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Trabajadores de Pixar aseguran que Disney limita la representación LGBTQ+

Un grupo de empleados y empleadas del estudio de animación firmó una carta con varias preocupaciones en materia de políticas queer en el estado de Florida

Por  MELISA PARADA BORDA

marzo 11, 2022

Archivo

Disney ha sido criticada con frecuencia por su apoyo performativo a la comunidad LGBTIQ+, pues mientras en redes sociales impulsa campañas celebrando el Orgullo, en la práctica ha permitido la censura de su contenido que pueda ser percibido como queer, o que bien lo sea canónicamente.

Hasta hace poco, la compañía había optado por mantener el silencio en relación al nefasto proyecto de ley que ha sido apodado como “Don’t Say Gay or Trans” (“No digas gay o trans”), que busca prohibir que en las escuelas primarias de Florida se enseñe sobre orientación sexual e identidad de género. Inclusive, hace un par de semanas el diario Popular Information reveló que durante los últimos dos años, la empresa del ratón donó cerca de 200 millones de dólares a los políticos republicanos que están detrás de tal legislación. De ser sancionada por el gobernador de ese estado, Ron DeSantis, implicaría un enorme retroceso en materia de políticas LGBTIQ+ y un ataque directo a las personas que se identifican como parte de la comunidad.

Tras la ola de reacciones, Disney emitió un comunicado en el que recalca su apoyo a la comunidad, más no condenaba la propuesta que fue aprobada en el Senado. “El mayor impacto que podemos tener en la creación de un mundo más inclusivo es mediante el contenido inspirador que producimos”, decía en la declaración. Pero hizo falta que los inversionistas le jalaran las orejas al director ejecutivo de la compañía, Bob Chapek, para que este enviara un correo electrónico interno en el que finalmente se refería al tema: “Aunque no le hemos dado dinero a ningún político basándonos en este asunto, hemos contribuido a legisladores tanto republicanos como demócratas que han tomado posiciones en ambos lados de la legislación”.

La respuesta no fue suficiente para un grupo de trabajadores de Pixar (estudio que pertenece a Disney desde 2006) que firmó una carta extensa en donde denunciaba, entre otras cosas, que la compañía ha recortado a propósito el contenido queer. “Nosotros en Pixar hemos sido testigos de cómo historias maravillosas, llenas de personajes diversos, han sido devueltas hechas pedazos con observaciones de las directivas de Disney”. Las y los firmantes sostuvieron que casi toda muestra de afecto entre personajes homosexuales ha sido recortada o eliminada “a petición de Disney”, sin importar los reclamos de sus trabajadores LGBTQI+.

“Aún si la creación de contenido LGBTQIA+ fuese la respuesta para combatir legislaciones peligrosas en el mundo, se nos está impidiendo hacerlo”, continúa, refiriéndose a la más reciente contradicción en el discurso de Disney. “Más allá del ‘contenido inspirador’ que ni siquiera se nos permite crear, necesitamos acciones”.

Disney tiene una larga historia con el queerbaiting, en donde personajes “queer coded” como Ryan en High School Musical fácilmente podrían ser representación LGBTIQ+, pero por temor a perder público (o dinero), no se menciona abiertamente. Y, si bien es cierto que de a poco ha ido añadiendo personajes queer en sus proyectos más recientes, estos más bien parecen ser usados como comodines para una falsa inclusión. No es necesario indagar mucho para notarlo cuando su aparición en películas o series es limitada a unos cuantos minutos, lo que permite que pueda ser recortada o eliminada con facilidad.

Según Variety, en 2020 la cinta Onward fue prohibida en países como Qatar, Arabia Saudita y Kuwait debido al personaje de Specter (Lena Waithe), una policía lesbiana que en una de sus líneas menciona a su novia; en Rusia, la cesura fue más “sutil” pues la palabra “novia” fue cambiada por “pareja”. El caso del show animado The Owl House, cuya protagonista es bisexual, también resonó cuando antes de su renovación su futuro fuese dejado en veremos y sin ninguna razón aparente.

Luego de la reunión con los inversionistas, Chapek anunció una donación de cinco millones de dólares para la Human Rights Campaign (HRC), ONG que lucha por los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transgénero en Estados Unidos. No obstante, la organización rechazó la oferta al no tratarse de una solución real a la problemática en Florida: “HRC no aceptará este dinero de Disney hasta que veamos que cumplen con su compromiso público y trabajen con los defensores de la comunidad LGBTIQ+ para garantizar que propuestas peligrosas, como el proyecto de ley ‘No digas gay o trans’ en Florida, no se conviertan en legislación”, sostuvo Joni Madison, presidente de HRC.

Por su parte, los empleados y empleadas de Pixar solicitaron a los altos mandos de la compañía que el asunto sea abordado lo más pronto posible, sin que sea necesario esperar hasta el mes del Orgullo queer para tomar acciones. “Esto es urgente. El 42% de la juventud LGBTQIA+ consideró el suicidio en 2021, incluyendo más de la mitad de la juventud transgénero y no binaria”, culmina la carta. “Disney dice preocuparse por el bien de la niñez, pero apoyar políticos como estos afecta directamente a una de sus audiencias más vulnerables. Hay vidas en juego y el apoyo de Disney puede salvarlas. ‘Aún tenemos trabajo por hacer’, decía su email. Este es ese trabajo”.

Este jueves 10 de marzo, Chapek reveló que había hablado telefónicamente con el gobernador DeSantis durante la mañana del miércoles para expresarle su “preocupación y decepción” si la propuesta llega a convertirse en ley. El director aseguró que el mandatario accedió a escuchar personalmente a algunos trabajadores LGBTQ+ de Disney, pero la acción no deja de dar un sinsabor teniendo en cuenta que pudo haberse realizado desde antes, evitando que escalara hasta este nivel y se convirtiera en un peligro inminente.