Puerto Rico se volvió un enfoque central en la contienda presidencial de Estados Unidos la semana pasada luego de que un comediante en un mitin del expresidente Donald Trump llamara a Puerto Rico “isla flotante de basura”.
Aunque los más de 3.2 millones de habitantes de Puerto Rico no podrán votar por el presidente más allá de registrar su preferencia en una boleta simbólica, los alrededor de 5.8 millones de puertorriqueños que viven en estados de EE.UU. sí ejercerán su voto. Además, casi 1 millón de puertorriqueños residen en estados de tendencia electoral incierta como Pennsylvania, North Carolina, Georgia, entre otros.
La campaña de Trump ha trabajado arduamente desde el mitin para aclarar y distanciarse de los comentarios del comediante Tony Hinchcliffe, pero el chiste no solo fue un insulto para Puerto Rico. Fue un recordatorio del abandono y la falta de respeto que han enfrentado durante décadas a manos del gobierno de los Estados Unidos, especialmente durante la administración de Trump.
Desde entonces, artistas puertorriqueños como Bad Bunny, Don Omar, Marc Anthony, Ricky Martin y Jennifer Lopez han alzado la voz en apoyo a Kamala Harris.
Sin embargo, Puerto Rico también se encuentra enfocado en sus propias elecciones. Los dos partidos que han dominado la política puertorriqueña durante décadas recientemente han estado perdiendo su control mientras enfrentan a una generación más joven que está harta de la corrupción en la isla. En Puerto Rico, los apagones han aumentado en frecuencia y duración a lo largo del año pasado y, a siete años de que el huracán María golpeara la isla, la red eléctrica sigue siendo frágil, ineficiente y cara.
Por primera vez, un candidato independentista tiene un sólido segundo lugar en las encuestas por la gubernatura de la isla, a pocos días de las elecciones —y algunos expertos creen que puede ganar.
En septiembre, Bad Bunny financió una serie de panorámicos que aparecieron por las principales calles de San Juan en los que se podían leer frases como “Votar PNP es votar por la corrupción”, una denuncia directa contra el partido que lidera las encuestas. Por su parte, Residente ha mostrado su apoyo a Juan Dalmau, candidato independentista. En un video publicado en sus redes sociales, el artista brindó un espació al político y portó una camiseta con una crítica a la candidata del PNP: “Jenniffer mentirosa, no seas embustera”.
En estas elecciones, los ojos de la política están puestos en Puerto Rico, un territorio que podría tener un peso importante en la elección presidencial, además de potencialmente cambiar el rumbo de su propio historial político, eligiendo a un gobernador defensor de la independencia de Puerto Rico.