Con más de dos décadas de carrera, Macaco se ha convertido en una figura destacada de la escena musical española y latinoamericana, conocido por su fusión de diferentes géneros musicales, su activismo social y medioambiental, y su mensaje positivo y edificante a través de su música. Luego de tres años, el español finalmente nos ha regalado un nuevo trabajo que llega desde las profundidades de su corazón, acompañado de las voces de diferentes colaboradores quienes se han unido para contar sus encuentros cara a cara con el amor.
Para Daniel Carbonell, el verdadero nombre detrás del intérprete, no hay un solo idioma para hablar del amor y Vuélame el Corazón aterriza como la compilación de historias contadas por él y cada uno de sus invitados. “No quería hacer lo típico de poner dos o tres colaboraciones”, explica. “El proceso fue muy natural. Sí tenía claro que tenían que ser colaboraciones muy eclécticas, de artistas con estilos muy diferentes, porque la idea, los mensajes, el debate iba sobre diferentes estados por los que todos y todas podemos haber transitado alguna vez en nuestra vida”.
Su noveno trabajo de estudio muestra el estilo único del cantautor oriundo de Barcelona, que mezcla diferentes géneros musicales, como el reggae, el hip-hop, los ritmos latinos y las músicas del mundo, para crear un sonido versátil, diverso y a la vez, familiar. El proyecto en conjunto con diferentes artistas añade al álbum un sabor multicultural y multilingüe, sin perder de vista el desarrollo orgánico de cada una de sus pistas.
Las 15 canciones fueron escritas por él, pero las intervenciones de artistas como Pedro Capó, Vicente García, Ky-Mani Marley, Leiva, entre otros, surgieron como una conexión entre los versos y lo que cada uno de estos intérpretes querían aportar desde su experiencia personal. “Una colaboración nunca se puede forzar”, comenta. “Yo les contaba la propuesta, les enviaba la canción, quedábamos y la escuchábamos. Pero se tenía que crear ese debate y ser algo que la otra persona sienta”.
Pero el producto final llegó antecedido de una marea de composiciones que se engendraron durante el encierro y algunas todavía no han podido ver la luz. La pandemia marcó un antes y un después en la historia de la humanidad y para Carbonell, fue una oportunidad para explorar su creatividad “sin realmente mirar a un punto fijo” o tener pista alguna de hacia dónde se dirigía entonces su carrera musical o su papel como artista.
“Sí, bueno, yo creo que a las personas que estábamos en un proceso de evolución realmente nos movió. Sí que creo que hemos salido demasiado disparados. Creo que el mundo está bastante acelerado y polarizado, por desgracia. Pero también fue un momento muy introspectivo, muy bonito en ese sentido. Somos, o soy, una persona diferente”.
En medio de su reflexión e infinitos versos creados, también se asomó una historia con la cual Macaco pretende hacer su debut como creador de una película con su propia trama original. Pero sin muchos detalles, su proceso creativo básicamente tenía destinado a desembocar inicialmente en Vuélame el Corazón, como la muestra de su evolución musical, artística y personal, dando luz a un álbum que celebra la vida, el amor y la diversidad.
“El punto de vista del autor es lo que cambia todo. El hombre, desde que es hombre, hablamos siempre sobre las mismas temáticas, pero el punto de vista es lo que lo hace especial, único, por eso decidí enfocarme en esta discusión sobre las relaciones y el amor”.
Su base más sólida es la creación de su arte a través de un desarrollo completamente orgánico, en el cual sus letras, melodías e historias provienen, no solo de sus travesías personales, sino de lo que observa y escucha en su relación con otros. ¿Su inspiración más grande? La vida. Fue criado en una familia de artistas en donde la literatura, la poesía y la música siempre estuvieron presentes, por esto mismo, Carbonell encuentra a la cotidianidad como una musa para cultivar su ingenio y creatividad.
“Algo que puede decir una persona en un momento dado es el detonante de una canción, la mecha, algo que te ha pasado en tu vida personal, algo que le pasa a un amigo tuyo y que pasa a través de ti. Una película, un libro o una sensación. Todo puede ser inspiración”.
Recordando aquella época de confinamiento con “luces y sombras”, Macaco ha regresado a los escenarios tras haber tenido que detenerse con el resto del mundo como consecuencia de la pandemia. Finalmente ha llegado a diferentes países de latinoamérica para conectar con su público de nuevo y mostrarles su crecimiento durante este último tiempo. Con espectáculos en Argentina, Perú, Chile, entre otros, el español recientemente pisó tierras colombianas, con un concierto en la capital y otro en Medellín.
Sus más fieles seguidores coincidieron en que Carbonell mantiene esa necesidad de hacer cada encuentro en vivo una experiencia, en donde él como artista puede vincularse con su público más allá de la música. Sus raíces e ideologías siguen presentes en cada una de sus actuaciones. Además de presentar sus más emblemáticos temas con el acompañamiento de artistas invitados como su colega Vicente Garcí y Santiago Prieto, de Monsieur Periné, su espectáculo se desarrolla a través de un tipo de cuentería, sin dejar atrás su misión con el activismo, ofreciendo un espacio de reflexión entre cada intervención musical.
Por lo pronto, el intérprete continuará creciendo y creando con “personitas de todo el mundo”, mientras sigue su gira de apoyo a Vuélame el Corazón. El compromiso de Macaco con las causas sociales y medioambientales brillan en sus letras, acercándonos a ver la vida desde su saturación, haciendo de su arte no sólo una obra maestra musical, sino también una llamada a la acción por un mundo mejor.