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Los momentos sociopolíticos más importantes de 2021

Recopilamos los momentos sociales y políticos que marcaron este 2021 en Colombia y los retos para el 2022

Por  ROLLING STONE

diciembre 17, 2021

Shirley Patricia García Navarro

2021, segundo año de la pandemia más devastadora del tiempo reciente. A pesar de la flexibilización de medidas que trajo este año, tras varios meses de confinamiento estricto, las consecuencias de la emergencia sanitaria se combinaron con las dificultades recurrentes de un país tan complejo como Colombia. El resultado fue un 2021 con mucho por recordar. 

Cuando decidimos hacer este recuento en Rolling Stone Colombia, nos dimos cuenta de que no era posible hacer un listado como quien cuenta canciones o películas. El país ha pasado por momentos sociales y políticos tan difíciles en estos meses, que el formato de unas pocas líneas se quedaba corto. 

Empecemos por el acontecimiento social más importante de este año, que fue consecuencia y a la vez origen de otros más: el estallido social del mes de abril. 

La propuesta de reforma tributaria presentada por el exministro Carrasquilla fue el gran detonante de una movilización sin precedentes en el país. El descontento social por la medida que buscaba, entre otras cosas, gravar productos de la canasta familiar en medio de la crisis económica por la pandemia, se sumó a otras críticas sobre el gobierno de Iván Duque. 

Las calles de aquel 28 de abril, primer día del Paro, se llenaron mayoritariamente por jóvenes en ciudades y municipios. Las protestas masivas se mantuvieron así por varias semanas. Cali y Bogotá fueron dos grandes epicentros de la movilización ciudadana, pero también de la brutalidad policial. 

Tras varias semanas de reportes de abuso policial, desapariciones, detenciones arbitrarias, lesiones oculares, asesinatos de civiles y casos de violencias basadas en género, en junio la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – CIDH, publicó un informe de hallazgos y recomendaciones tras su visita al país por solicitud de organizaciones defensoras de derechos humanos. En el documento indicó que se registraron graves violaciones a los derechos humanos y distintos obstáculos para garantizar la protesta social. Aunque no entregó cifras definitivas sobre los actos de violencia a manos de la Policía, señaló la disparidad de datos entre entidades oficiales y que “en cualquier escenario, la dimensión de las cifras reflejadas en los distintos reportes, en términos de pérdidas de vidas humanas, resulta de extrema preocupación para la Comisión y la condena de manera enfática. 

También en junio, Human Rights’s Watch, ONG líder mundial en la defensa de derechos humanos publicó un informe sobre la diversidad de casos de violencia y arbitrariedades cometidas en su gran mayoría contra manifestantes a manos de integrantes de la fuerza pública. La ONG contabilizó 68 muertes desde el inicio del Paro, 34 de estas en el marco de las protestas, incluidas las de un investigador judicial, dos policías y 31 manifestantes o transeúntes, de los cuales al menos 20 parecían haber muerto a manos de policías. La recomendación fue contundente, se necesita una reforma policial profunda.

Pero el estallido social trajo una gran variedad de expresiones que sucedieron tan pronto y casi todas en simultánea que todavía merecen una reflexión más sosegada. La organización de primeras líneas de defensa ante el ESMAD, de personal de la salud, de fotógrafos y fotógrafas, profesoras, e incluso el surgimiento de las Mamás de primera línea son ejemplo de la organización popular en el Paro. Las ollas comunitarias prendieron sus fuegos para acompañar con alimento la resistencia de tantos días en la calle. Las comisiones civiles de verificación de derechos humanos tuvieron a defensoras y defensores al pie de las manifestaciones más difíciles velando por la protección del derecho a la protesta y denunciando cuando esto no ocurría. 

Este 2021 vio caer estatuas gracias a las manos organizadas de indígenas Misak, que en Cali, Popayán y Bogotá derribaron los símbolos de la colonización que todavía pululan en nuestras calles y renombrar esos espacios de las ciudades. En Manizales fueron los jóvenes quienes derrumbaron la estatua de Gilberto Álzate Avendaño como símbolo de protesta por su cercanía a ideologías fascistas. 

Aunque el estallido social perdió fuerza en los siguientes meses, la resistencia de las y los manifestantes en las calles fue larga. Algunos de los logros que se les atribuyen a las protestas fueron el retiro de la reforma tributaria y de salud, la renuncia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla y el anuncio de matrícula cero. 

​Para finales de agosto, un nuevo escándalo de corrupción generó un amplio rechazo social por la pérdida de $70.000 millones de un proyecto mal manejado por el Ministerio de Tecnologías de Información MinTic. La cabeza de esta cartera, Karen Abudinen, no supo responder por el “embolate” de un dinero destinado a llevar internet a lugares remotos del país. Pero fue tal la indignación sobre este desfalco que dio hasta para volver el apellido de la exministra Abudinen en un verbo sinónimo de robar y hasta la RAE recogió su uso en redes sociales. 

Y es que el 2021 mostró además que las salidas en falso de los funcionarios de Duque no cesaron con el paso del tiempo. Por el contrario, hicimos un resumen de los nombramientos más escandalosos de su Gobierno y por lo menos cinco corresponden a irregularidades en la gestión que se conocieron en este último año. A su vez, funcionarios y políticos de la bancada de Gobierno han estado involucrados en los meses finales del año en un proyecto de ley que limitaría la libertad de expresión y de prensa, y en intervenciones y posibles seguimientos de la Fiscalía General de la Nación a un medio independiente y a una ONG defensora de derechos humanos. Todo junto configura un escenario preocupante para la democracia.  

Por otra parte, la Corte Constitucional ha tenido a lo largo de todo el año en sus manos una de las demandas más importantes en términos de salud reproductiva y autonomía para las mujeres y otras personas que abortan. La espera para resolver si se elimina o no el delito de aborto del Código Penal se ha alargado muchísimo. Causa Justa, el movimiento demandante, ha insistido en que tras 15 años de la sentencia C-355 de 2006 que despenalizó el aborto en tres causales, las barreras para acceder a una interrupción voluntaria del embarazo son grandes y afectan a las mujeres más vulnerables. Aunque la Corte debería haber dado una respuesta en noviembre, la discusión se ha postergado y mantiene en vilo un tema clave para el cuidado de la salud de las mujeres y el reconocimiento de sus derechos.  

Este 2021 también es aniversario de los cinco años de la firma del Acuerdo para la terminación del conflicto armado y el balance es desalentador. La implementación del Acuerdo se ha quedado rezagada en gran parte de sus puntos, en especial en la protección de las víctimas y las garantías para quienes dejaron las armas. Una inquietud constante desde la firma ha sido la seguridad de los excombatientes y el recrudecimiento del conflicto armado tras la retirada de las FARC de los territorios. 

Observatorios de paz y organizaciones de derechos humanos han advertido sobre el recrudecimiento del conflicto armado en gran parte del país y casi que un retroceso a los escenarios de hace una o dos décadas. Hasta el pasado 13 de diciembre, el Instituto Indepaz registró 91 masacres en lo corrido del año y 164 líderes, lideresas, defensores de derechos humanos y excombatientes asesinados.

Para cerrar, la economía. La recuperación económica enfrenta un reto muy grande con la inflación y el alza de precios que recae sobre el consumidor final. Esto se ha notado particularmente en el último trimestre del año y se prevé que se mantenga por lo menos hasta el primer trimestre de 2022. El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, le dijo al diario Portafolio que “la inflación está por encima de la meta” para el cierre del año, pues a noviembre se calculaba en 5,26%. La crisis de los contenedores, el aumento en los fletes de transporte marítimo internacional y con eso el incremento de la materia prima de gran parte de los productos de consumo básico tienen a las y los colombianos sufriendo por cada nueva ida a hacer mercado. 

Ad portas del cambio de año y de las elecciones presidenciales de 2022, los proyectos de país que presenten los candidatos deberán contar con un complejo escenario de reactivación económica pospandemia y de una deuda pendiente con la construcción de la paz en un país que permanece en conflicto.

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