El cuerpo de Ron Sherman, el soldado del Ejército Israelí y sobrino nieto de León Gieco, secuestrado en el ataque de Hamas el 7 de octubre pasado, fue encontrado en la Franja de Gaza, según confirmaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El jóven tenía 19 años y estaba haciendo el servicio militar en una unidad que controlaba el paso de mercaderías de la desde Israel a Gaza. “Hay terroristas. Hamas está en la base”, había llegado a contarle Ron a su padre y antes de caer prisionero completó: “No puedo hablar más. Estoy listo. Es el fin. Los quiero mucho. Chau”.
Cerca del cuerpo de Ron se encontraron también los cadáveres de Nick Beiser, también de 19 años, que era chofer en un cuartel de policía, y de Elia Toledano, una productora de 28 años que trabajaba en el Festival de Nova, la fiesta musical que recibió el ataque de Hamas.
Los tres cuerpos fueron recuperados por los soldados de la Brigada 551 y la Unidad 504 de Inteligencia y a continuación identificados por el Instituto de Medicina de Israel.
Pocos días después del ataque de Hamas, el 11 de octubre, León Gieco publicó un video en su cuenta de Instagram. “Soy León Gieco. Como músico comprometido desde siempre con la paz, y hoy abrumado por la situación extrema en Medio Oriente, por la ceguera y dureza de los políticos y estos actos de terror donde las víctimas siempre son los pueblos, tanto palestinos como israelíes (siempre los pueblos), pido por una salida pacífica de este conflicto milenario y cruel. Pido por el regreso de todos los rehenes a sus lugares, y en mi caso particular, pido por la vuelta de mi sobrino, Ron Sherman, por el amor que nos une como familia y por el amor universal que no debe morir jamás”.
Hace unas semanas, Gieco grabó una versión de “Solo le pido a Dios”, una de sus canciones más emblemáticas, por la paz en Medio Oriente. Fue en la tekkia de la Orden Sufí Halveti Yerrahi, de Colegiales, acompañado por el ensamble Alma Sufí, dirigido por Sami Sebastián, con la participación de la vocalista Nuri Nardelli, que entonó unas estrofas en árabe, y el cantante Gastón Saied, que hizo lo propio en hebrero, en representación de la colectividad judía.
“‘Sólo le pido a Dios’ es un pedido por la paz, que está bastante maltratada, ahora y desde hace mucho tiempo. Hacemos estas cosas porque sentimos la impotencia frente a los horrores de la guerra, aunque sabemos que esto no va a cambiar absolutamente nada, porque la guerra habla otro idioma”, había explicado, oportunamente, el cantante.
