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Musicians on musicians: Finneas & Rick Rubin

Dos productores revolucionarios hablan sobre cómo hicieron sus más grandes éxitos, cómo mantienen los oídos frescos y la importancia de rodearse de cosas bellas

Por  ANDY GREENE

noviembre 21, 2022

LOUIS BROWNE ; ROB LATOUR/VARIETY/REX/SHUTTERSTOCK

Faltan unas dos horas para que Billie Eilish y su hermano, Finneas O’Conell, tengan que salir al escenario en Brisbane, Australia. Sin embargo, por el momento, la mente de Finneas no está en el concierto; se encuentra en el camerino, abriendo Zoom para poder verse con uno de sus héroes.

“Siento que desde hace mucho estábamos destinados a conocernos”, dice Rick Rubin cuando Finneas aparece en su pantalla. “Siento que estaba en el éter, y ahora está sucediendo. Se siente bien”.

Rubin está en Siena, Italia, trabajando en un nuevo proyecto no especificado. “Estoy viendo estos enormes árboles balancearse y las hojas girar”, comenta mirando la tormenta por la ventana. “Es hermoso”. Mientras tanto, Finneas acaba de terminar un sándwich de Subway. “Sabe igual que en cualquier otra parte del mundo”, dice. “Su control de calidad es increíble”.

Ambos productores comenzaron sus carreras de maneras poco tradicionales: Rubin, de 59 años, comenzó Def Jam Records en su habitación en la Universidad de Nueva York (NYU); mientras que Finneas, de 25 años, ayudó a producir el disco definitivo de la carrera de Eilish, When We All Fall Asleep, Where Do We Go? en la habitación que tenía de pequeño. Rubin ha trabajado con todo el mundo desde Johnny Cash hasta Jay-Z; y Finneas sigue juntando fuerzas con su hermana, y ha colaborado con artistas como Halsey y Kid Cudi, además de lanza su propio debut como solista, Optimist, el año pasado. Ambos tienen un profundo respeto por el rock, el pop, el hip hop, y todo lo que hay en medio. “Me emociona ver en quién te convertirás”, expresa Rubin, “y aprender cómo es que haces lo que haces”.

***

FINNEAS: La primera vez que supe de ti tenía como nueve años, en los créditos de un disco de Linkin Park. Luego busqué tu discográfica, y había muchos álbumes que adoro y no sabía que los habías hecho tú. Esa fue una revelación interesante, fue emocionante descubrir que una sola persona podía estar involucrada en todo eso.

RUBIN: La primera vez que supe de ti fue porque ya había escuchado de Billie antes de [siquiera finalizar su álbum debut]. Ya se sentía en el aire que algo especial estaba pasando. Es inusual que se dé, especialmente en este mundo post-streaming, donde todo existe todo el tiempo. Para ese punto, ¿tenías algún trabajo soñado que no fuera la música?

FINNEAS: Tenía muchas, muchas, muchas ganas de ser músico profesional. Desde que tengo 13 años pienso: “Dios mío, si pudiera ganarme la vida haciendo música…”. Entonces, desde los 12 hasta los 18 [cuando Eilish lanzó su primer éxito producido por Finneas ‘Ocean Eyes’], estuve bastante estresado.

Ok, esta es una pregunta personal. Al observar la magnitud de tu carrera, te veo como un maestro de la delegación, le entregas el volante a las personas y les dices: “Creo que podrías ir en esta dirección”, pero dejando que ellas sean las que conduzcan. ¿Estoy en lo correcto?

RUBIN: Cuando comencé, yo creaba toda la música y también componía. Algo de lo que me di cuenta muy rápido es que, si quería trabajar en muchos proyectos, no podía hacerlo todo yo. Los mejores compositores del mundo solo pueden escribir un álbum o dos en un año.

Entonces, me alejé de la composición y me enfoqué más en cómo sonaba, los arreglos de la canción, si el material es lo suficientemente bueno. Me puedo ir a las 6 p.m., pero el ingeniero y el artista pueden seguir trabajando toda la noche. Luego, en la mañana, vuelvo y hay otro conjunto [de canciones] para escuchar.

FINNEAS: Vuelves al otro día con una perspectiva que no hubieras tenido de haberte quedado toda la noche.

RUBIN: Ese es un punto clave. Cuando escuchas algo 100 veces, es difícil escucharlo de otra manera y hacer que esa otra manera suene cómo tú quieres. Hoy en día, no saco la música del estudio, precisamente por eso. Siempre quiero estar despejado, como si la estuviera escuchando por primera vez. Así es cómo la audiencia la va a percibir.


“El hecho de que no supiera lo que hacía, ayudó; fue un punk rock muy DIY, y fue mucho más fiel a lo que la escena [del hip hop] era en ese entonces”.


FINNEAS: Cómo la audiencia percibe algo, para mí, es la parte más intimidante de lanzar música. Muchas veces he escuchado canciones que rechazo a la primera, y una semana después, las siento de una manera diferente y me encantan. Siempre espero que la gente escuche las canciones más de una vez, porque, personalmente, a veces lo necesito.

RUBIN: ¿Sueles escuchar canciones o proyectos completos?

FINNEAS: Suelo escuchar canciones, al menos en el proceso de descubrimiento. Si estoy en un vuelo o en el carro, me comprometería a escuchar todo un disco. Me encantan los cuerpos de trabajo completos.

RUBIN: ¿Cuál sería un álbum que estarías dispuesto a escuchar en un vuelo?

FINNEAS: Una de mis artistas favoritas es Feist, y varios de sus álbumes también son mis favoritos: Reminder y Pleasure. Esos los he escuchado últimamente. Y este año he escuchado bastante a Cake. Personalmente me encantaría un nuevo álbum de Cake.

RUBIN: Podrías hacer uno con ellos.

FINNEAS: Eso sería muy genial. ¿Y qué hay de ti? ¿Hay algún álbum que hayas escuchado de principio a fin?

RUBIN: Lo que pasa es que yo escucho la música de un artista, no necesariamente un álbum y muy ocasionalmente una canción. Suelo decir: “Quiero escuchar a The Doors”, y escucho mucho de The Doors, o los Beatles, o Sinatra. Y no suele ser tan especifico, “este es el sabor que quiero”.

Mencionaste que cuando eras más joven, te sentías estresado ante la posibilidad de ser un músico. Y al escuchar tu álbum, Optimist, percibo mucho de ese estrés en las letras, en las que te proyectas al futuro. Hay muchas referencias sobre ser olvidado o seguir adelante. ¿Sueles pasar mucho tiempo proyectándote al futuro?

FINNEAS: Definitivamente. Hay una canción en este álbum, que escribí durante el Covid, llamada ‘Only a Lifetime’, y habla sobre estar presente. La vida es corta, no hay que desperdiciarla esperando a que el tiempo pase. Recuerdo que la escribí desde un lugar muy arrogante, pensando: “La rompí”. Y lo volví a hacer al día siguiente. Ese es el tipo de polaridad que hay en todo esto. Me resulta muy difícil escribir mientras estoy de gira, es una experiencia muy poco inspiradora para mí.

RUBIN: He intentado vivir en lugares inspiradores. Me ayuda estar en un lugar lindo y tranquilo, ya sea un bosque o el océano. Cuando me mudé a California, uno de los primeros álbumes que hice fue Blood Sugar Sex Magik, de los Red Hot Chili Peppers, su quinto disco. Pudimos escoger entre ir a un estudio sin ventanas, como lo habían hecho en sus anteriores álbumes, o inventarnos una nueva aventura. Así que rentamos una mansión, en la que la banda vivió mientras trabajamos allí.  De hecho, tres de ellos nunca salieron de allá hasta que terminamos el álbum, lo cual es bastante drástico.

Acabamos de terminar las pistas base para un nuevo álbum de los Strokes. Las grabamos en la cima de una montaña en Costa Rica. Afuera, la banda le dio un concierto al océano, y fue increíble.

FINNEAS: The New Abnormal [de 2020] es, posiblemente, mi álbum favorito de los Strokes. Y he sido fan desde siempre. No me sorprendió cuando supe que tú lo habías hecho. Todos los elementos que más me gustan en la música están ahí, [pero] ‘At the Door’ es mi canción favorita del álbum, y tremendo giro para ellos. Siento que eres una especie de mentor a los ojos y mentes de la gente de mi edad. ¿Hay alguien que puedas decir significó lo mismo para ti al comienzo?

RUBIN: Había una tiendita muy genial de importaciones indie en la que solía pasar el rato cuando estaba en NYU: 99 Records. Cuando quise hacer música, ellos me guiaron y me dijeron dónde grabar, dónde imprimir etiquetas y dónde imprimir los vinilos. No tuve un mentor en términos de cómo hacer los álbumes y, de cierta manera, eso me benefició porque ese fue el nacimiento del hip hop. El hecho de que no supiera lo que hacía, ayudó; fue un punk rock muy DIY, y fue mucho más fiel a lo que la escena [del hip hop] era en ese entonces, que se basaba más en breakbeat y beats rockeros… ¿Alguna vez estuviste en una banda?

FINNEAS: Sí, la idea de hacer música solo me parecía loquísima. Pero estar en una banda también puede ser muy caótico. Nunca he estado en una banda exitosa, pero veo otras bandas y siento empatía por ellas; estar en una banda me parece muy difícil.

RUBIN: Son como tres matrimonios al tiempo, por eso muy pocas bandas sobreviven.

FINNEAS: E incluso con mi hermana, en ciertas maneras, desde entonces somos como una banda. Y siempre he sido muy firme al decirle: “Esto va a estar bajo tu nombre, tú eres la estrella de los videos, las canciones son sobre tu vida, y luego yo haré [lo mío] aparte”. Ahí hay una especie de monarquía que nos ha ayudado como colaboradores, porque no me da miedo decir lo que pienso, pero también noto cuando ella está en plan: “Entiendo lo que dices, pero lo prefiero de esta otra manera”. 


“Si Billie alguna vez hace un disco con un productor-compositor diferente, estoy seguro de que será muy bueno, porque es súper talentosa, pero será muy diferente. Es una cuestión de química”.


RUBIN: Y tú puedes hacer lo tuyo por completo.

FINNEAS: Totalmente. Pero también hay bandas como los Strokes, los Chili Peppers o Radiohead, que siento que no existirían sin la química que hay entre los miembros. Cuando una banda sale de gira y uno de los guitarristas no va por alguna razón, te desanima; ahí es cuando sabes que realmente amas una banda.

RUBIN: También puede ser similar con un artista y un productor. La música que Charli XCX hizo con Sophie son mis canciones favoritas de Charli. Desafortunadamente, eso ya no pasa sin canalizar. A veces se establecen relaciones en las que las piezas involucradas contribuyen para agrandar [lo que se está creando]. Parece que eso pasa contigo y tu hermana.

FINNEAS: Pienso que si ella, y es bienvenida a hacerlo y espero que lo haga, si es lo que quiere hacer…, alguna vez hace un disco con un productor-compositor diferente, estoy seguro de que será muy bueno, porque ella es súper talentosa, pero será muy diferente. Definitivamente es una cuestión de química.

¿Sabes? A pesar de nunca haber hablado antes, creo que, si no tuviéramos un micrófono, estaríamos teniendo la misma conversación, lo cual me parece muy genial, porque siempre había querido hablar contigo.

RUBIN: Me pasa lo mismo. Estoy seguro de que la próxima vez será en persona, por mucho más tiempo y escucharemos música. Será increíble.

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