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«Soy un fan de Bob Dylan de toda la vida»: Jordi Soler

Tiene grandísimos méritos literarios

diciembre 24, 2020

Cortesía

Entiendo la polémica, me parece que hay que admitir que Bob Dylan se le oye más que se le lee, y también hay que aceptar que la mayor parte de la gente que oye a Bob Dylan, que canta sus canciones, que las recuerda, que ha conquistado a alguien con ellas, pues no lee libros; eso también sitúa a Bob Dylan en una órbita muy especial.

No estoy en contra de que le den el premio, simplemente creo que hay un poco de ventaja en dárselo a Bob Dylan. Es decir, siempre será mucho más atractiva una canción de un cantante como él, que una novela de Philip Roth o de Cormac McCarthy, o del mismo Murakami, que a mí no me gusta, pero tiene sus seguidores.

A lo largo del día, el discurso se ha dividido. Los que no están totalmente a favor de Bob Dylan quedan como unos conservadores que no quieren que se toque la institución de la Academia Sueca, pero yo no sacralizaría el asunto. Mi único reparo es que es un poco de competencia desleal; por todo lo demás me parece una decisión estupenda.

También hay que tomar en cuenta que esta decisión la toman un grupo de personas que están influenciadas por aspectos políticos. Por ejemplo, ahora, era importante dárselo a un personaje de Estados Unidos que esté radicalmente al otro lado del “Donaldtrumpismo”. Me parece que la Academia jugó a la hora de darle el premio. También me parece que juegan aspectos sociales, incluso personales, no dudo que los que han dado este premio también están mirando pasar a la historia por haber hecho esto, o en un ámbito absolutamente personalista pues no es lo mismo cenar con un escritor turco desconocido que con Bob Dylan; si estás ahí, en la disyuntiva  de a quién le vas a dar el premio, pues al final eso también cuenta.

En realidad, si traduces las canciones de Dylan y las pones en papel, en blanco y negro, y las comparas con los poemas de Allen Gingsberg o de Gonzalo Rojas, el poeta chileno, pues resulta que son poemas bastante normales los de Bob Dylan. Creo que sin la música que tienen, seguramente, no le hubieran dado este premio. Es decir, ahí hay toda una consideración que hay que hacer alrededor del vehículo en el que montas tus piezas literarias, es por supuesto una discusión típica del siglo XXI, la de los soportes. Otro de los tweets amargos que leí decía: “Haber hecho tangos Jorge Luis Borges y que nunca le dieran el Premio Nobel”. En fin, la discusión es esa.

Los invito a leer un libro de Dylan traducido al español, y luego un libro, también traducido, de Allen Gingsberg, un poeta que no ganó el premio Nobel y que trataba las mismas cosas que Dylan, quizá con una mayor profundidad, y además fue un poco maestro de Dylan en el arte de hacer poemas. Lo que pasa es que él era rabiosamente homosexual y esto por supuesto que le quita méritos en los círculos académicos, pero yo los invito a hacer ese ejercicio.

La verdad es que a mí, el premio a Dylan me hace feliz pero también creo que hay que mirarlo desde todas las aristas. Me hubiera enfadado mucho que se lo dieran a Murakami que no me gusta, y que además, no entiendo porqué siempre suena para el Premio Nobel habiendo muchos otros.

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