Al escuchar las primeras producciones de Zeal & Ardor es fácil imaginar que Manuel Gagneux es un tipo tenso e irascible. La profundidad de su música y la furia que despliega en muchísimos momentos pueden resultar engañosas; Manuel está lejos de ser una estrella deslumbrada por el éxito y la admiración que ha despertado su banda. Es amable, tranquilo, y va al punto.
Zeal & Ardor nació bajo premisas extrañas; tomó su punto de partida en un comentario racista que lo desafiaba a mezclar black metal con “música de negros”. Él le dio la vuelta a las malas intenciones del troll y el resultado fue una de las bandas más respetadas de la escena metalera actual. Desde su álbum debut Devil Is Fine, hace ya unos 8 años, la crítica se ha rendido a sus pies, y las entradas para su próxima gira por Europa y Norteamérica empiezan a agotarse. En estos días ha presentado Greif, un nuevo álbum que muestra a Z&A más como una banda, no tanto como un proyecto solista. Gagneux, que se encarga de la composición, la voz líder y una guitarra, está acompañado por Lukas Kurmann (bajo), Marco Von Allmen (batería), Tiziano Volante (guitarra), además de las voces de Marc Obrist y Denis Wagner.
“Quería expandir lo que teníamos e introducir nuevos colores”, continúa Manuel. “Hay momentos de enojo y reproche, pero también hay algo de consuelo y felicidad. Estoy ampliando la paleta de colores con los que podemos pintar. Son caminos que no hemos probado”.
Tus padres te dieron una educación musical desde muy pequeño, ¿qué encontraste en el metal extremo que te interesó tanto?
Pienso que cuando eres joven siempre buscas los extremos; lo más rápido, lo más ruidoso, lo más agresivo, y creo que fue exactamente eso lo que me atrajo. Y también, porque mis padres son músicos, como adolescente quieres distanciarte de tus padres, y eso era lo más alejado de su música. Mi padre estaba en una banda de salsa, mi madre es cantante de jazz, y esto está en una esquina diametralmente diferente, por eso me atrajo.
¿Cómo describirías los elementos que conforman y unifican Greif, este nuevo álbum de Zeal & Ardor?
Creo que es más ecléctico. Curiosamente, creo que lo que lo une es que está un poco desperdigado [Risas]. Es como las tapas, hay un poco de esto aquí y un poco eso de allá. Es como un ramo de flores.
Pero ¿hay algún concepto, un mensaje? ¿Hay algo que querías decir con este álbum?
A diferencia de los otros discos, este tiene historias más personales, no habla de una rebelión ficticia o algo así, son solo sentimientos que tuve al momento de escribir estas canciones, no es un álbum conceptual. A menos que diga una mentira, pero no voy a mentirte [Risas].
El contraste que hay al escuchar canciones como ‘Disease’ o ‘Clawing Out’ es muy interesante. ¿Cómo describirías este elemento, este contraste? Parece ser fundamental en el sonido de la banda…
Como banda siempre buscamos mejorar, y también buscamos hacer música que, básicamente, nos guste más. Para mí, creo que la variedad es la clave, y esa es también la forma en la que yo escucho música, es muy ecléctica. También pienso que muchas bandas y artistas se sienten obligados a hacer un tipo de música para siempre, y considero que algunas personas harían música realmente interesante, pero no se lo permiten.
¿Qué significa este nuevo disco para ti y la banda en términos de su carrera e historia?
Creo que eso es algo que todavía no podríamos decir, porque estoy en esta situación rara en la que gente como tú lo ha oído, y nunca dirías que el álbum es una mierda, pero no sé cómo será, no sé cómo reaccionará la gente, quizá este sea nuestro Lulu [Risas]. Pero no lo sé todavía, es como ser una persona ciega bajo el agua, así es cómo se siente.
¿Te sientes ansioso al respecto o no te molesta?
Claro que me molesta, pero al final del día no hay nada que pueda hacer. Todo lo que sé es que me gusta el álbum y estoy increíblemente orgulloso de mi banda, que tocó todos los instrumentos. Incluso si fracasa muy, muy mal, no me arrepentiré, porque realmente me gusta el disco.
¿Qué opinas sobre el concepto de géneros?
Creo que tiene sentido porque hay un aspecto de la música que es como joyería, como un collar, una cadena o algo así, algo con lo que te puedes identificar, es como una manera rápida de explicarte a otras personas. Creo que los géneros han ayudado con eso. Así que, en la comunicación sobre música, tiene mucho sentido, y a los humanos nos gusta categorizar, así que no tengo ningún problema con el concepto de géneros.
Es muy común oír a artistas decir que ya es casi imposible crear algo realmente nuevo, pero creo que eso es exactamente lo que tú has conseguido. ¿Qué opinas al respecto? ¿Crees que has creado algo nuevo o que solo has mezclado cosas diferentes?
Supongo que la cuestión estaría en lo que podemos definir como “nuevo”. Porque yo no me inventé esto; lo que quiero decir es que puedes escuchar a Queens of the Stone Age o a Tool en este disco, no es algo que yo haya inventado, pero quizá sí lo puse en un contexto diferente, eso podría ser nuevo. No creo que haya inventado nada, tal vez sí haya hecho una curaduría.
¿Por qué es importante para ti que tu banda se mantenga extraña?
Porque, ¿qué más nos queda? ¿Qué más es emocionante? Incluso si a la gente no le gusta, al menos es algo interesante, y creo que esa es una cualidad muy importante en la música. Incluso si no te gusta algo, o no sientes la misma emoción, experimentas algo nuevo. Creo que eso es lo que amo en la literatura, en las películas, en los videojuegos, en la música; supongo que simplemente es mi preferencia.
Greif es un álbum sorprendente, una exploración marcada por el contraste, y debería proyectar a Zeal & Ardor a nuevos niveles de popularidad.
¿Qué cosas te parecen interesantes?
Me gustan las subversiones. También es como una broma en la que tienes una premisa, le das la vuelta o la sacas de contexto, y eso es lo que me parece interesante.
Estás buscando que te sorprendan…
Sí, básicamente.
Sting suele hablar sobre eso…
¿En serio? Creo que me lo robó a mí, eso lo dije yo. [Risas]
Probablemente, sí [Risas]. ¿Es cierto que el concepto de Zeal & Ardor nació cuando imaginaste lo que habría pasado si los esclavos en el sur de los Estados Unidos se hubieran acogido a Satán en vez de a Jesús?
¡Sí, básicamente! [Risas]
¿Cómo describirías tu perspectiva sobre la religión y la espiritualidad?
Tengo un gran problema con la religión organizada, porque es solo una excusa para hacer cosas raras e incluso horribles. No tengo ningún problema con la espiritualidad, eso está bien, pero cuando se convierte en un arma, cuando es una excusa para ser horrible con los demás, es cuando realmente se convierte en un problema para mí.
¿Cómo te siente ante las cosas que estamos presenciando en este momento en relación con la religión y la guerra?
Obviamente es terrible, y sí, en los Estados Unidos la cristiandad se convirtió en un arma, y es usada como bandera bajo la cual suceden muchas cosas terribles. Básicamente es como una gran excusa, hay hechos horribles que puedes excusar con la religión, y eso me parece terrible.
¿Qué opinas de la manera en que las redes sociales operan en este contexto?
Es brutal. Lo curioso es que mis padres me dijeron que en Internet me lavarían el cerebro e influirían en mí de maneras que yo no podría identificar. Y ahora es básicamente su generación la que ha sido completamente engañada. No todo el mundo, por supuesto, pero creo que hay una gran parte de la generación de mis padres a la que le han mentido de forma eficiente a través de la propaganda en las redes sociales. Sucedió tan rápido, que nadie sabía realmente qué hacer, no había un protocolo y ahora ya es demasiado tarde.
¿Qué edad tienen tus padres?
Unos 60 años.
En relación con el racismo, ¿crees que las cosas han empeorado en los últimos años? ¿Has visto algún cambio significativo en este sentido?
Es difícil decirlo objetivamente, porque también estoy en la burbuja de las redes sociales y solo recibo noticias terribles, así que todo lo que veo es básicamente mierda apocalíptica. Se que no todo es así, sé que también se están haciendo progresos, pero en mi visión restringida solo veo cosas muy, muy tristes. Claramente en los EE. UU. la cosa no va bien ahora, yo diría que hay una especie de retroceso, pero esa no es toda la historia, por lo que supongo que, para saber realmente, tengo que ir a los EE. UU., y lo haré.
¿Qué opinas de Europa en términos de migración y racismo?
Bueno, si nos fijamos en lo que está pasando en el Reino Unido ahora mismo, están asaltando hoteles donde hay refugiados, ¿por qué? Esa es otra mierda como de la Edad Media, y creo que hay una extraña ola sobre el mundo que le da legitimidad, creo que hay mucha tensión, debe haber un escape, y por desgracia es una mierda.
Hablemos de algo más alegre. Me dijiste que escuchas música de una manera muy ecléctica. ¿Cómo podrías describir ese eclecticismo? ¿Qué clase de música escuchas y cuál es tu criterio para escucharla? Además de la interesante sorpresa que buscas.
Ah, ya sabes, solo depende de mi estado de ánimo. A veces tengo ganas de algo de Captain Beefheart y de realmente escuchar los matices. A veces solo quiero escuchar algo estúpido, y escucho pop porque me hace sentir bien y estoy de buen humor; todo está determinado por mis emociones, es algo muy intuitivo.
¿Y tu voz? ¿Qué puedes decirnos sobre la manera en la que trabajas con tu voz y con las voces de la banda?
Si tienes la mejor orquesta del mundo y un solo cantante, tu cerebro va a escuchar la voz. El oído humano gravita hacia eso. Las voces son realmente importantes e intrínsecas a mi música, y supongo que construyo alrededor de ellas. La manera en la que aprendí a cantar es que no tomé ninguna clase; solo cantaba, lo grababa en mi computador y lo reproducía hasta que no lo odiaba. Esa fue mi escuela.
Sí, pero, ¿cómo creas tu música? La forma en que escribes tus canciones, la forma en que las estructuras, ¿empieza por la voz? ¿Son las voces la parte clave?
No siempre, a veces es el piano o la guitarra, puede ser incluso un ritmo, pero siempre tengo presente que, emocionalmente, puedes tocar un chelo muy desgarrador, pero, el momento en que la voz esté ahí… A los humanos nos gustan los humanos, es así. Existe un enorme potencial de comunicación emocional con la voz, y es muy interesante.
¿Hay alguna voz, algún cantante que, cuando lo escuchas, dices “Me gustaría cantar como este chico/esta chica”?
Todo el tiempo, sí. Monica Martin, una gran cantante, tiene una textura preciosa en su voz, nunca hace locuras supermelismáticas, solo canta de forma muy selectiva y precisa, y no necesita más. Me parece increíble el control que hay en eso y que yo no tengo, lo envidio mucho.
Esta es una pregunta que parece un poco complicada, para mí no para ti, pero ¿por qué crees que en el hard rock y el metal es tan difícil encontrar gente negra? No es muy común, no es tan habitual.
Uhm, sí, creo que es obviamente algo cultural, porque la gente negra no es reservada, y hay un elemento de orgullo genial en eso. Y, quiero decir, ellos tienen el hip hop, nosotros tenemos el hip hop, y es algo muy preciado, tan intrínsecamente negro, que creo que la gente gravita hacia eso.
También es que yo soy medio blanco, crecí en Suiza, soy como la persona negra menos étnicamente negra que conocerás, así que también se trata de cómo socializas. Si tu grupo es negro, eso es lo que vas a hacer. Pero claramente también hay otras personas, personas negras en el rock y el metal, pero es un punto de contención, es difícil de decir. Yo no les dije que no lo hicieran, no fui yo [Risas].
