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Radio Ambulante: voces e historias que conectan a América Latina

Un podcast en español que desde hace más de diez años narra las historias que hacen única a esta región del mundo. A través de una postal sonora, cuentan lo que es vivir en América Latina hoy en día

Por  LAURA VÁSQUEZ ROA

marzo 1, 2023

Radioambulante.org

Unos cassettes que marcaron la relación de un padre en el exilio con sus hijos en Chile; una mujer venezolana encerrada en su casa por más de treinta años que no puede escapar, aunque tenga las llaves siempre a la vista; un mago ecuatoriano buscándose la vida en el metro de Nueva York; unos metaleros amantes de la música bajo los años más dogmáticos del régimen cubano. Historias sugestivas, cotidianas, pero sobre todo diversas como el continente mismo. De eso está plagado el universo de Radio Ambulante, uno de los podcasts narrativos más reconocidos y hechos en español.

Este proyecto periodístico es latinoamericano, aunque tiene raíces en Estados Unidos. Una colombiana, Carolina Guerrero, y un peruano, Daniel Alarcón, son dos migrantes que sumaron a su idea de narrar las historias del continente a todo un equipo de profesionales en distintos países. Llevan más de una década creando episodios que son distribuidos en la radio pública de Estados Unidos, pero que se oyen en toda la región. Los premios para su trabajo cuidadoso y creativo no se han hecho esperar, aunque tal vez el indicador más valioso de su labor se vea en la comunidad que han creado en el mundo digital.

La radio tradicional y el podcast son cosas distintas, aunque con vínculos innegables, pero este último sigue enganchando a distintas generaciones que al final quieren oír una historia bien contada. Daniel Alarcón repasa algunos de los aprendizajes que le ha dejado este proyecto, reflexiona sobre los cambios en la escucha de podcasts y comparte consejos para quienes quieren animarse a explorar este formato.

Tener un medio de comunicación siempre es un reto, ¿qué han hecho ustedes para mantenerse vigentes con esta forma de narrar a Latinoamérica?

Es resiliencia y creatividad. Los medios siempre están en problemas, siempre en crisis, pero Radio Ambulante tiene una comunidad extraordinaria de oyentes y hemos tratado sobre todo de apoyarnos en ellos. Eso ha requerido todo un equipo que trata de crear lazos más cercanos con la comunidad. Hemos hecho una serie de proyectos, desde las fiestas virtuales durante la pandemia, hasta los clubes de escucha y giras por diferentes ciudades latinoamericanas y en Estados Unidos para presentar el show en vivo, para que los oyentes sientan que no solo son consumidores, sino participes de este proyecto. Y lo otro es que hay que darle mucho crédito a la parte de administración del proyecto, a la parte empresarial, desde becas de apoyo de fundaciones, hasta negociar contratos con medios más grandes que nosotros, colaboraciones, el desarrollo de nuestro producto de aprendizaje del idioma…todo eso nos mantiene vivos porque en realidad es complicado.

La comunidad que han construido se nota tanto en sus eventos y redes sociales, ¿cómo funciona esa comunidad y qué tanto influye en las historias que escogen?

Cada productor, cada reportero trae historias a cada reunión editorial que tenemos. A veces yo traigo historias o Camila Segura o algún editor trae una historia y lo asignamos a algún productor. A veces las historias salen de conversaciones efímeras que uno tiene con conocidos o en viajes, en bares, en todas partes. Pero también hay muchísimos oyentes que nos mandan sus historias. Eso pasa constantemente, pero hay una historia que se llama Cicatrices, de hace un par de temporadas, que me parece extraordinaria por el personaje, por su fortaleza y por lo que vivió. Me gusta mucho esa historia como ejemplo de algo que hace Radio Ambulante, porque ella era oyente y decidió que podíamos ayudarla a contar esta historia personal. Nos mandó un e-mail larguísimo explicando qué le había pasado a ella y que quería reconciliarse con su pasado con un micrófono en mano, quería hacerlo con nosotros. Eso me parece súper lindo, es algo que habla de la confianza que la gente tiene en nosotros y cuando uno tiene esa confianza de los oyentes hay que tomarlo muy en serio y con cuidado.

Los podcasts ya existían, pero durante la pandemia al parecer hubo cambios en la escucha, ¿cómo lo vivieron ustedes?

Cambiaron varias cosas dentro de Radio Ambulante en la relación con nuestros productores y la relación editorial. Tuvimos que repensar muchas estrategias y procesos para que la gente se sintiera más acompañada, porque estábamos todos muy solos, entonces creo que eso cambió. En cierta medida nos unió bastante porque también todos pasamos por versiones de lo mismo en el equipo, a pesar de los retos de cada uno en cada país, pero creo que nos ayudó a crear cierta cercanía que quizás necesitábamos para mejorar el trabajo y el ambiente laboral.

¿Qué lugar crees que tienen los podcasts ahora, luego de esos tiempos tan raros que vivimos?

La verdad no sé. Primero bajaron, luego subieron, luego bajaron, más o menos estamos por donde estaban antes de la pandemia, un poquito más alto, tal vez. Pero no subió exponencialmente. Yo pensé que la gente iba a escuchar menos, la verdad, porque muchos escuchaban en camino a la chamba. Cuando se interrumpen esas rutinas donde uno escucha a ciertas horas del día y cambian los hábitos y los horarios, entonces los rituales y las rutinas cambian. Una cosa que tratamos de hacer fue explícitamente buscar las historias que no eran tristes. Estábamos pasando un momento muy dark, no solo en América Latina, sino en el mundo, y la gente se sentía muy agobiada. Nadie necesitaba que les contáramos exactamente qué tan complicada estaba la situación, todos lo sabíamos. Además, tenemos otro show que se llama El Hilo, que es de noticias, pero Radio Ambulante tiene otra función, que es regalarle al oyente una carta postal sonora de lo que es vivir en América Latina hoy en día, que te presente algunos personajes que nunca hubieras conocido, que te ayude a entender de dónde vienen, por qué piensan cómo piensan, qué han vivido, y que a lo mejor por haberlos conocido tu vida es más rica, tu propio entendimiento del mundo y de tu región y de tu país es un poco más compleja, y creo que más no se puede pedir a un podcast.


“Con cada historia queremos que realmente aprendas algo, conozcas a alguien, escuches algo que te haga reír, que te conmueva, que te haga pensar…Es un recorrido por el continente”.


A pesar de que el equipo está distribuido en diferentes partes de Latinoamérica y Estados Unidos, justamente esa característica muestra diversidad, pero también elementos comunes, ¿cómo se crea ese tejido de historias un poco vistas desde afuera?

Sí, es un poquito de afuera, pero cuando Carolina y yo comenzamos, nos dijeron, ¿sabes qué? Esto va a fracasar porque a los colombianos solo les interesan las historias de Colombia y a los peruanos de Perú y a los puertorriqueños de Puerto Rico, a los mexicanos de México, etcétera. Era duro que nos dijeran eso, pero nosotros pensábamos en las fiestas a las que íbamos en Oakland cuando éramos novios. Íbamos a fiestas y eran de colombianos, peruanos, chilenos, cubanos, ecuatorianos, mexicanos, todos muertos de la risa, todos bailando, todos tomando, todos pasándola bien, todos contando historias, intercambiando anécdotas, riéndonos de las maneras en que somos diferentes, celebrando las cosas que teníamos en común. Así que en parte sí, lo que mencionas es cierto, que creo que la mirada de Radio Ambulante por un lado es local, pero no se puede quedar ahí.

Son locales y a la vez tienen que ser globales…

Al comienzo yo decía que siempre jugábamos del local. O sea, siempre somos locales. Si esto es una historia colombiana, somos colombianos, pero al mismo tiempo tenemos hinchada en todas partes. Perdóname la metáfora futbolística, pero es algo que no puedo evitar (risas). Como tenemos hinchas en todas partes, nos tenemos que traducir en esa realidad local para los demás, pero eso responde al hecho de que, si tú solo estás haciendo un podcast para Colombia, no tienes que explicar muchas cosas. No tienes que decir qué es La Candelaria, no tienes que explicar dónde queda Cartagena, no tienes que decir nada extra. Cuando estamos haciendo un podcast para América Latina, el reto es que sea entretenido para el local, pero que no sea tan local que el extranjero no logre adentrarse en la historia. Para eso tenemos un equipo internacional y juntos armamos la historia.

eres escritor y quiero que nos cuentes desde ese lugar, cómo se traslada la escritura al formato de podcast con toda la producción que requiere y qué te has encontrado allí

Cuando comencé a escribir guiones de radio se me hacía súper difícil. Me parecía que no eran tan obvias las diferencias entre escribir para audio y escribir para prensa escrita. Siento que hay un lirismo, una poesía en mis novelas que es diferente en audio. Cuando escribo mis crónicas para The New Yorker o crónicas escritas en general, hay una densidad de información en un párrafo que no funcionaría de la misma manera en audio. Esas son limitaciones, pero a la vez estás trabajando con una materia prima bastante única, que es la voz humana. Lo que te da el audio de cada entrevista son referencias que no necesariamente salen tan eficientemente en prensa escrita. Es decir, los acentos, las pausas, el vocabulario específico, la emoción en la voz, esas son cosas en las que la voz humana te da mucho detalle sobre quién es una persona. En el audio te das cuenta de que yo soy peruano, pero me críe en Estados Unidos, que tengo esa educación, que nunca aprendí español formalmente. Soy peruano pero mi esposa es colombiana, viví mucho tiempo en California, que es casi como vivir en México y además trabajo con gente de toda la región. Los únicos peruanos con los que hablo directamente cada semana son mis papás. Es obvio que mi dejo ya no es completamente peruano y esos detalles biográficos que salen en la voz no salen en el texto plano en la página. Cuando escribes para radio tienes que aprovechar todos los recursos que te da el audio, es decir, sacar el jugo a esas ventajas, porque recompensa lo que estás dejando atrás.

Ustedes también son referentes para otras personas que hacen o que quieren hacer podcasts narrativos, ¿qué les recomendarías?

El podcast es simplemente un mp3 que se hace streaming en tu dispositivo, entonces el podcast no es un género. Dentro de ese mp3 puede haber una charla, gente hablando sobre una serie o una entrevista con una celebridad, un show de autoayuda o puede ser lo que hace Radio Ambulante. Todo lo que acabo de mencionar son cosas totalmente legítimas. Yo escucho muchos podcasts de fútbol o donde la gente habla de algo pop, pero eso no es lo que hace Radio Ambulante. Y bueno, algunas lecciones o ideas de cómo se hace Radio Ambulante, para los que les interesa hacer algo similar empiezan con que lo primero es pensar en esas historias que uno cuenta. ¿Cuál es la mejor historia que uno cuenta? Esa que has contado varias veces en reuniones de amigos, después de unas copas, donde todos terminan riéndose a carcajadas, quizás esa es la historia que debes contar. Una buena historia tiene un desenlace, tiene la estructura de un buen chiste. Y luego debes identificar las voces que te ayudarían a contar esa historia. Entrevístalos a todos, asegúrate de que haces la misma pregunta a cada uno y puedes entrelazar esas voces para crear más densidad narrativa en esos momentos, porque una historia contada desde tres voces es infinitamente más rica que una historia con una sola voz.

No todo el mundo escucha podcasts, así que recomiéndanos un par de episodios para acercarse a Radio Ambulante

En la página web tenemos una playlist de los 10 episodios para conocer a Radio Ambulante, pero creo que hay muchas maneras de entrar a Radio Ambulante. Si uno es colombiano vas a la página y pones en el buscador “historias de Colombia” y te van a aparecer 15, 20 historias. Puedes buscar por temas: migración, medio ambiente, amor y relaciones, LGBTQ, qué sé yo, las historias están ahí. Es un archivo ya grande, 150 y tantas historias. Pero lo que a mí me gusta y me enorgullece es que cuando comenzamos yo me imaginaba historias de toda América Latina y ahora cuando vas a la página web, vas a ver historias de toda América Latina. En una semana estamos en Panamá, la siguiente estamos en México, luego vamos a Chile, luego a Ecuador, luego vamos a Brasil y luego a Estados Unidos. El recorrido en una temporada de Radio Ambulante es amplio, es diverso, pero no por ser diverso no es profundo. Con cada historia queremos que realmente aprendas algo, conozcas a alguien, escuches algo que te haga reír, que te conmueva, que te haga pensar. Esas son las cosas que te puede brindar el paisaje sonoro de lo que es este proyecto. Es un recorrido por el continente, por la región.