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Puerto Candelaria: 24 años de una loca fiesta de música colombiana

Nos hablan de su nominación a los Latin Grammy 2024, sobre el éxito de su álbum La Sociedad De La Cumbia (Big Band Live) y mucho más.

octubre 18, 2024

Natty Rincón

Puerto Candelaria es una agrupación colombiana que lleva más de dos décadas propagando los sonidos tradicionales de su cultura, a la vez que se fusionan elementos innovadores y frescos. Este año están nominados en los Latin Grammy 2024 bajo la categoría Mejor Álbum de Cumbia/Vallenato con su álbum La Sociedad De La Cumbia (Big Band Live).

En entrevista con ROLLING STONE en Español, Juancho Valencia y Catalina Calle, miembros de Puerto Candelaria, nos hablan sobre el proceso creativo y de realización de La Sociedad De La Cumbia (Big Band Live), todo lo que el álbum ha conllevado desde su lanzamiento y mucho más. 

Puerto Candelaria se encargó de darle un giro al concepto que abordaría La Sociedad De La Cumbia (Big Band Live), ya que es un álbum que comenzó como una obra de teatro musical, donde la agrupación se convierte en una gran orquesta de los años 50 en la ciudad de Medellín. A través de sonidos cumbieros, tropicales y alternativos, Puerto Candelaria hizo un trabajo de investigación que parte desde la música, vestuario, moda, arquitectura, historia, política, arte y muchos más elementos, para entender cómo se vivieron esos años y poder dar una experiencia completa. “La música se grabó en la obra, el álbum es grabado en vivo. Esto es importante de decir, ya que ahora vivimos en los días en que todo es súper producido y mega artificial. Nosotros vamos en contra de la corriente al hacer un álbum totalmente humano, natural y orgánico”, comparte Juancho Valencia.

La obra de teatro de La Sociedad De La Cumbia se convirtió en un éxito en Colombia, por lo que Puerto Candelaria decidió llevarla a la televisión pública, de esta forma ampliando el concepto visual e histórico que presenta el álbum. “Es un proyecto que ha tenido muchas maneras de comunicarse y de expresarse con el público. Está como obra de teatro musical, serie de televisión y como álbum, que hoy, según los Latin Grammy, es una de las mejores producciones que se han hecho en Latinoamérica en el 2024”, asegura Valencia.

La Sociedad De La Cumbia (Big Band Live) fue grabado a lo largo de cinco funciones en vivo, conformado por canciones clásicas de la cultura colombiana, pertenecientes a otra generación. El álbum narra grandes historias de amor y desamor, lo que dio paso a explotar la creatividad de Puerto Candelaria. “Tuvimos la oportunidad de componer mientras nos imaginábamos en la época y en los personajes del momento. Estas canciones originales llegan a darle vida y a terminar de narrar las historias de amor que atraviesan todo el disco”, dice Catalina Calle.

Con 13 músicos en escena, Puerto Candelaria se adentró a una experiencia más enriquecedora y emocionante, ya que por lo general manejan un formato de seis o siete músicos en el escenario. “Eran todo tipo de personalidades que entraron a hacer grandes sonidos. Fue una experiencia increíble. Estamos felices de compartirlo y de estar nominados”, comparte Calle. 

Puerto Candelaria, este 2024, regresó al teatro para una segunda temporada de La Sociedad De La Cumbia, experiencia que marcó a cientos de personas que vivieron en los años 50. “Nosotros no vivimos esa época, pero los años 50 son considerados los años dorados del Caribe. Incluso hoy todavía no logramos todo lo que sucedía en esa época, con el mambo, bolero y las cumbias, y con México, Puerto Rico, Cuba, Venezuela y Colombia entregando lo mejor de la música”, dice Valencia. “Era un momento exquisito para la música y no lo vivimos, pero cada vez que hacemos esta obra son cientos de personas que nos agradecen por llevarlos a la época donde se enamoraron, bailaron y cantaron”.

Y agrega: “Todos los colombianos somos fruto de una fiesta donde se bailaron cumbias. La cumbia ha sido el cupido de nuestros padres y abuelos. Somos los hijos de la cumbia”.

Esta experiencia no sólo marcó a las antiguas generaciones, sino que también las nuevas generaciones disfrutaron de este viaje por el tiempo. “Hacer este trabajo y mostrarlo a las nuevas generaciones es una manera efectiva de construir una sociedad, de entender de dónde venimos y valorar nuestro pasado”, asegura Valencia.

Catalina Calle comparte que la emoción que se vivió a lo largo de esos días en escena es incomparable, ya que las nuevas generaciones no sólo reconocen su pasado, sino que también crean una conexión con cosas que siguen sucediendo en el presente. “Los jóvenes ahora están disfrutando de estas canciones, hacen unas reinterpretaciones hermosas”, dice. “Es emocionante comprobar que sí resuena la música, las palabras y la energía en las personas. Esto es algo que rescato mucho de las grabaciones en vivo porque queda esa emoción real de lo que se está viviendo en el momento”.

Puerto Candelaria, a través de La Sociedad De La Cumbia, presenta una gran historia que no sólo abarca buena música, sino que también presenta un gran concepto visual y teatral, dando otra perspectiva del amor en tiempos de inmediatez. “La historia va a lo cursi, a ese melodrama de un amor que nunca sucedió pero que ha durado por décadas. Es invitar a esos nuevos amores a recordar que hay otras maneras de amar”, comparte Valencia.

Cada integrante de la agrupación cuenta con un alter ego: Juancho Valencia es El Sargento Remolacha, Eduardo González es El Caballero del Bajo, Catalina Calle es Catt, Didier Martínez es Diggy Pajarito, Lucas Tobón es Luka y Juan Esteban Rua es Rux. Sin embargo, la personalidad de cada uno de ellos se ve plasmada a través de sus personajes como una forma de diversión y liberación. “Este alter ego se transforma en un lado oscuro de nosotros o lo que quisiéramos ser. Es exaltar las particularidades de cada uno de los integrantes. Cada integrante, desde sus mundos, gustos y diferencias, refleja en la música y en su instrumento su esencia”, dice Catalina. 


“Puerto Candelaria es un lugar que no existe. Es un pueblo imaginario en la cultura latina”


La representación de un lugar imaginario les ha dado la oportunidad de crear diversos mundos. Así como la La Sociedad De La Cumbia presenta un lugar imaginario en los años 50 en la ciudad de Medellín, Puerto Candelaria se ha encargado de crear diversos mundos alrededor de todas sus producciones musicales. “En el proyecto pasado, La Sinfonía de los Bichos Raros, que también estuvo nominado en los Latin Grammy, nos convertimos en bichos. Catt, en Puerto Candelaria, es una mujer retrofuturista que viaja en el tiempo y puede transformarse, pero en la La Sinfonía de los Bichos Raros es una cucaracha que canta y pide la igualdad animal”, dice Valencia entre risas. “Ahora, en La Sociedad De La Cumbia, es una mujer de los años 50, una Marilyn Monroe latina que está luchando por los derechos de la mujer en la música, que sea respetada por el talento por ser cantante y no por un objeto, algo en lo que los latinos seguimos atrapados”.

Puerto Candelaria lleva más de dos décadas internacionalizando su sonido y su cultura colombiana. Han visitado más de 40 países alrededor del mundo, convirtiéndose en una de las agrupaciones que más ha llevado la música colombiana a diversos rincones realmente lejanos. “Puerto Candelaria tiene la habilidad de llevarte a viajar por nuestro país, así no sepas nuestro idioma y no tengas idea de dónde estamos ubicados en el mundo. Nosotros te abrazamos con esa calidez que nos caracteriza y te invitamos a viajar a un universo excepcional”, asegura Juancho Valencia. 

Como empresa independiente, han logrado sostener una agrupación por más de dos décadas, cuentan con un Latin Grammy y han llegado a conectar con una gran cantidad de personas alrededor del mundo a través de sus historias, todo esto gracias a la gestión e independencia musical. “La palabra industria no cabe en nosotros. Nos caracterizamos como artesanos. Nosotros hacemos las canciones, no somos capaces de usar las palabras de la industria”, comparte Juancho. 

Y complementa: “Somos muy románticos. Cada canción se la entregamos a las personas. No tenemos seguidores, ni usuarios, tampoco datos, tenemos amigos que escuchan nuestra música, la cual está construida para que la disfruten”. 

Catalina Calle destaca que esta independencia les ha dado la libertad de jugar, explorar y arriesgarse al momento de ser creativos. “Todos estamos metiéndole el corazón, el trabajo y el esfuerzo. Esta libertad es importante porque nos permite tranquilizarnos y no pensar tanto en los números y en el futuro, sino enfocarnos en el presente y entregar un producto muy bueno”, asegura. 

Asimismo, Juancho Valencia rescata la importancia y prioridad que debe tener el arte, antes que cualquier número. “Cuando estás pensando en los números, la música y el arte están sacrificados porque jamás vas a arriesgar. Es uno de los grandes retos del mundo contemporáneo musical, saber cómo seguir expresando y ser creativo porque los números no recompensan la creatividad, sino las fórmulas efectivas”, dice. 

Con más de dos décadas creando música, Puerto Candelaria ha atravesado por un sinfín de cambios para su proyecto musical; sin embargo, la pasión por la música, la tragicomedia y la esencia auténtica que han creado a lo largo de los años sigue existiendo. “Esto marca quién es Puerto Candelaria y cómo vemos la vida desde el humor y la reflexión. Desde un pensamiento muy crítico, siento que esto permanece y es la base de Puerto Candelaria”, comparte Catalina Calle.

La inspiración de Puerto Candelaria parte de la admiración que tienen por Colombia, lo que les ha permitido seguir fusionando e innovando su propuesta musical. “Estoy totalmente deslumbrado de haber nacido en un lugar donde cambia tanto el mundo. Cada 20km cambia la verdad. Esta es la complejidad de Colombia. Seguiremos recorriendo y aprendiendo, a la vez que generamos un puente con este lugar mágico que es nuestro país y el mundo”, dice Valencia. 

Próximamente, este 26 de octubre, Puerto Candelaria lanzará su segundo álbum del 2024, Fiesta Candelaria. Este material regresa a la agrupación al sonido candelario, a la vez que abre una puerta a un universo imaginario lleno de disfrute y baile. “Tengo una sensación de fiesta y alegría, de continuar con ese juego y esos opuestos que se traen. Nos emociona mucho porque llevamos más de un año tocando las canciones en vivo sin tenerlas grabadas, sólo escuchando la respuesta del público, pero ha sido preciosa”, comparte Catalina Calle. 

Y Valencia agrega: “Es recrear esta fiesta en un lugar imaginario, que además estamos jugando con el tiempo. Con todo lo que está pasando en el mundo, desde lo social hasta lo ambiental, es nuestra obligación preguntarnos el futuro, y en este álbum nos preguntamos cómo será ese pueblo de Puerto Candelaria en 500 años. Es un ejercicio creativo muy bonito. Estamos jugando con el futuro, entonces toda la construcción visual la estamos detallando de cómo podría ser ese lugar sin caer en la desgracia de la distopía de que todo estará mal, pero nosotros queremos dar esperanza”.

Por ahora, Puerto Candelaria se encuentra en un momento enriquecedor y fortuito, mismo que ha dejado más ganas de seguir creando y disfrutando. “Habrán muchos universos más. Hay demasiado para invitar a la gente a ver otros mundos porque no estamos peleando con el presente, sólo invitamos a la gente a otros universos sonoros que también existen en este momento”, concluye Juancho Valencia. “Creo que es un momento de coqueteo y apertura a todo”, agrega Catalina Calle.