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Sean Combs acusado de tráfico sexual y asociación ilícita

"Durante décadas, Sean Combs abusó, y amenazó a mujeres para satisfacer sus deseos sexuales, proteger su reputación y ocultar su conducta", dice la acusación del Departamento de Justicia.
Sean “Diddy” Combs en 2023

Shareif Ziyadat/Getty Images

El magnate de la música, Sean Combs, fue acusado el martes con cargos de conspiración de crimen organizado, tráfico sexual forzado de menores, fraude o coacción y transporte para la prostitución, según revelan los registros judiciales en línea.

El empresario de 54 años, tenía previsto comparecer por primera vez ante un juez el martes por la mañana, horas después de ser detenido y escoltado desde el hotel neoyorquino en el que se alojaba. El abogado de Combs, Marc Agnifilo, dijo que estaban “decepcionados” por el “procesamiento injusto”, y calificó a Combs de “hombre inocente sin nada que ocultar”. 

El martes por la mañana, los hijos de Combs, Quincy, Christian y Justin, fueron vistos llegando al tribunal en apoyo de su padre. El empresario también reunió a un grupo de simpatizantes fuera del juzgado. Un hombre gritó “¡Que los jodan a todos!” vestido con una sudadera de Combs, mientras otros pasaban en auto gritando “¡P. Diddy!”. Un Cadillac negro pasó por delante del juzgado tocando el claxon a todo volumen con el tema del rapero de 1997, ‘I’ll Be Missing You’.

“Durante décadas, Sean Combs abusó, amenazó y coaccionó a mujeres y a otras personas de su entorno para satisfacer sus deseos sexuales, proteger su reputación y ocultar su conducta”, señala la acusación del Departamento de Justicia. “Para ello, Combs se apoyó en los empleados, los recursos y la influencia de su polifacético imperio empresarial que dirigía y controlaba”.

Los fiscales se refirieron a esto como la “Combs Enterprise”, que técnicamente estaba compuesta por los diversos negocios de Combs en las “industrias de los medios de comunicación, el entretenimiento y el estilo de vida”, desde Bad Boy, a Ciroc, y RevoltTV. Pero la acusación afirma que Combs y otros “miembros y asociados” de la empresa utilizaron su poder para “intimidar, amenazar y atraer a las víctimas femeninas a la órbita de Combs, a menudo bajo el pretexto de una relación romántica”.

Combs presuntamente “utilizó la fuerza, amenazas de fuerza y coacción, para hacer que las víctimas participaran en actos sexuales prolongados con trabajadores sexuales masculinos a los que Combs se refería, entre otras cosas, como ‘Freak Offs’”. El rapero supuestamente “organizaba, dirigía y se masturbaba” durante estas “elaboradas y producidas actuaciones sexuales”, que a menudo también eran filmadas. 

Además de supuestamente transportar a trabajadoras sexuales comerciales “a través de fronteras estatales e internacionales”, Combs, presuntamente, “distribuía una variedad de sustancias controladas a las víctimas” durante estos encuentros, “en parte para mantener a las víctimas obedientes y complacientes”.

Otros miembros de la empresa de Combs, según la acusación, facilitaban todo esto reservando habitaciones de hotel y viajes para las víctimas, así como obteniendo suministros, incluidas drogas. La acusación dice que durante las redadas en las casas de Combs en Miami y Los Ángeles a principios de este año, los policías incautaron “diversos suministros ‘Freak Offs’, incluyendo narcóticos y más de 1.000 botellas de aceite de bebé y lubricante”. Al parecer, las autoridades también incautaron armas de fuego y munición, incluidos tres AR-15 con los números de serie desfigurados, así como un cargador de tambor. 

La acusación continúa señalando a Combs de ejercer control sobre sus víctimas de diversas formas. Éstas incluían “violencia física, promesas de oportunidades profesionales, concesión y amenaza de retención de apoyo financiero”, así como “seguimiento de su paradero, dictado de la apariencia de las víctimas, seguimiento de sus historiales médicos, control de su vivienda y suministro de sustancias controladas”. Presuntamente, el rapero también hizo uso de las “delicadas, embarazosas e incriminatorias grabaciones que realizó durante los ‘Freak Offs’ como garantía para asegurar la continua obediencia y silencio de las víctimas”.

En particular, entre los supuestos actos cometidos por la presunta conspiración, se menciona un incendio provocado. Aunque en el documento de acusación no se describe ningún incidente concreto, podría referirse a una historia que lleva meses girando en torno al escándalo de Combs. En la demanda de su ex novia, Cassandra Ventura, se lee que cuando trató de alejarse de Combs y tuvo una breve relación romántica con el músico Kid Cudi en 2011, Combs supuestamente la golpeó. Más tarde, Combs le dijo a Ventura que planeaba hacer explotar el auto del rapero en su entrada, según su demanda. En declaraciones a The New York Times en noviembre, Cudi confirmó que su auto explotó. “Todo esto es cierto”, afirmó.

En su demanda, Cassie detalló una agresión física en aquel año en un hotel de Los Ángeles después de un “Freak Off”. Su relato se confirmó más tarde, cuando en mayo, la CNN publicó un vídeo de vigilancia del hotel en el que se veía a un Combs vestido con una toalla persiguiendo a una Ventura, quien huía de la suite descalza. En el clip se vio a Combs tirando a Ventura al suelo, dándole patadas e intentando arrastrarla de vuelta a una habitación. Luego se le vio tomar lo que parecía ser un jarrón de una mesa y arrojarlo en su dirección.

A primera hora del lunes, mientras Combs era visto posando para unas fotos con sus hijos en Harlem, un gran jurado acusó al magnate del hip-hop. Rolling Stone estuvo informado de varios testigos que han declarado frente al jurado durante los últimos meses. Si es hallado culpable de asociación ilícita, el cargo más grave de sus acusaciones, Combs se enfrentará a una condena de entre 20 años y cadena perpetua.

La detención del rapero se produce casi seis meses después de que agentes de Seguridad Nacional llevaran a cabo redadas en las casas del ex multimillonario en Los Ángeles y Miami, y casi un año después de que su ex novia, Casandra Ventura, presentara una demanda por tráfico sexual y abusos sexuales contra Combs. En los meses transcurridos desde entonces, otras ocho mujeres y un hombre han demandado al intérprete, con acusaciones que van desde el tráfico sexual, hasta agresión sexual.

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La demanda de Ventura, detalla en 35 páginas numerosos actos de presunto abuso sexual. Afirma que Combs la obligó a reclutar trabajadores sexuales masculinos de servicios de acompañantes y a mantener relaciones sexuales con ellos mientras él observaba los encuentros coreografiados apodados “freak offs”. Ventura afirma que le suministraba grandes cantidades de alcohol y drogas ilegales y que, si se negaba, Combs la golpeaba.

Uno de los incidentes detallados en la denuncia de Ventura ha sido corroborado a través de un vídeo de vigilancia de un hotel en 2016 y publicado por primera vez por la CNN. En el vídeo, se ve a Combs tirando a Ventura al suelo, dándole patadas y arrastrándola después de que ella intentara escabullirse de su suite de hotel tras un supuesto “freak off”.

Aunque Combs emitió una disculpa pública por el impactante vídeo, Combs ha negado cualquier delito en las otras demandas presentadas contra él. A medida que aumentaba la presión legal, renunció a la presidencia de su empresa de medios, Revolt TV, y vendió su participación en la compañía. Más de una docena de empresas abandonaron su plataforma de comercio electrónico. En enero, el gigante de los licores Diageo se desligó de él en un acuerdo privado en el que Combs ya no será copropietario de la marca de tequila DeLeón, ni tendrá ningún vínculo con el vodka Cîroc. Tras haber sido multimillonario, una nueva estimación de Forbes sitúa su patrimonio neto en unos 400 millones de dólares. 

La finca neoeuropea de Combs, con 10 dormitorios y una puerta de entrada, se encuentra a pocos metros de la Mansión Playboy, en el barrio de Holmby Hills, en Los Ángeles, y se puso a la venta a principios de este mes por un precio de 61,5 millones de dólares.

Noticia en desarrollo.

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