EXTRAÍDO DE RS109, JUNIO 2012
Ridley Scott ha realizado algunas de las películas más icónicas de todos los tiempos –Gladiador, Blade Runner y Thelma & Louise– pero jamás ha dirigido una secuela. Su nuevo filme, Prometheus, es lo más cercano a ello. Se encuentra ambientado en el mismo universo que su clásico de ciencia ficción/horror, Alien, pero deja de lado al alienígena carnívoro más famoso del cine para concentrarse en el origen de la humanidad. La trama se mantiene en secreto, pero podemos revelarles esto: Un equipo de exploradores emprende un viaje al espacio exterior a bordo de la nave Prometheus, con el fin de encontrar a nuestros creadores extraterrestres, pero algo sale terriblemente mal. Las películas de Scott son inmediatamente reconocibles –la meticulosa dirección de arte, la armonía visual, la visión pesimista del mundo. Y tras cuatro décadas de hacer cine, el director inglés aún posee la perfecta mezcla de candoroso entusiasmo y confiada maestría. “La gente dice que soy adicto al trabajo”, comenta. “Pero sólo es que me encanta trabajar”.
Prometheus nos lleva de vuelta al universo que creaste en Alien hace tres décadas. ¿Era un lugar que querías evocar?
Siempre lo tuve presente. Tras hacer Alien, me quedé con una inquietud: ¿Quién era esa creatura espacial, el piloto alienígena que aparece con el estómago reventado? Se trataba de una pregunta evidente, y nadie se molestó en responderla a través de las secuelas, lo cual me parece muy extraño. También, me encanta la ciencia ficción como género, porque te permite dejarte llevar por el “todo se vale”. Aunque claro, el peligro detrás del “todo se vale” es que termine siendo como tener una cena con demasiados platillos –entre ellos puede haber muchas porquerías.
¿Qué opinas de las secuelas que sucedieron a tu original Alien?
Las últimas películas no cuentan para mi. Sé por qué lo hicieron: Para promover la franquicia, obviamente es una asunto de dinero. No es denigrante para ningún cineasta, porque Dios sabe que se trata de algo bastante difícil. Pero debo decir que estaba algo molesto por la mala manera en que estaban usando a mi bebé. La primera cinta presentó a uno de los monstruos más memorables de todos los tiempos. Sin ese monstruo, tendría una buena película, con excelentes actuaciones y una impecable dirección de arte, pero faltaría ese elemento impactante que desafía toda lógica y hace que tu corazón se pare por unos segundos.
La escena en que explota el estómago se ha convertido en una de las más famosas en la historia del cine…
Era un nacimiento. Al tiempo en que caminaba por el cine en que proyectábamos el preestreno de Alien, supe que tenía la sartén por el mango. Jamás olvidaré que en St. Louis me tocó ver un grupo de parejas literalmente enredados entre sí con una genuina expresión de terror, entonces supe que mi trabajo estaba hecho.
Comenzaste haciendo publicidad en los años sesenta. ¿Qué efecto tuvo esto en tu carrera como cineasta?
Era bastante bueno haciendo publicidad y de hecho sigo haciéndolo. Mi agencia [Ridley Scott Associates] tiene presencia en Hong Kong, Nueva York, Los Ángeles y Londres, contamos con 60 directores.
¿Qué opinas de Mad Men?
En cuanto a la serie, me parece fantástica. Cuando yo estaba empezando, no era la estrella de la agencia, era el tipo que ejecutaba los deseos de la empresa. Era un ambiente demasiado competitivo, porque se trataba de un juego de costos versus creatividad, versus “¿cuál será el resultado a presentar?”. Las grandes agencias iban tras grandes directores, y yo fui uno de ellos durante 20 años. Esa fue mi escuela.
El conflicto entre arte y material comercial también puede aplicarse al trabajar en Hollywood, ¿no es así?
Sí, es creatividad contra comercio, y el problema aparece si peleas en ambos bandos. Sólo hay un factor determinante: El inversionista. Por supuesto que van a pensar, “¿Cuánto me va a costar esto? ¿100 millones? Al diablo”.
Has tenido batallas con los estudios a lo largo de tu carrera.
Totalmente. Blade Runner fue mi trabajo más personal en varios aspectos, y tuve que batallar con los inversionistas que decían “Esto nos está saliendo muy caro”. Para aquél tiempo, ya había hecho 2 mil comerciales, tenía una oficina en Nueva York y otra en Londres. No soy un idiota. Así que detesto pensar en que me pasé del presupuesto, porque eso no es jugar conforme a las reglas.
El universo de Alien presenta una desalentadora visión sobre las corporaciones. Sospecho que pese a haber trabajado en Hollywood por tanto tiempo, has estado modificando el sistema desde adentro.
No. De hecho, pienso que la razón por la cual he sobrevivido en Hollywood es porque tengo una buena relación con los estudios. Entiendo lo que debo hacer para mantenerlos contentos. Yo también soy una persona de negocios.
¿Te da la sensación de poder predecir cuando una de tus películas será un éxito en taquilla?
No, nada de eso. Nunca. En realidad, es como ser un tenista, porque eres completamente responsable de todo y no tienes a quién culpar si sale mal. Y una cosa es segura, no tienes idea de lo que pasará.
¿Considerarías volver al universo de Blade Runner?
En eso estoy. Ya he comenzado. El problema es que Blade Runner está completa en sí, por lo tanto, ¿de dónde puedo partir? El escritor original, Hampton Fancher, aún vive, y el tipo todavía tiene la esencia. Y lo veré la semana que viene. Estamos empezando, y tenemos una buena idea.
¿Cómo te recuperaste de la decepción al ver que Blade Runner no fue un éxito?
De nuevo, es como ser un tenista. Te vencen, piensas “¡Carajo!” y lo dejas ir.
Tus películas no han sido precisamente alegres. ¿Hay algo en tu manera de ver el mundo que consideres particularmente sombrío?
Bueno, nací en un paraje nublado al noreste de Inglaterra. La gente del norte desciende de celtas, y todos están locos. Es algo heredado de los celtas, ¿sabes? – tiendes a ver el vaso “medio vacío” en lugar de “medio lleno”. Habiendo dicho esto, si quieres hacer éxito tras éxito, tienes que haber nacido optimista.
¿Hay algún género que no has explorado, o que te gustaría explorar?
Western, Western, Western, Western. Crecí y respiré Westerns cuando niño. Adoraba, ya sabes, a Roy Rogers, Gene Autry y después Rawhide con Clint Eastwood. Ahora hay puras series de detectives, vampiros y zombies.
He escuchado que eres una especie de maniático del orden. ¿Crees que los directores deban tener una parte algo obsesivo compulsiva para lograr el éxito?
No lo sé. Tal vez soy obsesivo compulsivo. Soy organizado. Para ser honesto, la vida es más fácil así en lugar de estar caminando entre porquerías. Por ejemplo, si algo se queda en casa durante el tiempo suficiente, termino pintándolo de blanco o de plano lo tiro a la basura.
Los egos de las estrellas de Hollywood suelen ser enormes. ¿Cómo controlas eso durante una gran producción?
Con buen humor. Mis sets suelen ser bastante entretenidos. ¡El único que no, de hecho, fue el de Blade Runner! Con la confianza viene el humor. Y puedo caminar por un set con un equipo de dos personas o trescientas, sentirme agobiado por eso.
A juzgar por el tráiler, Prometheus parece ser tu versión sobre el mito de la creación de la humanidad.
Sí, pero recuerden, no es una clase de ciencia, es una película.