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Las aventuras del Súper Niño, Justin Bieber

Dios, las niñas y los barcos cargados con botín: ¿cómo Justin Bieber, pasó de ser una rareza canadiense en YouTube, a ser el ídolo adolescente más grande del mundo

Por  ROLLING STONE

marzo 1, 2021

Salvador Bonilla

EXTRAÍDO DE RS94, MARZO 2011

Hoy, soy la chica más afortunada del mundo. Voy a volar a Atlanta para entrevistar a mi amor platónico del pop, Justin Bieber. Tiene sólo 16 años, es cierto, pero la mitad del sexo femenino está enamorada de él, como Kim Kardashian (quien quería pasar el día de San Valentín con un póster de tamaño natural de él), Rihanna (quien ha publicado en su Twitter acerca de su estómago de lavadero) y Katy Perry (quien una vez dijo: “Yo sí le daba a eso. ¡Qué rico!»). Para las fans de Bieber, Justin es el chico más adorable, talentoso y sensual del mundo. He visto sus videos al menos una docena de veces cada uno, tengo dos de sus tres álbumes y lo sigo en Twitter. ¡Va a ser un gran día! pero él lleva una hora de retraso, y todavía estoy esperando. De repente, me doy cuenta que una Range Rover negra está atravesando la calle; la Biebercamioneta, la que se compró después de sacar su permiso para conducir el año pasado. Toca el claxon y corro a abrir la puerta.

Ahí es donde la banda sonora de este interludio romántico llega a su fin. La fantasía del sexo femenino acerca de Bieber tiene mucho que ver con querer que sea tu primer novio real –o, para las mujeres mayores, con la forma en que te remonta a la época en la que tuviste tu primer novio–. Pero tan pronto como veo a Bieber, me doy cuenta que he confundido la fantasía con la realidad, de una manera profunda. La persona de 55.5 kg. de peso aproximadamente, casi 1.67 m de estatura en el asiento del conductor de la enorme Range Rover es un niño; uno seguro de sí mismo, que hace gritar a las fans en las gradas, pero sigue siendo un niño, que, como debe, vive en su mundo propio delimitado, sin interés en las fantasías de nadie excepto de la suya. “Perdón por haber llegado tarde», dice. “Tráfico», bosteza. “Es muy temprano. La gente va al trabajo, supongo. Trabajo. ¿Qué es eso?».

Bieber conduce su coche a través de los cañones de gran altura del centro de Atlanta, manteniendo una mano en el volante. Como suele ocurrir con un niño de 16 años, hay un equipo de sonido en su coche con volumen ensordecedor. Hay una discusión de por qué él está usando curitas en los dedos: “No sé», dice. “No estoy lastimado ni nada, simplemente me gustan las curitas».

Bieber es el chavo más increíble de Estados Unidos, el que ha dominado todos los medios en el último año como resultado directo de su dulce voz, de su manera de bailar y de su capacidad sobrehumana para humedecer las bragas. Él está conquistando todo a su paso, desde las listas de popularidad, un libro y una película en 3D, Never Say Never, hasta el último rincón de Internet, con más vistas en Twitter, Facebook y YouTube, que supera en número la cantidad de personas que viven en ciudades medianas de Estados Unidos. Donde quiera que va, hay multitudes: niñas pisoteadas antes de un concierto en Sydney, un centro comercial de Long Island, abarrotado y un conato de motín en el aeropuerto de Nueva Zelanda. “Hay un frenesí de Justin sucediendo, y el frenesí es que está de moda», dice L.A. Reid, director de la disquera de Bieber, Island Def Jam. “Las chicas sólo lo aman. Ellas sienten que él es su novio, que hay una oportunidad para ellas. Justin les vendió un sueño, y ellas están mordiendo el anzuelo».

La Biebermanía ha llegado al punto en que él no puede dar conciertos en lugares sin asientos. “De lo contrario, tienes a una multitud empujando, e incluso si se trata de niñas, éstas se arrastran con sus codos y manos hasta el frente, y hasta sufren lesiones», dice Kenny Hamilton, el guardaespaldas de Bieber. Bieber no quiere que sus fans se lastimen, pero no pasa mucho tiempo pensando en las razones detrás de la locura, la respuesta a ¿por qué tantas niñas están desesperados para perder su virginidad con él?. “Realmente no sé por qué se comportan de esa manera», dice Bieber. “Y no pienso en eso. Mi actitud es, ¿por qué hacer preguntas cuando las cosas van tan bien? ¡No deberían hacerse preguntas en esta situación!». Él asiente un poco con la cabeza, ríe, y luego se encoge de hombros. “Ellas me aman, y eso es todo».

Ésa es la forma en la que Bieber habla, similar a los chavos cool de Estados Unidos, aunque él realmente es de Canadá. “Nunca voy a ser un ciudadano estadounidense», dice, y agrega medio en broma: “Ustedes son malos. Canadá es el mejor país del mundo». Cuando se ahonda sobre las razones de la supremacía de Canadá, él menciona de todo, desde universitarios estadounidenses que ponen banderas canadienses en sus mochilas para diluir cualquier tensión potencial, hasta la salud pública. “Nosotros vamos al doctor, y no necesitamos preocuparnos de pagarle; pero aquí, toda tu vida estás sin dinero por las cuentas médicas», dice Bieber.

Así es, Bieber realmente tiene un lado simpático y emocional, pero eso no significa que se siente a pensar sobre las niñas de la misma manera que lo hace acerca de sus discos, donde él siempre está hablando de estar enamorado, o preguntándose por qué su amor tronó con él, o acerca de su “primer baile» que va a tener contigo, donde prometió “ser tierno», porque él sabe que “tenemos que hacerlo despacio». En la vida real, Bieber es fan de hueso colorado del hip hop. En su Range Rover, pone discos de su amigo Lil Twist, Lil Wayne y Soulja Boy.

En un restaurante, Bieber dice que puede ser que se mude a Los Ángeles después de su próxima gira, pero a él no le gusta tanto –en Los Ángeles, sus defensas suben, porque no puede caminar en donde sea y siempre lo persiguen los paparazzi–. “Odio a los paparazzis«, dice. “Son acosadores con una cámara. Si alguien te sigue, eso es automáticamente un crimen, pero si tienen una cámara, ¿está bien? No estoy de acuerdo con eso».

Cuando llega la cuenta, yo trato de pagar, pero él avienta una tarjeta. “Tengo una tarjeta de crédito», comienza a jactarse, pero después lo piensa mejor. “Bueno, es una tarjeta bancaria, que es como una tarjeta de crédito. Después de todo, esta tarjeta tiene crédito, y crédito significa que no cargas tu efectivo». Bieber puede no tener acceso  a su dinero hasta que cumpla 18 años, pero uno imagina que tiene un poco de él. Él dijo que no piensa mucho en el dinero. “Yo no amo el dinero, porque una vez que empiezas a amarlo, ya tienes una casa grande y buenos carros pero un corazón vacío, y ésa es la verdad», dice.

Bieber se considera algo “callejero», porque nació en una familia separada y pobre. Su madre, Pattie Mallette, una mujer pequeña tuvo una historia de horror en su niñez: Ella fue abusada sexualmente cuando era niña y se fue de su casa a los 15 años. “Estaba metida en drogas y alcohol», dice Mallette. “A los 17 años, acabé en el hospital por intentar suicidarme». Hizo un llamado a un poder superior: “Me decidí a decirlo: ‘Dios, si eres real, si tienes una mejor manera, muéstramela’, dice ella. “Y él lo hizo. Él me dio una razón para vivir».

Mallette regresó a la vida, aprendió diseño gráfico y se unió a una iglesia evangélica, la clase con énfasis en el poder de la oración, de rock cristiano semiacústico y muchas pláticas acerca de Jesús. Dentro de un par de años, sin embargo, ella quedó embarazada de Justin, fuera del matrimonio. No podía encontrar un trabajo de tiempo completo, así que tomó un trabajo en Zellers, una cadena de tiendas como Wal-Mart. El padre de Bieber, Jeremy, un luchador que inició muy joven, quien compitió en la liga tailandesa Muay, una como la UFC entraba y salía de la escena familiar. “Mi papá me llevaba a entrenar con él, y yo le pegaba a las peras y a los sacos” dice Bieber. “Él era bueno. Nunca perdió».

Pronto, Mallette se vio obligada a mudarse a un complejo de viviendas públicas, en un apartamento del sótano. “Ese lugar estaba realmente muy sucio», dice Bieber. “Teníamos ratoneras por todas partes, porque había ratones en la casa. No tenía una cama. Dormía en un sofá cama azul en mi habitación. No teníamos nada en el refrigerador, nunca, excepto tal vez carne para el lunch de la escuela, y macarrones con queso de caja”.

Bieber no tenía muchos amigos en el edificio, pero los amigos jóvenes de Mallette siempre pasaban en las noches, a veces llevando instrumentos. Mallette jugueteaba un poco en el piano y sabía algunos acordes en la guitarra. “Yo no soy músico, pero la música fue una parte importante de mi vida, porque mis amigos tocaban», dice Mallette. “En casa, yo podía empezar a tocar con amigos y Justin agarraba un jembé. Para nosotros, era una manera para conectar con la gente».

Cuando era niño en edad preescolar, Bieber impresionó a los amigos de Mallette al mantener el ritmo en una silla de la cocina, y agarrar los tambores desde entonces. En la escuela era intensamente sociable y algunas veces se quedaba castigado por hablar con sus amigos en clase. No había dinero para clases de música, y en todo caso, Bieber prestaba más atención a los deportes, como el hockey, futbol y golf. Sin embargo, él todavía cantaba en casa y en la iglesia y comenzó a tocar en una esquina de la calle. Cuando ganó el segundo lugar en un concurso de canto en su ciudad natal de Stratford, Ontario, el “Stratford Idol», Mallette subió los videos a YouTube, donde atrajeron decenas de miles de visitas.

Un día, Mallette recibió una llamada de Scooter Braun, un judío de 25 años de edad, de Tony Greenwich, Connecticut, que se había hecho un nombre por sí mismo en Atlanta, haciendo fiestas hip hop para niños blancos. Braun había renunciado recientemente a su trabajo de marketing en la disquera So So Def Records de Jermaine Dupri –“Mi papá me dijo: ‘Si trabajas para la compañía de un hombre y si él no está de acuerdo con usted, tú te callas y lo escuchas, pero si sabes que tú puedes hacerlo diferente, entonces renuncia; entonces renuncié”, dice; y se fue a la caza de artistas que él pudiera desarrollar. Él accidentalmente encontró los videos de Bieber, después dar click en un enlace que Akon estaba interesado.

Braun ya estaba trabajando con el rapero Asher Roth. Braun le ofreció incluso un mejor trato a Mallette. Si ella aceptaba llevar a Bieber a Atlanta, y todos estaban de acuerdo con los términos, él les rentaría una casa y le daría un contrato a Bieber.

Mallette no estaba segura. “He oído historias de terror acerca de la industria de la música», dice. “Y cuando Dios nos presentó a Scooter, yo pensaba ‘seguramente nos vas a dar a un manager cristiano’, pero cuando oré acerca de Scooter, yo sentía completa paz, entonces él había elegido un representante judío”. Mallette solicitó conocer a su familia, para averiguar qué tipo de hombre él era y por suerte, su padre estaba en una escala en Atlanta de regreso a Greenwich después de un viaje a Brasil, por lo que pudieron encontrarse en el T.G.I. Friday’s del aeropuerto. Una vez que Bieber estaba dentro, sólo tomó un año y medio para obtener un trato con Usher y L.A. Reid.

Braun y Bieber son un equipo interesante, y no está claro quién motiva más al otro; los dos son tan ambicioso y tan exaltados, que parecen mirar a la fama de Justin como un juego continuo de béisbol en la novena entrada. Nada los hace más felices que cuando alguien compara a Bieber con Michael Jackson, su ídolo. “Michael es mi inspiración, y quiero copiar su carrera tanto como me sea posible», dice Bieber. “Cuando él murió, yo no lo podía creer. Pensaba: ‘Se ha ido y ni siquiera pude conocerlo’. Estaba súper triste».

Bieber se concentra en no caer en las mismas trampas que Jackson, él está totalmente en contra de las drogas. “¿Tienes curiosidad acerca de cortarte el dedo?», él me pregunta cuando le cuestiono si quiere experimentar. “¿Quieres saber cómo se siente? Para mí, el consumo de drogas es el mismo tipo de cosas. Al final, lo único que sucede es que sales lastimado”.

Justin maneja hacia el estudio de su maestro de canto, donde él hace mucho dougie frente a un espejo, algo así como una especie de baile raro que lo hace parecer como un chef de Benihana. “Estoy cocinando», grita, “¡se mueve el ninja, estoy haciendo la comida!». El estudio es donde Bieber es el más feliz. “Justin realmente se preocupa por su música, y él sólo quiere que la gente le dé una oportunidad», dice Braun. “Él se quiere ganar el respeto de los que él cree son sus compañeros, incluso si ellos no lo creen porque son más grandes que él». El maestro de Bieber, Jan Smith, alias “Mama Jan», un rubio que tiene un perrito en su remolque, aparece, llamándolo con una mano, aunque él se detiene a jugar primero con el perro. Bieber tiene un perro, Sammy, que no ve tanto como a él le gustaría: “Pero ahora, cuando aparezco, corre hacia mi abuelo en vez de hacia mí», dice Bieber. Entristeciendo su labio inferior y haciendo la carita más linda que jamás he visto en un hombre.

“Ven aquí, Sr. Bailehólico», dice Mama Jan, y Bieber lo sigue hacia la cabina de grabación donde él se sienta en la consola. Sus dedos vuelan sobre el teclado de la consola y comienza con algunos ritmos de batería, y luego capas con una guitarra española y algunos cimbales, antes de saltar a la cabina de voz para grabar algunas letras que escribió en su iPhone. “Le estamos dando tiempo para crear, en lugar de tener escritores que lo hagan por él «, dice Jan. “Esto le permite ser parte de su proceso. No todos los artistas tienen eso».

Cuando es hora del entrenamiento vocal, Bieber hace 20 lagartijas para calentar su pecho. “Cuando los chicos empiezan a atravesar la pubertad, la testosterona entra en acción, que es lo que hace a las cuerdas vocales más gruesas, por lo que hemos estado trabajando en conseguir finales más altos, esas notas altas limpias», dice Jan. “De repente, en su última gira, su voz comenzó a cambiar. Él tiene un buen tono de voz ahora, una buena textura, pero no suena como sus fans piensan que suena».

A medida que se inicia una serie de escalas, Jan asiente con la cabeza. “Creo que con el tiempo va a lograr cuatro octavas», dice Jan. “Aún es joven y tiene una apertura larga de masa muscular. Todo lo que pase de tres, es ganancia”. Él se voltea: “Has logrado 3.2 octavas ahora».

“¡Ayer dijiste 3.3!», dice.

“Bueno, es la mejor condición en la que he estado en un tiempo», dice él.

“Voy a lograr tener más octavas que Usher», dice Bieber. “¿Sabías que Usher aguantó la nota más larga en un espectáculo de Broadway?».

“En realidad fue Barbra Streisand –tiene el récord de la nota más larga registrada –», dice Jan. “18 segundos, en A Star is Born».

Bieber ríe un poco. “¿Cómo sabes que no la alargó con la consola?».

“Bueno», dice Jan, “en aquel entonces, era analógica».

Bieber va a salir, pero luego se detiene frente a la manija de la puerta, donde hay un montón de líneas a lápiz, empezando en la de hace un par de años, y la última hace una semana. “Éste es la altura de Bieber: Está bien, tal vez cinco o seis centímetros”. Él pone su cuerpo con la espalda recta y pregunta. “¿Estoy más alto?», como cuatro o cinco veces, en lo que Jan pone un lápiz sobre su cabeza.

El voltea para inspeccionar , “¡un centímetro completo!, ¿será? ¡Está increíble!”.

Hasta hace poco, era todo un misterio si Bieber salía o no con alguien, pero los paparazzis lo cacharon besando a la estrella de Disney, Selena Gómez, en Santa Lucía. Bieber se ve un poco extrañado al tener que ocultar a su novia y está claro, por las pocas cosas que dice acerca de Gómez, y siempre con una mirada culpable como si supiera que alguien está a punto de golpearlo, que está perdidamente enamorado de ella. “Justin está loco por las chicas”, dice Braun. “No que ande detrás de toneladas de chicas, pero si hay una chica que quiere ver y siente que no le estamos poniendo atención con eso, él hará de nuestras vidas un infierno hasta no verla».

Bieber, dice que él sabe que algunas personas tienen relaciones sexuales sin amor, pero dice que eso no es para él. “Yo creo que no deberías tener relaciones sexuales con nadie a menos que estés enamorado”. Cuando se le pregunta si cree en la abstinencia antes del matrimonio, se ve un poco desorientado. “Creo que deberías esperar por… la persona que estás enamorado”.

Es curioso, Bieber ha parecido más joven de 16 años en toda la tarde, pero cuando le empiezo a preguntar cosas acerca de sus creencias, incluso si no está bien educado (“odio la escuela» es todo lo que dirá a ese respecto), se transforma en un adulto, uno con una sólida comprensión de la lógica y de la toma de decisiones. Dice que no lee el periódico; que si pudiera votar, no estaría seguro a qué partido político apoyaría (“No estoy seguro acerca de los partidos, pero lo que sea que tienen en Corea, eso es malo»), y piensa que es posible que el viaje a la luna en 1969 haya sido una conspiración, porque vio algo al respecto en Internet. Pero también asiente solemnemente con la cabeza, cuando le pregunto si él está a favor o en contra de la pena de muerte (en ésa, para él el jurado está fuera), y rápidamente responde cuando le pregunto si cree que la homosexualidad es un pecado. “Es decisión propia de cada persona para hacer eso», dice. “No me afecta y no debería afectar a nadie más».

Bieber es un cristiano de corazón, pero se pone nervioso al hablar de eso y se asegura de que yo también soy cristiana antes de que él se abra. Dice que si él pudiera ser un personaje de La Biblia, escogería a Job, porque lo perdió todo y se mantuvo fiel a Dios. Él también cree en los ángeles y cree que pudo haber sido tocado por uno una vez, en la forma de un niño en un campamento cristiano: le dio un suéter que olía muy bien y luego desapareció para nunca ser visto otra vez. “Siento que tengo la obligación de plantar semillitas con mis fans», dice. “Yo no voy a decirles  ‘necesitas a Jesús’, pero diré al final de mi show: ‘Dios te ama’».

También dice que él se va a ir al cielo. “En La Biblia dice que si tienes a Dios en tu corazón y pides perdón de tus pecados, vas al cielo”, él dice con una sonrisa que podría calentar el corazón más frío.

Definitivamente está en contra del aborto. “Realmente no creo en el aborto», dice. “Creo que un embrión es un ser humano. Es como matar a un bebé”. ¿Incluso en un caso de violación?, “Um», dice. “Bueno, creo que eso es sólo muy triste, pero todo sucede por una razón. No sé cómo eso sería una razón». Él se nota confundido. “Creo que no he estado en esa posición, así que no sería capaz de juzgar eso».

Y eso es todo.  Bieber está a favor del amor: “No estoy de acuerdo con la guerra tampoco», dice. “Creo que todo el mundo debería llevarse bien. No entiendo por qué la gente ataca. ¿Cuál es el punto de matar a la gente?, ¿el poder? Si a nadie le importara el poder, entonces nadie tendría guerras. Canadá no anda atacando a la gente».

Cuando ha terminado en el estudio, Bieber comienza a manejar hacia otra zona. Habla por un momento con un acento británico, dice que él quiere ser Oliver Twist en su próxima película, nos dice el título de su próximo disco (Believe) y muestra un estuche recargable que compró para su iPhone. “Necesitas un nuevo BlackBerry», dice inspeccionando el mío. “El tuyo todavía tiene una bolita. Los nuevos ya no la traen y son mejores”. El Bieber británico se voltea a ver Kenny. «En el villar, ella dijo algo acerca de jugar con mis bolas. Muy gracioso”.

Kenny se ríe y me voltea a ver, con una mirada parcialmente amigable: “Hola, soy Chris Hansen de Dateline y estamos haciendo un especial sobre las mujeres mayores que les gustan chicos más jóvenes”.

Bieber se ríe suavemente y luego empieza a juguetear con sus dos computadoras, una la cual presume es la única Mac Air en el mundo. La balancea en sus rodillas, abriéndola con la intención de escribir algo, pero cuando se da cuenta de que estoy viendo a su fondo de pantalla, una foto de él y Selena en contra de un atardecer anaranjado, se apresuró y la cerró.

En el aeropuerto, Bieber es transportado con escolta especial de seguridad, hacia un asiento de ventanilla, en primera clase, con Braun a su lado y el resto de la tripulación en turista. “No me molesta volar en un avión comercial. No pienso que quiero uno», dice. “Nadie puede levantarse de sus asientos mientras estamos volando, así que está bien para mí». Come un par de chocolates Twix y una manzana, sin entusiasmo lee un capítulo de un libro para la escuela, usa el Wi-Fi del avión para iChat, y crea algunos ritmos y guitarras alrededor de las voces que hizo antes en el estudio. Pero una vez que el avión aterriza en LAX, Kenny le llama a Braun desde la sección turista; la escolta que está esperando a Bieber acaba de avisar que hay paparazzis en la sala. Ellos lo están esperando.

Normalmente, los paparazzis esperan abajo, por la sala de llegadas, entonces el hecho de que estuvieran justo afuera, pone un poco nervioso a Bieber. Se pone una gorra de béisbol, se pone su sudadera azul encima y luego comienza a refugiarse en su caparazón. Braun intenta entablar una conversación ligera con él, pero sus respuestas comienzan a hacerse cada vez más cortas y después de que agarra sus maletas y empieza a caminar, se pone sus lentes obscuros. Camina tan rápido como puede en el aeropuerto, con cámaras detrás de él, hombres de negocios sacando sus celulares para tomar fotos para sus hijas, y el sentimiento de miles de ojos sobre él.

Esto es lo que le ha dado su vida. Pero, ¿cuánto tiempo durará?. “Yo no me considero poderoso», dice Bieber. “En todo caso, mis fans son poderosas. Todo está en sus manos. Si no compran mis discos, yo desaparezco».

Escucha el EP, JB6: