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Una fuerza de la naturaleza

Tash Sultana ofrece detalles sobre su próximo álbum, el futuro de sus presentaciones en vivo y de cómo limpiar se ha convertido en su actividad favorita

Por  PABLO MONROY

octubre 16, 2020

Fotografías por Ian Laidlaw

PASADO

Desde la infancia, Tash Sultana sintió una gran atracción por la guitarra. En secundaria, junto con un gran amigo, fundó Mindpilot, la banda que vió nacer a todo un fenómeno musical. “Cuando estaba en esa banda tenía 12 años, uno de los chicos que estaba conmigo en esa banda es mi amigo desde los 5 años y seguimos siendo grandes amigos, ya no hacemos música pero aún somos muy cercanos. Sólo éramos una bandita de garaje, los sábados tocábamos”, nos platica Tash desde Australia. “Yo no quería cantar, sólo quería ser guitarrista. No tenía deseo de hacer nada más que tocar guitarra. Un día la mamá de mi amigo entró a nuestro ensayo y nos dijo que necesitábamos a alguien que cantara. Yo dije ‘yo no lo haré’, pero siguió persuadiéndome para que cantara. Después acepté… mi voz era una mierda”.

Tash después empezó a tocar sin compañía, aprendió a loopear sonidos y crear atmósferas profundas sin la necesidad de una banda. Se grababa en su habitación experimentando con diversas herramientas que le permitían crear las canciones que le brindaron el éxito que ahora tiene. Esos videos que subió desde su cuarto tocando empezaron a llamar la atención del público. “Al principio me daba mucho gusto, ahora pienso que son una mierda. Es un testamento de todo lo que has avanzado cuando ves algo que hiciste antes y te das cuenta de que lo que haces ahora es mucho más refinado. Cuando te comparas con tus versiones del pasado te das cuenta de que has mejorado porque lo has intentado o has empeorado porque te has vuelto flojo. Me hace feliz lo que hicieron esos videos por mí pero definitivamente creo que apestan”.

Sultana recuerda con un poco más de cariño su experiencia en la serie Tiny Desk de NPR. “Fue hace tres años ahora, fue muy lindo. Fue la primera vez que fui a Estados Unidos a tocar pequeños shows. No dormí nada mientras estuve allá porque me estaba divirtiendo todo el tiempo. Estaba saliendo en el programa de Seth Myers, NPR y otras cosas geniales que haces en EEUU. Que por cierto sería bueno volver a hacer, sería buenísimo salir de mi país otra vez”.

Tash ha estrenado tres sencillos este año, “Greed”, “Pretty Lady” y “Beyond The Pine”, el último cuenta con un video que reflexiona sobre el amor de una pareja y su relación doméstica. “La idea que acabamos haciendo para ‘Beyond the Pine’ originalmente era para ‘Pretty Lady’. El  concepto inicial era que serían cuatro parejas diferentes en cuatro casas diferentes. Y las filmaríamos teniendo su propia relación doméstica. Pero no pudimos hacerlo porque Victoria, donde vivo, inició la cuarentena. Así que no pudimos filmarlo aquí, tuvo que ser realizado en otra parte de Australia. Yo ni siquiera estaba ahí, así que tenía que pensar en ideas con el director en el teléfono. Y él lo filmó. Sólo pudimos hacerlo con una pareja, pero quedó muy bien, estoy muy feliz”.

Otro proyecto que ha llamado la atención fue su versión de “Through The Valley” como soundtrack del videojuego The Last Of Us. “Ellos se acercaron a nosotros y preguntaron si me interesaba versionar el soundtrack original del juego y dije: ‘Mierda, claro que sí’. Quiero empezar a escribir verdaderas bandas sonoras. Lo disfruto, me dan un proyecto y me meto a mi estudio y hago una canción durante el fin de semana y luego aparece en un comercial. Es divertido”. A pesar de haber hecho el soundtrack, Tash prefiere los videojuegos más antiguos. “No he jugado aún, me gustan los videojuegos pero sólo los viejitos, como Mario 64, esos son mis favoritos”.  

La pandemia ha privado al mundo este año de ver la fuerza natural que es Tash arriba de un escenario. Un público suertudo en febrero ha sido el único que ha podido presenciar uno de sus concierto en 2020. Sin embargo, para Tash, esto auguraba algo oscuro. “He dado un solo concierto este año, en febrero, y fue perfecto, el clima era perfecto, el público era genial, el show estuvo increíble. Y en ese momento supe que algo jodido iba a pasar. Era demasiado perfecto. No pudo haber una tarde más perfecta y después BANG. Todo empieza a cerrar, todo se cancela y las vidas de todos se voltean. Nos encerramos desde marzo. Es el mayor periodo de tiempo que he estado en un solo lugar al menos en seis años”.

PRESENTE

“Mi vida se resume en ¿qué tanto puedo limpiar en un día? También surfeo pero no puedo hacerlo todos los días, a veces el viento cambia y no se puede surfear, así que no sé qué hacer conmigo durante el día. Cuando estoy así, me da un impulso de limpiar todo. Si no tengo que hacer nada empiezo a cortar el pasto, limpiar el baño, aspirar la casa, reacomodo todo, mi pareja lo odia porque cada vez que busca algo ya se lo cambié de lugar”.

“Reemplacé tocar en vivo con crear música. Cuando tocaba en vivo dejaba de crear, porque estaba tocando las mismas canciones todo el tiempo. Diferente cada vez, pero no tenía el tiempo de sentarme y escribir algo nuevo. Ahora he escrito tantas canciones. Ya escribí todo este álbum y creo que ya escribí como la mitad de mi tercer álbum también. En estos dos meses. Es todo lo que he hecho este año, hemos estado en cuarentena y lo único que he hecho para mantener la cordura ha sido escribir música”.

FUTURO

Tash se llena de emoción al pensar en el lanzamiento de su próximo álbum, Terra Firma. Este material seguirá al estrenado en 2018, Flow State. En esta ocasión, su manera de aproximarse a la escritura de temas tomó un giro y decidió dejar de lado los limitantes que significaban que no necesitara de nadie más para tocar sus canciones ante un público.

“Cuando hice Flow State nunca había escrito un álbum y tenía muchas canciones que había escrito anteriormente. Nunca las había lanzado. Esas canciones las escribí cuando tenía 18, 19 o 20 años. Ya no escribo así, mi fórmula para escribir ha cambiado. Lo que estoy escribiendo ahora requiere de otras personas para tocarlas en vivo. Antes sólo escribía loopeando, y puedes hacer mucho pero también puede ser una barrera. En este disco no tuve límites. Decidí crear todo en el estudio desde cero y después vería cómo lo tocaría en vivo. Cuando hice Flow State podía tocarlo todo yo en vivo. Me aproximé a este nuevo disco de manera inversa que al anterior”.

Aunque esto cambiará la estructura de sus presentaciones en vivo, sólo puede sumarle cosas positivas a las ya apasionantes apariciones de Tash sobre un escenario. “Haré todo lo que hacía y además se sumarán algunos otros músicos conmigo en el escenario. Sólo en una pequeña sección del show. No me puedo alejar de tocar como solista, haciendo todos los sonidos. Aunque no haya nadie a mi lado, me encanta pararme enfrente de todas esas personas y  ser libre hacer lo que quiera. Puede ser que haga crowdsurfing, puede que no, porque COVID-19”, dice mientras ríe. «Todo en Terra Firma lo puedo tocar acústico en una guitarra o un piano sin nadie más. Hay algunas canciones que escribí loopeando para tocarlas así. Todo lo demás nació en un piano o una guitarra y después construí todo lo de alrededor. Fue cuando empecé a experimentar con más cosas y pensé ‘tendré que llamar a otras personas para que me ayuden a tocarlo en vivo’. Y ya quiero que pase, porque creo que estará increíble, como yo creo que pasará será así: me subiré al escenario sin compañía y así tocaré la mayoría del concierto y de pronto subirá la banda de sorpresa, tocaremos juntos y después se irán, terminará el show y después lo volveremos a hacer una y otra vez».

Esta también parece ser su etapa más colaborativa hasta la fecha. “Hay algunas colaboraciones en el disco también, que es padre porque no había hecho colaboraciones en mis propias canciones. Una de ellas es con Jerome Farah y otra es con Josh Cashman. No había hecho esto anteriormente en mi propia música, había estado en los discos o canciones de otras personas pero nunca había tenido a alguien más trabajando en algo mío y fue muy lindo. Juntarse y compartir ideas es la mejor manera de salir de ese encierro creativo en el que te encontrabas. Y así me sentía al final del año pasado cuando empecé a grabar Terra Firma”.

La pandemia nos ha quitado muchas cosas, eso queda claro, pero nos ha dado otras. En el caso de la creación de Terra Firma, el aislamiento fue un factor positivo, ya que le brindó a Tash algo que no había experimentado mucho en los últimos años: tener todo el tiempo del mundo. Tash se metió a su estudio y perfeccionó cada detalle del álbum, algo que en el pasado no había tenido la oportunidad de hacer de una manera tan minuciosa. “No creo que pude haberlo hecho mejor de lo que lo hice. Le puse el mayor esfuerzo que le he puesto a lago en toda mi vida. Odiaba una canción así que la volvía a hacer una y dos y tres y cuatro veces. Escribía tres coros diferentes para algunas canciones, trabajé día y noche. Había días que llegaba al estudio a las 11:00 AM y salía a las 2:00 AM. Vivía en mi estudio, tomaba café y comía algo y otra vez me metía al estudio, ahí viví como por diez meses. Al final lo acabé después de 200 sesiones de estudio. Trabajé en Terra Firma desde octubre del año pasado a septiembre de este año”.

Tash Sultana es una fuerza de la naturaleza, ya sea en el escenario, surfeando olas australianas, creando música o limpiando su casa, no hay nada que pueda apagar esa energía que le caracteriza.

Aún no se ha confirmado una fecha de estreno para Terra Firma, lo que sí es seguro, es que tendremos mucho material más que esperar en el futuro. «Te garantizo que cuando Terra Firma sea lanzado yo ya habré acabado mi tercer álbum. Hemos tenido mucho tiempo en el estudio así que ¿por qué no?».

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