Melero se mete en el mundo de los NFT

El compositor lanza 'Ultima Thule', su nuevo álbum, en formato de cripto arte. Pero también en una edición limitada y numerada en vinilo

Por  HUMPHREY INZILLO

abril 11, 2022

"Qualia" está construido a partir de grabaciones conservadas desde 2006.

Gentileza Rodrigo Ottaviano

Tal vez porque siempre estuvo a la vanguardia, no resulta sorprendente que en su próximo lanzamiento, la saga de cuatro álbumes titulada Qualia, Daniel Melero ingrese en el mundo de los NFT. Los non-fungible token son una especie de certificado digital por el que se puede identificar la unicidad, autenticidad y trazabilidad de activos digitales escasos. Se trata de una experiencia colaborativa: sus seguidores van a poder participar activamente y contribuir con el autor de “Trátame suavemente” utilizando tecnología de contratos inteligentes sobre la red Ethereum. El álbum será lanzado en cuatro etapas a partir del 4 de este mes mediante la plataforma web 3.0 Qurable.co en una serie de entregables digitales (tokens no fungibles) y físicos. El primer título de la saga se llama Última Thule y propone un nuevo juego de interacción entre la audiencia y el artista. ¿Se vienen los criptomeleros? “Si la criptomoneda a mí me parece que es una nueva estafa, no quiero olvidarme de que el dinero también lo es”, explica Daniel. “Son papeles que cuesta mucho menos fabricar de lo que después se dice que valen. En la esfera de los negocios es una fantasía que es implementada como un sistema que nunca me pareció adecuado. Así que mis problemas con ese tipo de cosas vienen desde la época de los templarios. Mis desacuerdos con el plusvalor no son nuevos”.

Implementar esta dinámica para el lanzamiento y la comercialización de su nuevo álbum -según Melero- fue sencillo. En esa decisión fue clave el rol de Franco Di Lorenzo, el artista conocido como Dilo, que está a cargo de la curaduría de Fuxia, el sello/galería de arte digital. Dilo es un viejo conocido de Melero, desde hace más de dos décadas. “Cuando salió el primer disco de Elephant Pixel lo escuché y me encantó. Lo llamé para decirle un montón de cosas sobre su trabajo y desde entonces nos hemos visto esporádicamente. Así que cuando apareció con este proyecto, no lo dudé”, explica. “Imaginate que he atravesado bastantes años dentro de lo que llaman ‘industria discográfica’ y he visto muchos cambios de formato”, sostiene Melero. “En este caso, me guié por sensaciones. Para mí, a esta altura, más que el sello o el formato, me resultan mucho más atractivas las  entropías entre las personas. Observando mi errática trayectoria, creo que mis discos son manifiestos: y siento que Qualia es un manifiesto. Podría haber sido editado de muchas maneras, pero me encanta que sea así: abstracta y llena de ilusiones”.

Cada una de las etapas incluye el acceso al material en digital, el pase al cóctel que se realizará en la presentación oficial del álbum (el sábado 7 de mayo en el ND Teatro), a un meet & greet y a una conferencia de prensa virtual, pero también se incluyen experiencias como la liberación de los stems para que sus seguidores puedan remixarlas, una licencia comercial NFT para el uso de stems en sus propias producciones discográficas, y la participación en un concurso de remixes, cuyos ganadores serán incluidos en el lanzamiento de un álbum ad hoc. Y, también, el vinilo de edición limitada, autografiado por el artista.

“¡Que salga en vinilo me parece hermoso!’, se entusiasma Melero. “Son  ejemplares numerados y me gusta equipararlos con trabajos en serigrafía. Me parece interesante la situación plástica en la música. Varias de las canciones se iniciaron en 2006. Entraron en ese tipo de carpetas que son un legajo para el futuro, como aquella novela de Lawrence Sanders. Eran cosas que no encajaban en los discursos sonoros y conceptuales de lo que estaba elaborando en ese momento, pero igualmente sobrevivieron: pasaron de computadora a computadora, nunca formaron parte de algo que se tirara a la basura. Es la mácula de una mala evolución”.

El nombre del proyecto, Qualia, remite a la llamada ‘filosofía de la mente’ y se refiere a las cualidades subjetivas de las experiencias individuales. “Me pareció una idea fascinante”, se entusiasma. ”Es uno de los aspectos más denostados dentro del campo filosófico ‘oficial’, pero para mí era un trampolín artístico fascinante. Así que me metí solo hasta la boca del león. Y navegando en la Internet ‘de antes’, leyendo sitios, blogs y posteos de filósofos no necesariamente actuales, estudié un poco y salí corriendo a hacerlo”.

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