Con Juan [Campodónico] veníamos hablando de hacer algo juntos hace tiempo. Yo tenía grabado siete temas y me faltaba uno. Fue ahí que lo llamé y por suerte se dio esta colaboración. Trabajar con él fue un lujo, tiene una cabeza espectacular y una mirada de productor única. Yo siento que él entendió perfectamente la fusión que me imaginaba y la llevó a otro nivel. Más allá de toda su experiencia profesional es una persona muy amorosa con la que me encantó compartir y tengo la idea de seguir haciendo cosas con él”.

En el álbum también participan nombres pesados, que no están ligados a la tradición del candombe, como el percusionista cubano Pedrito Martínez, el pianista argentino Leo Genovese y el guitarrista africano Lionel Loueke. A mediados de los 90, en el indispensable disco Montevideo (Big World Music) de Rubén Rada, participaron músicos como Bakithi Kumalo e Hiram Bullock. De alguna manera está todo relacionado. Juan Chiavassa y Leo Genovese son argentinos de Venado Tuerto. A fines de los 80, mi padre tocaba con Quintino Cinalli en su banda, otro músico de Venado. Entonces por allá se escuchó mucho la música de mi padre y mucha música uruguaya en general. Quintino fue el profe de batería de Juan y también es muy amigo de Leo”, explica Julieta. “Y Leo siempre me dice que uno de sus discos preferidos de mi papá es Montevideo, que también es uno de mis favoritos. Lo loco es que nos encontramos todos en New York y somos todos fans del candombe. Hay un grupito de gente que se junta en el Prospect Park a tocar los tambores”, celebra. Y añade: “Los tambores que hay acá la mayoría están hechos por el Lobo Nuñez. El Lobo cada vez que viaja para afuera lleva tambores y los vende. Casualmente Juan tiene una cuerda entera del Lobo en su casa (piano, repique y chico) que antiguamente fue de Quintino cuando vivió en New York. Todo está muy conectado de una manera muy loca. Claramente era el momento de hacer un disco todos juntos y rendirle tributo a la música que nos gusta”, señala. “Por otro lado, volviendo a mi disco, me gustaba la idea de invitar artistas referentes en su respectivos géneros que se coparan en sumarse y aportarle una vibra distinta al candombe. Así como pasó en el disco Montevideo, que eran todos músicos de New York. A Pedrito llegué porque lo fui a ver varias veces en New York. Realmente es de lo mejor que vi, es un genio. Toca, compone, canta y baila increíble, hace todo bien. El bajista de su banda es uruguayo y Juan Chiavassa es amigo de un par de la banda. Pegamos buena onda con él y lo invité. Se cantó todo y fue muy amoroso conmigo. Levantó muchísimo la canción, realmente la embelleció”. ¿Y Loueke? “A Lionel llegamos a través de Leo Genovese. Ellos son amigos y tocan juntos. Básicamente Leo es amigo de todos los músicos en todo el mundo [risas]. Todos lo amamos y lo admiramos. Cuestión que él hizo el contacto y por suerte Lionel se copó en grabar. ¡La rompió! Grabó en ‘Se abre el portón’ un tema de Hugo Fattoruso que lo versionamos medio R&B. Le metió una llevada con la guitarra muy original, bien afro y con muchísimo swing.  a Leo Genovese lo conocí hace bastantes años en Uruguay. Un tiempo atrás, a mi padre le habían hecho un homenaje en Berklee (Bostón) donde tocaba Juan Chiavassa. Ahí mis padres se conocieron con Juan y luego él los puso en contacto con Leo que estaba en New York y mis padres iban a pasar unos días por ahí. Un tiempo después le avisé a Leo que iba a tocar a NY y él me invitó a un show de los Enanitos Verdes donde iba a tocar Jota Morelli, otro músico de Venado. Ahí conocí a Juan, que hoy es mi actual pareja, y también me encontré con un montón de músicos argentinos amigos. Después de ahí mantuvimos contacto virtual y ahora que vivo acá nos vemos bastante seguido. Siempre asado de por medio”.

Sobre la participación de Ile, dice Julieta: “Lla invité a cantar en el tema de Mariana Ingold ‘Llamando’, como era la canción de una compositora mujer, quería que la colaboración fuera con otra mujer. Así se podía realzar la figura femenina en el candombe, que es un género mayormente ocupado por hombres. Me gustó la idea de invitar a Ile porque es una referente de la música latinoamericana. Y a las dos nos une una misma línea musical de fusionar nuestro folclore con sonoridades más modernas. Hace 3 años compartimos un festival en Colombia (Jazz al Parque), ahí nos conocimos y además tenemos varios contactos en común. La llamé para que se sumara y le encantó la propuesta. Le puso toda la onda y fue de lo más generosa conmigo. Ella interpretó increíble y cada vez que escucho lo que cantó me emociono muchísimo. Te diría que ‘Llamando’ es uno de mis candombes preferidos y fue el motor de todo este disco”.

 Sobre la nueva escena del candombe, Julieta resalta la figura del joven y ascendente Facundo Balta. “¡Lo amo! Es de lo que más me gusta en la escena uruguaya. Es mega talentoso y fusiona todos ritmos afro que me gustan, manteniendo siempre las raices uruguayas. Isabel Lenoir también me encanta, hace poquito sacaron un tema juntos que me parece precioso. Ella es de las pocas mujeres de la nueva generación que hace candombe. Me encanta como compone y como escribe. Otra artista afro que me gusta es Sofía Alvez, ella también compone unas canciones buenísimas. Tiene una onda más cancionera onda Mateo o El Príncipe, pero con un sonido más de esta generación”.

Por ascendencia paterna, Julieta ostenta una tradición candombera de varias generaciones.El candombe es la música que más me emociona. Le tengo muchísimo respeto a todo lo que representa. Va más allá de un género musical, representa el legado de muchas generaciones y es una de las expresiones culturales más potentes de mi país”, asegura. “Por eso tardé tanto en hacer algo solo de candombe. Si bien en todos mis discos jugué con el ritmo, siempre pensé que era un terreno más de mi padre. Entonces hice un camino que me diferenciara de alguna manera, obviamente siempre haciendo lo que me gusta. Pero ahora con otra madurez me animé a encarar este proyecto que tiene muchísimo peso emocional para mí. Estoy muy contenta con este nuevo disco y con todo lo lindo que me trajo en este corto plazo. Ojalá el candombe siga viajando por todo el mundo”.

En medio de su agitada agenda, Julieta Rada responde el Cuestionario RS.


1. ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a una disquería? ¿Qué disco te llevaste? ¿En qué formato?

La última vez fui a acompañar a mi amiga Mia Folino a comprar vinilos. Yo no compré nada pero ella me regaló In flight, de George Benson.

2. ¿Te acordás de los sueños habitualmente? ¿Tenés algún sueño recurrente?

Sí, por lo general siempre me acuerdo de mis sueños. Uno de los sueños más recurrentes que tengo es que me dicen que tengo exámen de alguna materia y yo no estudié.

3. ¿Sos buena cocinera? ¿Cuál es tu especialidad?

Soy buena. Me gusta mucho hacer pastas, guisos, sopas. Soy muy de las comidas de olla. También heredé muchas recetas familiares, de mi abuela los knishes de papa, tartas y tortas. Y de mi padre el pesto y su chimichurri que es famoso. Gracias a él soy famosa en los asados de NY [risas].

4. ¿Tenés mascotas? 

¡Es lo que más deseo en la vida! Me muero por tener un perrito, pero no puedo porque viajo mucho. Cuando era chica tuve un perro beagle que se llamaba Talí, como el cuero que se usa para colgarse el tambor. Pero en un momento mi hermano se puso muy alérgico y tuvimos que regalarlo. Fue muy triste, pero por suerte con la otra familia fue más feliz, tenía patio y casa afuera.

5. ¿Cómo armarías el line-up de tu festival ideal?

Podría armarlo con mis colegas músicas más amigas: Abril Olivera, Mia Folino, Acus, Nana Arguen, María Rosa, Melanie Luraschi, Sol Liebeskind, Meri Lorenzo y muchas más…

6. ¿Cuál es el instrumento más raro que tenés en tu casa?

Podría decir que es uno que me compré en Japón. Se llama Otamatone, es una especie de espermatozoide que tiene un pad táctil fretless. La verdad es que es muy difícil de tocar, más que nada es un juguete. 

7. ¿Cuál era tu dibujito animado favorito cuando eras chica? ¿Y ahora?

Cuando era chica era adicta a Nickelodeon y Cartoon Network. Me gustaba mirar: Oye Arnold, La vida moderna de Rocko, Rugratz, La vaca y el pollito, El laboratorio de Dexte, y por supuesto Los Simpsons. Mi dibujito preferido de ahora es South Park, soy muy fan.

 8. ¿Tuviste alguna experiencia sobrenatural?

No tuve, pero me encantaría. Tuve mi momento más místico y tomé clases de canalización y Tarot. Si bien me pasaron cosas muy interesantes con todo eso, no tengo ninguna anécdota muy relevante para contar. 

9. ¿Cuál es el último libro que leíste?

El último que leí es Brevísima historia del tiempo de Stephen Hawking y Leonard Mlodinow. Cómo dice el título, es una breve historia sobre el tiempo, el universo y todos sus misterios sin resolver.

10.  ¿A qué celebridad te gustaría tener entre tu público?

Ídolos de la música no, porque me pongo nerviosa. Messi y Suarez. 

11.  ¿Cuál es el objeto más viejo que atesorás?

Un elefantito que me regalaron el día que nací. 

12.  ¿Qué actriz podría protagonizar la serie sobre tu vida?

Ja! No se, pero en la infancia siempre me decian “Sos igual a Sonia Braga”.

13.  ¿Cuál es tu deporte favorito?

Para mirar: fútbol, tenis, básquet, ateletismo, tiro con arco. Me encanta mirar deportes, mi verdadero sueño era ser deportista. 

14.  ¿Cuándo fue la última vez que pediste un autógrafo?

Pa! Hace mil años. Pero en mi heladera tuve mucho tiempo un autógrafo de Antonio Pacheco, un jugador de Peñarol. Es el último que recuerdo. 

15.  ¿Cuál fue tu primer recital?

Probablemente uno de mi padre. Pero sin contarlo a él, el primero que recuerdo es uno de Michael Jackson en su gira Dangerous. Eso fue cuando vivíamos en México.

16.  ¿En qué creés?

En que los buenos gestos se contagian.

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