El pasado lunes 8 de agosto, la ciudad que vio nacer a la legendaria banda de heavy metal, Black Sabbath, presenció una pequeña reunión de sus miembros para dar un espectáculo sorpresa en la ceremonia de clausura de los Juegos de la Commonwealth en Birmingham. A pesar de ver varios de sus integrantes en el escenario, el público se cuestionó la ausencia de su bajista por excelencia, Geezer Butler.
Entonando el clásico Paranoid junto al baterista Tommy Clufetos, el bajista Adam Wakeman, y dos de sus infaltables miembros fundadores, Ozzy Osbourne y Tony Iommi, la ciudad al norte de la capital del Reino Unido recibió con aplausos a la sorpresiva aparición de los integrantes para cerrar el evento multideportivo que se llevó a cabo desde el 28 de julio hasta el 8 de agosto. “Los quiero, Birmingham. ¡Es bueno estar de vuelta!”, dijo Osbourne al público del estadio Alexander.
Luego de culminar su presentación, Iommi habló con Birmingham Live en donde se le preguntó por qué el antiguo compañero de su banda, Geezer Butler, no hizo acto de presencia. “Creo que no quería venir porque no estaba bien de COVID”, reveló. “Había estado de vacaciones en Kenia y en Italia y había tenido un accidente en un barco, agrietándose o rompiéndose una costilla hace unas tres semanas, así que no estaba del todo bien para venir a tocar”.
El músico continuó: “Es una pena porque habíamos hablado durante mucho tiempo de la posibilidad de tocar en los Juegos de la Commonwealth”.
En adición a esto, el guitarrista líder que se destaca por haber sido partícipe de cada entrega discográfica de Black Sabbath, comentó con alegría y sorpresa ante la vitalidad de Osbourne para participar del espectáculo luego de haberse sometido a una delicada cirugía que comprometió a su cuello y espalda en una dura recuperación fisioterapéutica, además de haber lidiado con otros problemas de salud. “Nunca pensé que Ozzy pudiera venir a actuar en los Juegos de la Commonwealth debido a su operación”, explicó. “Y cuando dijo que vendría nos pidieron que mantuviéramos todo en secreto para que nadie lo supiera”.
La actuación hizo que un grupo de diputados, entre ellos el líder y el vice líder del Ayuntamiento de Birmingham, haya pedido a la Reina de Inglaterra que reconozca la “gran contribución” de Black Sabbath a la música británica, en sus cinco décadas de carrera musical, luego de que anunciaran el fin de la agrupación en 2017. Aunque en repetidas ocasiones tanto Osbourne como Butler dijeron que Sabbath definitivamente había acabado, en 2021 Iommi comentó: “Nunca se puede decir nunca, ¿verdad?”, siendo el único miembro que le regaló una luz de esperanza a sus más fieles seguidores.
De momento, Ozzy Osbourne y Tony Iommi parecen mantener planes para trabajar juntos en sus carreras como solistas. El mes pasado dieron a conocer su colaboración en Degradation Rules, el sencillo que será parte en el álbum número 13 de Osbourne, Patient Number 9, que verá la luz por primera vez el 9 del próximo mes.
