Oliver Sim, de The xx, debuta en el cine de horror: “Recomiendo no hacer lo que hice yo”

El músico británico lanza disco solista y cortometraje con más de un tema en común y deja algunos consejos en esta entrevista exclusiva

Por  BARTOLOMÉ ARMENTANO

septiembre 26, 2022

Oliver Sim, en "Hideous", el cortometraje estrenado por la plataforma MUBI

Casper Sejersen

Un monstruo de piel escamosa yace en un set de filmación. Algunos minutos atrás, estaba trajeado por Dior y lucía como Oliver Sim, el integrante introvertido del grupo británico The xx. Ahora, recién salido del closet en una entrevista televisiva, transmutó en una criatura verde con un top de lentejuelas. Tomó represalias contra el equipo de rodaje que lo humilló tras el anuncio. El nuevo Sim, aferrándose a un instante de silencio, entona sus últimas palabras: “Vivo con VIH desde los 17, ¿soy repulsivo?”.
La escena es parte de Hideous, el cortometraje de Yann González que pasó por el Festival de Cannes en mayo de este año y que la plataforma MUBI estrenó unos días atrás. El video, un tributo increíblemente ejecutado a algunas tendencias del terror como el giallo y las producciones B de Hammer Films, acompaña con imágenes a un puñado de canciones que integran Hideous Bastard, el debut como solista de Sim publicado vía Young y producido por Jamie xx.

Aunque el proyecto interrogue la noción de vergüenza desde el punto donde intersectan el terror y lo disidente (coordenada habitada, al mismo tiempo, por Bronski Beat, Laurie Strode y Bimini Bon Boulash), Sim se expresa con el relajo propio de alguien que sabe quién es. En conversación con Rolling Stone, el músico se extiende sobre Hideous con una franqueza atípica para una época de postureos vacíos y falsos compromisos.

¿Cuál fue tu intención con el proyecto Hideous Bastard?

Empecé a escribir sin planes de componer un disco que tratase sobre algo específico o suene de una manera determinada. Lo cierto es que detecté una temática recurrente recién cuando ya tenía varias de las canciones terminadas, ahí noté que regresaba siempre a cuestiones como el miedo y la vergüenza, que eran reveladoras de la situación en la que se encontraba mi vida por aquel entonces. Ir a terapia y abrirme sobre estos temas, más que ser una herramienta de auto-flagelo, me sirvió para aminorar todo el peso que cargaba y para dejar de sentirme tan abrumado todo el tiempo.

Tanto el cortometraje como el disco giran en torno a ese concepto de la vergüenza. ¿Qué descubriste al respecto? ¿Te quedan culpas residuales?

Lo que hice yo fue tratar de escapar de algunos aspectos míos de los que no quería saber nada, pero no funcionó porque la vergüenza se alimenta del ocultamiento y la clandestinidad. No quiero sermonear a nadie sobre lo que tienen que hacer, hablo desde mi experiencia, pero el único alivio que me funcionó fue hablar, te hace entender que lo que te avergüenza no tiene ningún sentido racional. ¿Por qué esconderse? ¿Por qué, incluso, no compartir aquello que creemos que nos vuelve inaceptables u horribles? Recomiendo hablar con gente que ofrezca un espacio de confianza en lugar de hacer lo que hice yo, que fue escribir una canción al respecto y mostrarla de una forma tan pública. Eso no lo hagan. No diría que estoy libre de miedos, todavía tengo momentos donde me siento incómodo, pero eso está bien y ya no me abruma como lo hacía tres años atrás. Ahora tengo una perspectiva más balanceada, y ni que la vergüenza fuese lo peor que existe tampoco. A veces nos mantiene a salvo y nos detiene de hacer cosas que en el fondo no queremos hacer. Además, hay que decirlo, la vergüenza puede ser un poco hot. *risas* George Michael fue muy creativo al dar vuelta ese concepto y decir: “¿quién siente culpa en esta situación, soy yo o sos vos?”.

Oliver Sim, en “Hideous”, el cortometraje estrenado por la plataforma MUBI

Acabás de mencionar que hace tres años no te sentías de la misma manera. ¿Hubo algún hecho concreto que te haya hecho sentir lo suficientemente cómodo como para hablar de tu experiencia como persona portadora de VIH ahora (y no antes o después)?

Cuando escribí la canción, la decisión de incluir eso fue completamente impulsiva. La mayor parte de mi círculo cercano sabía sobre mi estado, pero solo lo habíamos charlado una vez y eso me sirvió de excusa para decir: “Bueno, listo, ahora podemos cubrir este asunto con una capa de invisibilidad y no tocar más el tema”. Si hubiera publicado la canción cuando la terminé, hubiese sido un shock absolutamente dramático a mi sistema. Mi mamá es la segunda persona a la que le mostré el tema y su consejo para mí fue que vaya y tenga conversaciones. Componer música no es tener una conversación; aunque se la muestre al mundo, voy a seguir dándole la espalda al no tener que estar ahí en una misma habitación manteniendo contacto visual y escuchando lo que tienen para decirme. Mi mamá me dijo que avance de a pasos cortos y eso me ayudó mucho más que publicar este corto o estas canciones. Bien por mamá.

¿Cuál fue tu decisión creativa favorita en el proyecto Hideous?

Lo que más me divirtió fue jugar con las voces. ¿Cuál es mi voz cuando no estoy cantando un dueto con Romy (Madley Croft)? ¿Qué tan arriba y qué tan abajo puede llegar? ¿Cómo va a sonar si la llevo hasta el extremo más grave que pueda, parodiando lo que yo creo que es la masculinidad al punto de que suene casi demoníaca? ¿Qué pasaría si agarro eso y le sumo las voces de Jimmy Somerville, que sigue siendo aguda y prístina? Después, usar samples de los Beach Boys y Brian Wilson, es decir, un grupo de armonías masculinas. Un sonido masculino pero emotivo y tierno a la vez. La idea de hombres armonizando en conjunto me resulta súper queer a mí, me encanta y me parece muy romántica [risas]. Creo que esa fue mi decisión favorita, la exploración de la voz masculina.

¿Cómo fue la conceptualización de la película y por qué elegiste el terror, y más específicamente el giallo, como vehículo para expresar esta historia?

Mi relación con el terror no tiene mucho sentido en los papeles porque soy una persona bastante asustadiza, aunque haya un grado de control en la posibilidad de pausar y también en la estructura comienzo-desarrollo-desenlace. Creo que lo que me atrae del terror es que los personajes suelen ser mucho más interesantes y me generan una identificación mayor. Mis temores no tienen que ver con monstruos, fantasmas o asesinos seriales; van más por el lado del rechazo y la soledad, y el terror te puede enseñar a reírte de todo eso. Que pueda ser camp y ridículo y colorido al mismo tiempo que oscuro y asqueroso y espeluznante implica un equilibrio y un nivel de fantasía que me fascina. Tengo tal amorío con la fantasía que necesito barnizar cualquier mensaje con una experiencia fantástica. Más viniendo del Covid y de estar viviendo en nuestros dormitorios. La gente no necesita verme en mi versión más aburrida y “real” para que esto sea algo valioso. Quiero darle a la gente fantasía y entretenimiento porque la ficción puede ser tan reveladora y profunda como cualquier documental.

Hay un componente de venganza simbólica en los slashers también, donde los personajes más hegemónicos son los primeros en caer.

Exacto, y son esos monstruos que la sociedad rechaza los que se permiten el enojo y la venganza; un concepto que puede ser muy atractivo de joven si estás pasando por algo parecido. Mencionás a los slashers y yo, cuando era chico, no me veía a mí mismo en los héroes de acción ni tampoco aspiraba a ser uno. Me gustaban las final girls, tenían algo a lo que yo aspiraba y es que podían ser femeninas y hermosas al mismo tiempo que fuertes y enojadas. Que todos esos atributos confluyan en una misma persona, incluso si no eran de mi mismo sexo, me resultaba importante.

¿Y buscaste referentes así en la música? ¿Cuáles son tus divas de referencia?

Courtney Love es un ejemplo de eso. Más en el mainstream, Amy Winehouse se permitió como compositora estar enojadísima y también ser muy graciosa. Y con todo lo que amo a estas chicas, debo decir que Brian Molko de Placebo representó para mí lo que Bowie representó para mucha gente en su adolescencia. Fue el primer hombre que vi que se presentó con ambigüedad y androginia, y tocaba una música enojadísima y con un vestido puesto, luciendo como la persona más bella que yo haya visto. A él lo pongo en la misma categoría que a Courtney Love.

Hablás de enojo y debo decir que el anuncio de Hideous, desde el título, me sorprendió porque tu música con The xx era muy romántica. ¿Trabajar en solitario te dio más perspectiva de cuál es el ingrediente específico que le aportás a tu banda?

Sin dudas, pero sobre todo creo que con este disco va a cambiar lo que ofrezca de acá en adelante a The xx, y eso es lo que más busco. Cuando Jamie hizo su disco solista y vi cómo lo afectó a él y cómo eso impactó después sobre nuestra banda, pensé: “Quiero eso”. Quiero volver al próximo disco que hagamos con ideas nuevas y una nueva identidad propia. No te das idea de la música que está haciendo Romy ahora, me encanta. No podría ser más ajena a mi disco, es una fiesta distinta. Hace que me pregunte cuál sería el punto medio entre Jamie, Romy y yo el día de hoy, ahora que hicimos proyectos solistas. No sé cómo nos va a cambiar ni cómo va a sonar, pero me entusiasma muchísimo descubrirlo.