Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Amenaza bajo el agua

Desde Australia llega la secuela/remake de Agua sangrienta, el clásico de culto sobre un feroz cocodrilo en busca de carne humana

Andrew Traucki 

/ Jessica McNamee, Luke Mitchell, Anthony J. Sharpe, Amali Golden, Benjamin Hoetje

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

Cortesía de Cine Colombia

El terror naturalista ha resultado ser muy efectivo. Que lo diga Steven Spielberg, cuyo Tiburón inició toda una nueva etapa en la historia del cine. 

Los cocodrilos y los caimanes son animales tan inexpresivos y peligrosos como un Michael Myers o un Jason Voorhees. Por tal razón, han sido utilizados en varias ocasiones dentro del terror naturalista. Desde la mascota convertida en monstruo de las alcantarillas de Terror bajo la ciudad (1980), a las aterradoras bestias hambrientas de Lake Placid (1999), Primeval (2007), Rogue (2007) e Infierno en la tormenta (2019), los cocodrilos todavía no han tenido una película realmente memorable. 

La australiana Agua sangrienta (2007), ambientada en los pantanos del norte de Australia (donde Cocodrilo Dundee y Steve Irwin, el Cazador de cocodrilos hacían de las suyas), nos contaba el espeluznante relato de supervivencia basado en hechos reales, de una mujer embarazada, su novio y su hermana menor, quienes eran perseguidos por un cocodrilo rápido y furioso. 

Junto con Infierno en la tormenta, Agua sangrienta se convirtió en la mejor cinta de terror protagonizada por un cocodrilo, gracias a un buen manejo del suspenso, a unos momentos sorpresivos y muy aterradores, así como el uso de efectos especiales artesanales (los cocodrilos digitales de Lake Placid y Primeval han envejecido muy mal).

Andrew Traucki, el director de Agua sangrienta y de El arrecife (una efectiva cinta de terror protagonizada por tiburones), regresa al hábitat de los cocodrilos con Amenaza bajo el agua, una secuela y casi remake de su cinta del 2007. 

Esta vez al cocodrilo ya no lo encontramos en los pantanos, sino en el bosque australiano. Allí, cinco jóvenes con espíritu explorador y aventurero, van a practicar un poco de espeleología, visitando un sistema de cuevas que uno de ellos ha descubierto. 

Las dos parejas que acompañan al fanfarrón de Cash (Anthony J. Sjarpe) están conformadas por el audaz Eric (Luke Mitchell) y la precavida Jennifer (Jessica McNamee), quien cree que su novio la engaña. Victor (Benjamin Hoetjes) un hombre que se recuperó de un cáncer y su novia Yolanda (Amali Golden), quien está embarazada, son los integrantes de la otra pareja que va a tener la experiencia de su vida.

En el sistema de cuevas que los cinco van a explorar, un hambriento cocodrilo ya se ha devorado a dos turistas japoneses y desea más carne humana. Una fuerte tormenta genera una considerable filtración de agua y los exploradores quedan atrapados y a merced de la bestia. ¿Quiénes sobrevivirán?

Amenaza bajo el agua no llega a poseer la calidad de Agua sangrienta. Los escritores John Ridley y Sarah Smith se roban descaradamente situaciones extraídas del clásico del terror espeleológico El descenso y plantean un final disparatado, tratando de emular el final falso de Carrie. Tampoco ayuda que el cocodrilo se parezca a un caimán (no hay caimanes en Australia).

Pero no importa, ya que esta cinta clase “B” logra envolver y asustar por partes iguales, gracias a que Traucki entiende que la clave del terror naturalista consiste en apelar al miedo instintivo que todos los seres humanos tenemos hacia los animales salvajes, ya sean un feroz tiburón, unas abejas asesinas, un perro San Bernardo con hidrofobia, una anaconda antediluviana o un gigantesco cocodrilo hambriento.

CONTENIDO RELACIONADO