En las últimas décadas, los procedimientos estéticos se han popularizado no solamente por el rápido cambio de cánones de belleza, sino los avances tecnológicos y medicinales que permiten ofrecer mejores resultados cuidando del bienestar de quien se someta. Y aunque existan millones de posibilidades para lograr un resultado deseado, es muy importante que cada paciente contemple todo el panorama, sopesando tanto los beneficios frente a los riesgos e inconvenientes, y consultando a varios profesionales que le guíen en el proceso. En esta ocasión, la doctora especialista Carolina Carvajal, será quien nos oriente a través de los factores a tener en cuenta previo a tomar una importante decisión.
La iniciativa de someterse a cirugía estética es personal y no debe tomarse a la ligera. Para ello, es importante tener claro que el procedimiento que busca realizarse debe hacerse conforme a un deseo propio para que sus resultados satisfagan tus expectativas. Es más que necesario contar con un especialista que esté dispuesto a guiarte en el proceso. “Es una decisión que debe nacer de la necesidad de mejorar la calidad de vida. Ahí es donde entra la ética profesional y tener el criterio para aconsejar a los pacientes sobre si es conveniente, sobre todo a nivel funcional, que se realice la intervención”, comenta la doctora Carvajal.
Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de elegir un cirujano plástico cualificado y con experiencia cuando se trata de cirugía cosmética. Un buen especialista es esencial para garantizar un resultado seguro y que cumpla con los deseos del paciente, así como a minimizar los riesgos de complicaciones. En Colombia existe la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica que regula y certifica a sus miembros en cuanto a la culminación de sus estudios y avala sus habilidades y conocimientos para realizar procedimientos quirúrgicos. En el caso de la doctora Carvajal, la especialista es parte del conglomerado del cual se pueden consultar sus miembros desde la página oficial de la mencionada organización.
La también conocida como la “cirujana de los rock star” resalta que no existe un solo procedimiento con el que se podrían alcanzar los resultados deseados. Si bien un tratamiento mínimamente invasivo “no puede suplantar la intervención de una cirugía”, existen otros métodos que podrían tomarse en cuenta dependiendo del cambio físico en particular que busca un paciente, sin perder de vista la evaluación que debe realizarse para sugerir y elegir el tratamiento más adecuado para cada persona.
“No todas las alternativas son óptimas para un paciente en específico”, explica la especialista. “Digamos, en el caso de una rinoplastia, podría decirse que la rinomodelación (un procedimiento que se realiza a través de inyecciones para corregir errores mínimos de la nariz) puede ser otra opción si es que el paciente prefiere recurrir a un tratamiento que no lo someta a una operación”. Sin embargo, como aclara, este procedimiento mínimamente invasivo no es recomendable para personas con narices muy gruesas, con una punta ancha o que incluso hayan tenido cirugías anteriormente, pues más allá de que se podrían obtener resultados no esperados, suponen un riesgo en cuanto a la funcionalidad de la zona del cuerpo intervenida.
Al considerar todas las opciones, los pacientes pueden tomar una decisión informada que satisfaga sus objetivos, minimizando al mismo tiempo los riesgos y las posibles complicaciones. Cada tratamiento u operación cuenta con una metodología diferente, con distintos tiempos de recuperación y lapsos para evidenciar resultados. “Hay que escuchar muy bien a los deseos de cada paciente para poder llegar a una conclusión según las vías de seguridad y las técnicas apropiadas para lograr ese cambio”.
Otro punto clave a tener en cuenta es el estado de salud del paciente previo a someterse a cualquier intervención. Todas las cirugías suponen riesgos, por eso es de completa importancia que la persona goce de bienestar con el fin de reducir la posibilidad de atravesar dificultades antes, durante o después de la operación. Mientras que, por su parte, los especialistas tienen el deber de brindar salud, el estado de un paciente es elemental a la hora de cumplir con los cuidados pre y postoperatorios, como también la capacidad del cuerpo para cicatrizar correctamente o soportar los potenciales efectos adversos de la anestesia.
“Los procedimientos mayores, como la liposucción, mamoplastia de aumento, rinoplastia, abdominoplastia, se deben hacer en salas de cirugía de la mano de un anestesiólogo. La intervención debe ser avalada por la Secretaría de Salud, contar con un equipo quirúrgico que esté esterilizado y en condiciones ideales para que el paciente pueda correr sus riesgos de forma adecuada”, resalta. “Por en cambio, procedimientos menores como retiro de lunares o incluso bichectomías se pueden realizar en salas de procedimientos con anestesia local”.
A pesar de que la cirugía plástica puede ralentizar el proceso de envejecimiento y las señales de la edad que llegan con el tiempo, “ninguna intervención prevalece para toda la vida porque los tejidos siempre están en continuo cambio”. Por ende, es muy probable que varios años después los resultados de una operación estética se vean alterados por las transformaciones que sufre el cuerpo durante el ciclo vital.
Finalmente, los cuidados postoperatorios también son una fase clave para culminar el procedimiento y en el que todavía se debe mantener especial cuidado. Dependiendo del tratamiento a realizar, existen algunas observaciones a seguir para cicatrizar de la mejor manera y ver el resultado libre de inflamaciones, cicatrices o hematomas lo más pronto posible. La doctora Carvajal brinda acompañamiento directo para controlar cualquier anomalía en el proceso de sanación. Así mismo, ofrece servicio de enfermería, área de masajes y demás cuidados postoperatorios, cumpliendo con una asistencia completa como especialista.
Todos estos factores son relevantes en la toma de la decisión y es importante comprender que la cirugía estética no está exenta de complicaciones y que siempre existe la posibilidad de que se produzcan resultados inesperados. Además, es fundamental establecer expectativas realistas y comprender que estos procedimientos pueden no resolver problemas emocionales o psicológicos subyacentes, sino brindar una herramienta que logre mejorar la calidad de vida del paciente. La profesional en cirugía plástica y reconstructiva, Carolina Carvajal, invita a cualquier interesado en realizarse una consulta valorativa personalizada, ofreciendo servicios tanto profesionales como humanos. “Para mí no existen medidas y proporciones universales. Qué aburrido sería clonar personas a partir del patrón de moda del momento. La belleza no puede convertirse en una dictadura”.
