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¿Por qué han sido tan devastadores los incendios en Chile?

Una de las tragedias más impactantes de la última década que ya ha cobrado la vida de más de cien personas.

Por  VALENTINA VILLAMIL

febrero 8, 2024

Chile se encuentra batallando contra uno de los incendios más arrasadores de la historia del país.

AFP.

Durante estos últimos meses, Sudamérica se ha visto envuelta en un escenario abrasador, con altos registros térmicos que desataron preocupación en comunidades ambientalistas y profesionales meteorológicos por igual. Desde Chile hasta la zona central de Colombia, las altas temperaturas se adueñaron del panorama, marcando un hito en el clima regional. En Santiago de Chile, un sofocante 36,7°C se ubicó como la tercera temperatura más alta jamás registrada en enero en los últimos 112 años, señalando un fenómeno extraordinario en la capital. 

El calentamiento global es una realidad. Hemos podido presenciar las olas de calor y otros fenómenos extremos que son cada vez más comunes y devastadores. La influencia de El Niño, un fenómeno climático periódico, ha exacerbado aún más la situación. Desde mayo de 2023, este fenómeno ha venido cobrando fuerza, alcanzando su punto máximo durante los meses de diciembre y enero, justo cuando Sudamérica está en pleno verano. 

El 2023 fue catalogado como el año más cálido jamás registrado, y las proyecciones para el 2024 no son más alentadoras. Y tan solo en los primeros meses, como raza humana, hemos sido víctimas de extensos incendios forestales que se han registrado a lo largo de todo el sur del continente. Ahora, Chile está atravesando por una de las tragedias más severas desde 2010, cuando el terremoto y tsunami acabaron con la vida de más de 500 personas. 

La semana pasada, el país se vio azotado por un incendio que, hasta el momento, ha consumido más de 15 mil casas y cobrado la vida de al menos 131 personas en varias comunas de la región de Valparaíso. Aunque los incendios masivos no son un fenómeno nuevo en Chile, este último se trata de una tragedia sin precedentes por el número de víctimas.

AFP.

Frente a la situación, el actual presidente del país, Gabriel Boric, se pronunció durante el fin de semana para hacer un llamado a la población con el fin de recopilar toda la información posible sobre el origen de los incendios. “Resulta difícil pensar que pudieran existir personas tan miserables y desalmadas capaces de causar tanta muerte y dolor”, señaló, apuntando que existían sospechas de que el fuego fue provocado.

Conforme pasaron los días, la situación acrecentó y el mismo Boric afirmó que se trata de la “tragedia más grande” que ha vivido el país desde el terremoto en 2010. Así fue como el pasado viernes, el mandatario decretó “Estado de excepción por catástrofe para disponer de todos los recursos necesarios” para combatir la emergencia, además de declarar luto nacional durante dos días.

El presidente chileno Gabriel Boric se pronuncia sobre los incendios en el país.
Felipe Venegas/ATON CHILE.

Las autoridades han tomado otras medidas como la implementación del toque de queda y la presencia militar en las regiones de Viña del Mar y Valparaíso para garantizar la seguridad y el orden en la zona. Así mismo, el gobierno Chileno también ha propuesto iniciativas económicas como alivio tributario, condonaciones en multas e intereses, ayudas para la compra de enseres para la reconstrucción y compra de viviendas, atención médica prioritaria a personas y animales, entre otras, con el fin de ayudar a todos los afectados.

A pesar de los esfuerzos concertados del presidente Boric y las autoridades para movilizarse y recibir ayuda internacional, Chile continúa enfrentando una dura batalla contra los incendios forestales. Con 280 incendios activos, de los cuales 69 están siendo combatidos por 5,600 bomberos y brigadistas, tanto de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) como de empresas forestales, la situación sigue siendo desafiante. 

Países como España, México, Argentina, Colombia, Ecuador, Brasil y Venezuela han prestado personal de bomberos, equipos médicos, brigadistas y militares para contribuir a la disolución del fuego lo más rápido posible. 

Javier Torres/AFP.

A pesar de que aún no se ha encontrado información en concreto sobre el origen de los incendios, el jefe de Defensa Nacional de Chile, el contraalmirante Daniel Muñoz, sugiere que hubo una planificación detrás de estos eventos debido a el hallazgo de cuatro focos simultáneos que dieron inicio al incendio. Esta hipótesis, respaldada también por el gobernador Rodrigo Mundaca y el superintendente de Bomberos de Valparaíso, Juan Paredes, apunta hacia un origen intencionado.

“La Policía de Investigaciones y el Ministerio Público están trabajando para esclarecer las causas de esto (…). En los orígenes hay indicios, hasta lo que sabemos, un patrón de comportamiento que indica que hubo una planificación, algo orquestado y organizado”, señaló Muñoz.

A esta intencionalidad se suma un conjunto de condiciones climáticas extremas que favorecieron la rápida propagación del fuego hacia zonas pobladas. Temperaturas elevadas, vientos intensos superiores a los 60 kilómetros por hora y una baja humedad se combinaron en un escenario de ola de calor histórica, exacerbada por una sequía de 15 años. Esta sequía fue interrumpida por un año con más precipitaciones, que creó pastos largos ya secos, actuando como un combustible adicional para el incendio que arrasó cerca de 10 mil hectáreas en apenas dos días.

Adicionalmente, otras de las razones que dieron pie a la extensión masiva del incendio se debe a la presencia predominante de especies invasoras como el pino y el eucalipto en las regiones centro y sur de Chile. Estas especies fueron introducidas para la producción de celulosa y madera y rodeaban varias zonas de Valparaíso. 

Según Aníbal Pauchard, director del Instituto de Ecología y Biodiversidad de la Universidad de Concepción, tanto el pino como el eucalipto arden rápidamente, lo que, sumado a la presencia de otras especies invasoras arbustivas, crea una alta cantidad de combustible. 

“El bosque nativo es mucho más resiliente al fuego. Además, la densidad de biomasa de las plantaciones forestales es mayor que el bosque nativo para maximizar la producción, y eso puede ser un problema”, agrega Roberto Rondanelli, académico del departamento de Geofísica de la Universidad de Chile.

Javier Torres/AFP.

La rápida propagación hacia áreas urbanas se debió, en parte, a la topografía de la región y a la presencia de casas de material ligero y altamente inflamable en zonas de vivienda irregular. Estas áreas, como señala Víctor Orellana, ex subdirector de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), carecen de infraestructura básica como agua y caminos adecuados para la llegada de los bomberos, lo que facilitó la expansión del fuego hacia las ciudades.

Esta tragedia es el resultado de una combinación letal de factores, sin embargo, más allá de la intencionalidad y la flora que rodea la zona de Valparaíso, es importante recalcar que nos enfrentamos a los primeros grandes estragos del calentamiento global. Si bien el cambio climático es inevitable y fenómenos como el de El Niño o las estaciones alrededor del mundo son algo natural, nuestro impacto negativo como sociedad ha hecho de la Tierra un lugar mucho más vulnerable frente a estos desastres naturales.

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