Al escritor español Juan José Millás se le acredita ser el padre de un género literario llamado “articuento”, en el que, de acuerdo con sus palabras “un episodio cotidiano y banal se transforma gradualmente en una grieta por la que escapa el concepto mismo de eso que llamamos realidad”.
Es precisamente lo que sucede en su obra Desde la sombra, publicada en el 2016, en el que un hombre llamado Damián, huye de su jefe luego de una rabieta al enterarse de que ha sido despedido, para esconderse en el primer lugar que encuentra, el cual es un enorme armario ubicado en una camioneta. La camioneta arranca y lleva el armario a la casa de una familia conformada por una mujer, un hombre y una adolescente. Damián, en vez de salir del armario y continuar con su vida, decide quedarse a vivir en el armario sin que la familia lo sepa, como si se tratara de un miembro fantasma.
Félix Viscarret, quien abordó las diferentes facetas del director Carlos Saura en el documental Saura(s) y que llevó a muy buen término las adaptaciones de las novelas El trompetista del Utopía y Patria, de Fernando Aramburu, así como Vientos de Cuaresma de Leonardo Padura, es el encargado de llevar al cine la novela de Millás, ahora bajo el título de No mires a los ojos, inspirado en la canción de la agrupación Golpes Bajos.
Paco León, el protagonista de ese maravilloso remake de la cinta australiana sobre sexo The Little Death, llamado Kiki, el amor se hace, hace un estupendo ejercicio de miradas y gestos para confeccionar al excéntrico Damián, de una manera que nos recuerda a la magnífica interpretación que el fallecido Robin Williams hizo en One Hour Photo, como ese hombre solitario encargado de revelar fotos y que se obsesiona por una familia a partir de las fotografías a las que accede. Leonor Watling, la protagonista de ese otro estudio sobre la sexualidad humana llamado Inconscientes (en dupla con el gran Luis Tosar), interpreta a Lucía, la esposa del infiel Fede (Álex Brendemühl) y la madre de Paula (Susana Abaitua), una adolescente envuelta en una relación abusiva, quien sufre de depresión y que cree que Damián es el fantasma de su difunto hermano que habita en el armario.
Viscarret se enfoca en el conflicto psicológico, más específicamente en los diversos planos mentales y de realidad interior que hacen parte de los protagonistas de las obras de Millás, para contar esta inquietante historia (la cinta comienza con Damián siendo entrevistado en un programa de televisión presentado por Sergio O´Kane, un periodista sin escrúpulos encarnado por Juan Diego Botto), pero también se inspira en la mencionada cinta de Mark Romanek protagonizada por Williams, así como en los clásicos La conversación de Francis Ford Coppola, La vida de los otros de Florian Henckel von Donnesmarck, Hierro 3 de Kim Ki-Duk y, por supuesto, Parásito, de Bon Joon Ho, para hablarnos sobre este hombre solitario, un intruso diluido en unas vidas ajenas que no le pertenecen y que observa y escucha en un acto similar al de un voyerista o un espectador de cine (de acuerdo con Truffaut son prácticamente lo mismo) implicado en una vida diferente a la suya para suplir así su propia carencia existencial. Asimismo, el lado oscuro y macabro que Jaumé Balagueró mostró sobre este tipo de intrusos en la cinta Mientras duermes (protagonizada por Tosar), está también presente en el trabajo de Viscarret.
¿Es una cinta de suspenso? ¿Es un drama psicológico? ¿Es una comedia? ¿Es una cinta surrealista? La verdad, no importa. No mires a los ojos es una fascinante puerta de entrada al misterioso universo psicológico de Juan José Millás y a la compasión humanista del cine de Félix Viscarret.
