Puede que por estas latitudes la figura de Simone Veil sea prácticamente desconocida, pero no llega a ser así en su nativa Francia. Esta magistrada y política fallecida en el 2017 fue Ministra de sanidad, presidenta del Parlamento Europeo, miembro del Consejo Constitucional y artífice de la despenalización del aborto en su país, así como las considerables mejoras de las condiciones en las cárceles, tanto de hombres como de mujeres. Asimismo, Veil fue sobreviviente del holocausto y casi toda su familia pereció en los campos de concentración Nazi.
La película de Olivier Dahan, autor de ese inolvidable biopic sobre Edith Piaf conocido como La môme, intenta durante dos horas y media recorrer casi todos los aspectos de la vida de Veil, siguiendo los parámetros establecidos por el género biográfico. Por medio de flashbacks y flash forwards, se nos muestra la lucha constante de esta mujer, en los recintos políticos, en su hogar y, por supuesto, en los campos de concentración.
La esencia de su lucha la encontramos en su ferviente feminismo, su constante sed de justicia y la fe inquebrantable en un país que colaboró con los Nazis en la época de la ocupación. La actriz Elsa Zylberstein es la encargada de encarnar a Veil en sus años de madurez, cuando el infierno soportado en la Segunda Guerra Mundial, la convirtió en una mujer fuerte y humanista, dispuesta a luchar con valentía por sus ideales, y consciente de que la humanidad puede llegar a caer en sus mismos errores y cometer las mismas monstruosidades de su pasado.
Por su parte, la actriz Rebecca Marder es la encargada de interpretar a Simone Jacob, la hija y hermana que perdió su inocencia debido al antisemitismo y la crueldad humana y que tuvo que ver morir a su madre prácticamente en sus brazos, producto del hambre y el maltrato. A Olivier Gourmet y Mathieu Spinosi les correspondió interpretar a Antoine Veil, el constante compañero de Simone, un funcionario francés quien al principio le costó entender la lucha de Simone, para después convertirse en uno de sus más grandes colaboradores.
Sin monólogos o escenas grandilocuentes, Dahan logra calar en el aspecto psicológico de Veil y hacernos caer en cuenta de la razón de sus motivaciones. Se resalta especialmente su labor de exaltar a una ilustre mujer comprometida en el campo de lo político, lo ético y lo intelectual, en una época en la que muchos se sienten orgullosos de su ignorancia y su intolerancia.
Simone, la mujer del siglo es una película que deberían ver muchos hombres y mujeres, especialmente los más jóvenes, para que puedan comprender cuál es el verdadero significado de las palabras “humanismo” y “feminismo” y para conocer sobre la vida y obra de una genuina influencer.
