En la noche del cuatro de septiembre de 1996, Tupac Shakur acababa de salir de la pelea entre Mike Tyson y Bruce Seldon en Las Vegas, y se dirigía en automóvil hacia un club nocturno en compañía de Suge Knight, cofundador del sello Death Row Records. Al detenerse en un semáforo, un Cadillac blanco se detuvo a su lado y un hombre le disparó 14 veces al rapero, quien recibió cuatro impactos de bala; una de estas le perforó un pulmón. Aunque fue llevado a un hospital, falleció el 13 de septiembre por la gravedad de las heridas.
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Hace un par de días, y 27 años después del suceso, el Departamento de Policía de Las Vegas efectuó el primer arresto relacionado con el asesinato. Duane ‘Keffe D’ Davis, uno de los cuatro principales sospechosos del crimen, fue acusado de homicidio con arma letal por un Gran Jurado de Nevada y esta semana será llevado a juicio. De acuerdo con la agencia AP, las leyes de aquel estado establecen que quien sea cómplice de un delito de este tipo puede recibir una condena como si hubiese sido el autor material.
“Duane Davis lideraba a este grupo de individuos que cometió el crimen”, dijo el teniente Jason Johansson en una rueda de prensa realizada el viernes pasado. “Él fue quien orquestó el plan que se llevó a cabo”. El oficial indicó que el caso fue reabierto en 2018 luego de recibir nueva información, ya que anteriormente no se habían encontrado “evidencias suficientes para presentar cargos”. Tales pruebas provinieron especialmente por parte del mismo detenido, pues desde hace tiempo este ha dado declaraciones públicas al respecto.
Davis ha dicho en repetidas ocasiones que él estaba sentado en los puestos delanteros del Cadillac y en 2018 participó en la serie documental Death Row Chronicles, donde afirmó que sabía quién había asesinado a Shakur. “No voy a irrespetar el código de la calle, pero los disparos salieron del asiento trasero”, sostuvo en ese entonces. Un año más tarde, el hombre publicó su autobiografía Compton Street Legend, en donde asegura que Knight y él son los únicos testigos vivos de lo que ocurrió aquella noche de 1996.
“Tupac hizo un movimiento extraño y comenzó a buscar algo debajo de su asiento”, escribió. “Fue la primera y única vez en mi vida en la que pude comprender la instrucción de la Policía de ‘mantener las manos donde puedan verse’. Pero Pac sacó un arma y ahí fue cuando los disparos comenzaron. Uno de mis colegas que estaba sentado detrás agarró una pistola y empezó a responder”.
Las otras personas que iban acompañando a Davis eran Terrence ‘Bubble Up’ Brown, DeAndre ‘Freaky’ Smith y su primo Orlando ‘Baby Lane’ Anderson. Los tres hombres fueron asesinados años después, pero el último fue nombrado por la mamá del rapero, Afeni Shakur, como el principal sospechoso. Davis también ha recalcado que fue su familiar quien le disparó a Tupac.
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La Policía de Las Vegas hizo la reconstrucción de los hechos, explicando que en el recinto donde se celebró el encuentro de Tyson vs. Seldon –el hotel MGM Grand– hubo una pelea que inició cuando un colega de Knight vio a Anderson, un pandillero que había intentado asaltarlos un año antes. Así que antes de marcharse del lugar, el equipo del empresario de Death Row Records lo atacó. Según el organismo oficial, la riña llegó a oídos de la pandilla liderada por Davis, la cual empezó a planear una retaliación en contra de Knight y Shakur. Ya en el lugar del tiroteo, Davis le entregó el arma a los pasajeros de atrás y fue entonces cuando uno de ellos inició el intercambio de disparos.
Los familiares y amigos del rapero celebraron el arresto, pero han preferido mantener la calma hasta que se conozca la sentencia final. “No cabe duda de que este es un momento crucial”, manifestó su hermana Sekyiwa. “El silencio que ha rodeado este caso por los últimos 27 años ha dicho bastante dentro de nuestra comunidad. Para mí es importante que el mundo, el país, el sistema de justicia y nuestra gente entienda la gravedad de la muerte de este hombre, de mi hermano, el hijo de mi madre y mi padre. Su vida y su muerte importan, y no debe permanecer sin resolver”.
Su hermano Mopreme expresó que la noticia era agridulce pues a pesar de que finalmente están frente a la posibilidad de obtener algo de justicia, esta llegó tarde para un crimen que “ni siquiera tuvo que haber sucedido”.
Allen Hughes, director de la docuserie Dear Mama, le dijo a Rolling Stone que ya era de conocimiento popular quiénes habían estado involucrados en el ataque, pero las autoridades tardaron en esclarecerlo. “[Davis] ha estado diciendo la verdad. La cultura ha estado escuchando. El hip hop ha estado escuchando. Las calles han estado escuchando. Pero, lastimosamente, al cuerpo de la ley le tomó más tiempo hacerlo”.
Davis permanecerá bajo arresto sin derecho a fianza hasta que se realice el juicio, que inicialmente está programado para el miércoles cuatro de octubre.
