La salud física de Ozzy Osbourne no ha tenido tregua y tras casi dos décadas de su accidente en cuatrimoto que le dejó varios huesos rotos, aún presenta secuelas por lo que tendrá que someterse a una nueva cirugía de cuello.
“En estos días no he podido caminar bien”, dijo el músico en una entrevista con la revista Classic Rock. “Todas las mañanas tengo terapia física. De algún modo estoy mejor, pero no tanto como me gustaría para poder regresar a los escenarios”.
El cantante se sometió a su primera cirugía de cuello en 2019 luego de sufrir una caída que empeoró las molestias en su cuello, hombros y espalda que venía presentando desde 2003. Osbourne describió el procedimiento como una “agonía incomparable con cualquier cosa que haya experimentado”, y desde entonces ha estado en tratamiento para recuperar su movilidad.
En octubre de 2021, el Príncipe de las Tinieblas expresó sus temores frente a un segundo procedimiento en su cuello, aunque fue claro al considerar que era lo mejor que podía hacer si quería volver a dar conciertos. En su conversación con Classic Rock, destacó que le ha ido “muy bien” teniendo en cuenta su edad, pero a pesar de no planear irse, su “hora va a llegar”.
Hace unas semanas, Osbourne dio positivo para COVID-19 luego de haber esquivado el virus, siendo el único miembro de su familia en no haberse contagiado desde el inicio de la pandemia hasta entonces. El exlíder de Black Sabbath ha pasado de achaque en achache en los últimos años, pero sus problemas de salud no le han impedido preparar el sucesor de su álbum de 2020, Ordinary Man. El disco está siendo producido por Andrew Watt (Miley Cyrus, Elton John) y contará con contribuciones de Zakk Wylde, Tony Iommy, Chad Smith, Eric Clapton, Robert Trujillo y el difunto Taylor Hawkins, entre muchos otros.
