Décadas de acusaciones e incontables víctimas son las que rodean el caso del alguna vez cantante R. Kelly. Su conducta sexual inapropiada remonta a mediados de los 90, cuando contrajo matrimonio ilegalmente con una menor de 15 años mientras que él tenía 27. No fue sino hasta 2019 que fue detenido luego de que el año comenzara con el debut del documental Sobreviviendo a R. Kelly precedido de varias protestas y declaraciones de nuevos testigos.
El día miércoles 29 de junio, es sentenciado a 30 años de prisión en los tribunales de Nueva York luego de su condena en 2021 por cargos federales de extorsión y tráfico sexual, entre los que se incluía uno de asociación ilícita relacionado con explotación, secuestro y trabajos forzados a menores, además de haber enfrentado ocho cargos por violación a la Ley Mann en la que se prohíbe el traslado interestatal de una persona para una actividad sexual ilegal.
Durante años se han presentado demandas en contra de Kelly frente a las autoridades de las cuales mucha de estas fueron absueltas fuera de los tribunales con montos de dinero desconocidos, además de sus escándalos por pornografía infantil en las que se veía al acusado manteniendo relaciones con menores, que luego se expandieron en los medios. En este último caso, nueve mujeres y dos hombres declararon en el juicio, los cuales afirmaban que el cantante había arremetido contra ellos con abusos tanto sexuales como físicos y emocionales.
En el fallo, se acusó a Kelly de utilizar su fama para atraer y manipular a sus víctimas con ayuda de una amplia red de facilitadores que también lo protegían a él de las consecuencias. “Estos crímenes fueron calculados y cuidadosamente planeados y ejecutados regularmente durante casi 25 años”, dijo la jueza Ann M. Donnelly. “Les enseñó que el amor es esclavitud y violencia”. Este caso ha atravesado varios retrasos y alteraciones en la estrategia legal, como cuando se contrató a la abogada Jennifer Bonjean, la misma que había anulado con éxito la condena contra Bill Cosby, a su equipo defensor, e intentó hacer el cantante acusado solo fuera sometido al mínimo obligatorio de 10 años.
“Nuestra posición es que la sentencia mínima obligatoria es apropiada en este caso”, señaló Bonjean. “Hay pruebas atenuantes significativas, particularmente relacionadas con su infancia extremadamente traumática que lo formó como adulto”, rescatando que Kelly había sufrido abusos del mismo tipo de niño. En un primer momento, los fiscales le habían pedido a la jueza que sentenciara al acusado a más de 25 años tras las rejas. “La habría impuesto [a] pesar de las directrices”, declaró Donnelly con respecto al fallo.
“Atrajo a niñas y niños a su órbita, a menudo mediante promesas vacías o condicionadas de ayuda para desarrollar una carrera en la industria del entretenimiento o simplemente jugando con el comprensible deseo de los menores de conocer y pasar tiempo con una celebridad popular”, declararon los fiscales en el documento de presentación de la sentencia de 31 páginas.
A pesar de la resolución de este juicio, no es el final de los problemas que Kelly enfrenta con la ley. El ahora convicto, todavía enfrenta cargos estatales en Illinois y Minnesota junto a dos de sus cómplices por sobornar e intimidar a los testigos del caso del cual fue absuelto en 2008.
