Una pequeña isla, puede llegar a ser todo un océano de experiencias. The Thief Hotel está ubicado en Tjuvholmen: el distrito de la ciudad que una vez fue el hogar de delincuentes y negocios turbios ahora se ha convertido en un epicentro para el arte contemporáneo y la buena vida en la capital de Noruega.
The Thief refleja su entorno. Desde los balcones se puede disfrutar de la cautivante vista del fiordo. La curadora interna Sune Nordgren ha seleccionado cuidadosamente arte contemporáneo que inspira, sorprende y crea experiencias estéticas en el interior. Las habitaciones cuentan con muebles de diseño de productores nacionales e internacionales de calidad seleccionados por el diseñador de interiores Wille Våge, mientras que el edificio fue diseñado por Mellbye Arkitekter.
Restaurantes de calibre internacional, comedores acogedores y galerías de alta calidad conviven en medio de clásicas calles y plazas peatonales. Cerca del hotel se pueden encontrar atracciones turísticas como El Museo Astrup Fearnley, diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano. Los mejores ingredientes locales se sirven en los restaurantes del hotel Thief Restaurant. Durante los meses de verano, los huéspedes pueden disfrutar de bebidas frías con vistas de ensueño en The Thief Roof.
En The Thief tratan a las estrellas de rock como huéspedes y a los huéspedes como estrellas de rock. Concentrándose en los más mínimos detalles, The Thief Hotel recalca sus altos estándares de calidad y se esfuezan por sorprender a cada uno de sus clientes. Así es la filosofía bajo con la que crean experiencias hoteleras basadas en un estilo de vida de sostenibilidad y calidad local.
The Thief Hotel que cuenta con 112 habitaciones y seis salas de reuniones ha llenado este espacio con las mejores obras de arte internacionales, muebles de diseño cuidadosamente seleccionados, cocina nórdica, un spa de primera calidad y bares con actitud osmopolita. Los viajeros pueden disfrutar de chapuzones refrescantes en la playa de Tjuvholmen o pasear por el islote a través del puente peatonal hasta el restaurante y área de negocios de Aker Brygge. La mayoría de los huéspedes vienen aquí para alejarse de todo y disfrutar del ambiente relajante que ofrece esta zona de Oslo y The Thief Hotel. Un santuario nunca se ha sentido tan cómodo y aislado pero conectado.