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Nicki Nicole busca su voz mientras canta Parte de mí

La artista de 21 años juega con la versatilidad y su rango musical en este segundo álbum

Por  JULYSSA LÓPEZ

RODRIGO GONZALEZ

Nicki Nicole

Parte de mí

Nicki Nicole, la artista argentina, encontró su nicho musical en el R&B mezclado con trap y reggaeton. Pero, ahora, con Parte de mí, abre una puerta a sonidos inesperados con baladas y piano, líricas sobre la soledad y una voz que suena tan delicada como dolorosa. En esencia este disco captura la complejidad de tener 21 años: el eclecticismo, la coherencia pero sin la cohesión. Nicki expone toda su vulnerabilidad y la convierte en fuerza.

Parte de mí es el segundo álbum de estudio de la artista, y es el primer debut con Sony Music Latin, que la acogió bajo su ala en 2020. Nicole comenzó a hacer música a los 19 años, en muy poco tiempo se hizo viral en Argentina, y desde entonces la asocian con la escena del trap. Recientemente, su país se ha convertido en una fuente de trap. Nicki ha trabajado de cerca con artistas como Bizarrap (con quien hace dos colaboraciones en el álbum), pero su estilo único impide encasillarse como artista de trap. Esa fluidez, y flexibilidad, le han permitido trabajar con figuras de géneros distintos, como la agrupación uruguaya No Te Va Gustar, y hace poco demostró sus habilidades de freestyle en su concierto Tiny Desk.

Saltando entre diferentes sonidos y colaboraciones, Nicki logra capturar lo mejor de su esfera musical en este álbum. En ‘Toa La Vida’ canta junto al rapero puertorriqueño Mora y juntos hacen una canción que remueve fibras y eriza la piel. Luego, en ‘Sabe’, cambia su presencia al cantar con Rauw Alejandro, pues entre los dos se siente una camaradería en cuanto a ritmos rápidos. Si bien la versatilidad de Nicki la hace una gran artista, esa misma cualidad entorpece la coherencia del álbum, porque en las colaboraciones con Bizarrap y Dread Mar-I en Parte de mí, las canciones se quedan cortas.

En medio del álbum encontramos temas como ‘Si Vos Me Lo Pedis’ y ‘Perdido’, que son momentos en donde Nicole vuelve a deleitarnos con su irresistible suavidad y coros más potentes, algo que hace con mucha seguridad. ‘Pensamos’, la canción con Mon Laferte, retoma la cadencia del inicio y le añade profundidad con su flow y sus versos rápidos. Este es un álbum inspirado en la flexibilidad y es el primer paso para encontrar su propia voz.