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Las 50 grandes canciones de los Rolling Stones

De ‘Paint It, Black’ a ‘Shine a Light’, las canciones más memorables de los Stones en 60 años de historia, elegidas por algunos de nuestros escritores de cabecera, más unos cuantos críticos y artistas

Watts, Richards, Jagger y Wood en 1994. ANTON CORBIJN

junio 2, 2022

1. Gimme Shelter

Let it Bleed, 1969

“Esta es una canción como del fin del mundo, del apocalipsis; todo el disco es así”, le dijo Jagger a Rolling Stone en 1995, describiendo ‘Gimme Shelter’. Como ninguna otra canción en la historia del rock & roll, esta encarna la experiencia física de vivir en un momento histórico tumultuoso. Es la tormenta perfecta de los Stones: el máximo elogio y el mejor himno del rock a un mal viaje, con el poder de la música soul y un impulso caótico que supera cualquier tipo de punk. La canción nació durante una fuerte tormenta inglesa. “Era un día espantoso”, recuerda Richards. Estaba pasando el rato en el apartamento del gurú inglés de arte Robert Fraser, mientras su novia, Anita Pallenberg, estaba en el set de grabación de Performance, película en la que se acuesta con Jagger. Con acordes sobre un monótono mi, la música irradia pavor, claramente inspirado en una mezcla del blues que induce al trance de Jimmy Reed, la ansiedad romántica de Richards y la heroína que acababa de empezar a consumir. Le tomó unos 20 minutos dar con la base para luego darle cuerpo en varias sesiones en Londres y Los Ángeles en 1969. La versión final es algo completamente novedoso para los Stones, con el ritmo groove de Watts y Wyman, y un estilo góspel en los coros; Merry Clayton, nacida en Nueva Orleans, aceptó grabar la canción, porque la primera opción de la banda, Bonnie Bramlett, no estaba disponible, y se aferró a la oportunidad exclamando: “Rape, murder! It’s just a shot away!” [¡Violacion, asesinato! ¡Están a un solo disparo!], como si el fin de los tiempos se acercara. Cuando la banda tocó esa canción en Altamont, minutos antes del asesinato de Meredith Hunter, asistente al concierto, la letra pareció una nefasta profecía. Richards comentó que su guitarra se rompió “como un designio” durante la grabación.

2. (I Can’t Get No) Satisfaction

Out of our Heads, 1965

Erigida sobre el mejor riff de los Stones, ‘Satisfaction’ transformó el rock & roll por sí sola, de una tendencia adolescente a algo más duro y peligroso. La línea de la guitarra fue concebida mientras Richards dormía: “No tenía ni idea de haberla escrito”, recuerda en Life, explicando cómo se despertó y descubrió el esquema de la canción —grabado la noche anterior con su guitarra— en una casetera que tenía cerca de la cama. Jagger cree que su colega sacó el título de la letra de ‘30 Days’ de Chuck Berry de 1955: “I don’t get no satisfaction from the judge” [El juez no me da ninguna satisfacción]. El cantante escribió el resto de la letra sentado cerca de la piscina de un hotel en Florida, a principios de 1965, durante el tercer tour de la banda por Estados Unidos, destilando su “frustración ante todo”, en particular frente a “Estados Unidos y su síndrome de publicidad, de acoso constante”. Los versos surgieron en 10 minutos y se convirtió en el sencillo Número Uno de la banda en Estados Unidos.

3. Sympathy for the Devil

Beggars Banquet, 1968

Ninguna banda ha sintetizado su misión en la Tierra tan bien como lo hacen los Stones en esta canción. ‘Sympathy for the Devil’ fue una respuesta a los críticos y un reflejo de la maldad del mundo real (Jagger tuvo que cambiar “¿quién mató a Kennedy?” por “¿quién mató a los Kennedy?” cuando se enteraron de la noticia del asesinato de Robert F. Kennedy durante la sesión de Beggars Banquet). Originalmente escrita como una canción folk al estilo de Bob Dylan, el tema se desenvuelve conducido por un ritmo de samba y funk a manos de Watts, el percusionista africano Rocky Dijon y el bajo –tocado por Richards–, junto con un asombroso solo de guitarra en el medio. Los coros insistentes de “whoo whoo” son desplegados por una legión que incluye a Watts, Jones y Anita Pallenberg, quien ya le hacía compañía a Richards. Para el retrato de Satán, Jagger se basó parcialmente en la novela satírica de Mikhail Bulgakov, El maestro y Margarita, pero sin duda se apropió de ese rol.

4. Street Fighting Man

Beggars Banquet, 1968

Esta canción fue grabada en la primavera de 1968, después de que Jagger fuera testigo de una protesta masiva en contra de la guerra de Vietnam en Grosvenor Square, y su significado es ambiguo, pero la energía que trasmite no y se interpretó como un llamado a la radicalización. Inspirado en ‘Dancing in the Streets’ de Martha and the Vandelas, la canción se creó durante las primeras sesiones de la banda con Jimmy Miller, quien produjo los álbumes de la banda desde Beggars Banquet hasta Goats Head Soup, en 1973. De manera increíble, no tiene instrumentación eléctrica además del bajo. Richards creó las partes superpuestas de la guitarra distorsionando su guitarra acústica con una grabadora de casete. Jones tocó el sitar y el tanbur; Dave Mason, de Traffic, tocó un shennai de doble lengüeta; Nicky Hopkins hizo tintinear notas ascendentes en el piano; y Watts tocó en una pequeña batería de práctica amplificada con un micrófono que la hacía sonar colosal. “Sin la Guerra de Vietnam no hubiera existido ‘Street Fighting Man’”, afirmó Richards

5. You Can’t Always Get What You Want

Let It Bleed, 1969

Con el último tema del último álbum de la década de los 60, los Stones presentaron la mejor lección de esos años con un dejo agridulce: todo es posible, pero todo tiene un precio. Estaban en un nuevo pico de creatividad y se preparaban para salir de gira, pero Richards consumía heroína, la novia de Jagger, Marianne Faithfull, había sufrido un aborto, y Jones estaba literalmente ausente. ‘You Can’t Always Get What You Want’ fue “básicamente compuesta por Mick”, afirmó Richards. El cantante transformó ese conflicto en una evocación astuta de la desilusión universal, compensada con la esperanza práctica que emite el coro y un suntuoso arreglo R&B: la entrada del London Bach Choir, con arreglos de Jack Nitzsche, la majestuosa contribución del pianista Al Kooper con el corno francés y el ritmo shuffle en la percusión de Jimmy Miller. “Fue una hermosa yuxtaposición”, dijo Richards, al igual que la década de los 60.

6. Paint It, Black

Aftermath, 1966

“La armamos como una canción cómica”, confesó Keith Richards. ¡Qué comedia! ‘Paint It, Black’ se convirtió en el sencillo más abiertamente aterrador que haya alcanzado el Número Uno, transportado por el insistente riff del sitar de Brian Jones y Mick Jagger cantando sobre muerte, aflicción, oscuridad y sexo sobre la marcha incisiva de la banda. Originalmente, ‘Paint It, Black’ era una tonada pop y, según el productor Andrew Loog Oldham, no muy prometedora. El toque agitado del bajo, escrito en un órgano Hammond, impulsó a los Rolling Stones hacia una nueva dirección. El sonido era psicodélico y a la vez perturbador. “Era un estilo diferente a todo lo que había hecho hasta la fecha”, dijo Richards. “Seguramente fue el judío que llevo dentro. Me suena más como Hava Nagila o un poco gitano. Quizás me llegó de mi abuelo”. La compañía disquera añadió una coma al título; no obstante, el fallo en la puntuación le dio un toque aún más misterioso: “Paint It, Black” [Píntalo, de negro].

7. Jumpin’ Jack Flash

Sencillo, 1968

“Habla sobre pasar por un momento difícil y superarlo. Es una metáfora de dejar los ácidos y todo lo relacionado con eso”, le dijo Jagger a Jann S. Wenner, de Rolling Stone, en 1995. Tras la experimentación psicodélica de Their Satanic Majesties Request, ‘Jumpin’ Jack Flash’, lanzada en mayo de 1968, fue un shock que dio inicio a la mejor época de la carrera de la banda. Richards estaba en una racha histórica en ese entonces, explorando la guitarra de blues afinada en re abierto por primera vez y creando así algunos de sus riffs más dinámicos. Escuchó por encima un fragmento que tocaba distraídamente el bajista Wyman en el órgano en un estudio de Londres y lo transformó en el pulso imparable y agitado de la canción. La letra surgió por el jardinero de Richards, Jack Dyer, quien se cruzó con el guitarrista y Jagger al final de una sesión de toda la noche. “¿Quién está ahí?”, preguntó Jagger. “Jumpin’ Jack”, respondió Richards. La canción evolucionó a un blues Delta en la época de Swinging London.

8. Brown Sugar

Sticky Fingers, 1971

Se necesita tener mucha confianza en uno mismo para entrar a los estudios Muscle Shoals en Alabama, siendo un grupo de ingleses, y grabar una canción sobre esclavitud, sexo interracial y cunnilingus, cuyo título es reconocido como un término para referirse a un tipo de heroína. Originalmente llamada ‘Black Pussy’ antes de que Jagger lo reconsiderara, la canción salió en un par de tomas. “Debe sonar muy sucia”, fueron las famosas instrucciones de Jagger para la banda. Y así fue, gracias a las jugosas letras de Jagger, el ataque distintivo de acorde abierto de Keith (logrado con la ayuda del prodigio del blues Ry Cooder) y, en el momento decisivo para este músico acompañante, el obsceno saxofón de Bobby Keys. La canción debutó en vivo en Altamont apenas unos días después de su grabación, y se convirtió en el hit más sucio del canon del rock clásico. Por esa época Jagger debutó como padre de una niña, con la cantante y actriz de origen afroestadounidense Marsha Hunt.

9. Wild Horses

Sticky Fingers, 1971

“Las canciones escritas por dos personas son mejores que las que escribe una sola persona”, dijo Richards en 2002. Esta es un ejemplo perfecto y conmovedor de ese sentimiento. El coro fue escrito por Richards, para su hijo Marlon, al final del tour por Estados Unidos en 1969. “Lo interesante”, cuenta Richards, “es lo que uno le dice a otra persona, incluso a Mick, que me conoce tan bien: ‘Mira qué puedes hacer con eso’”. Jagger se inspiró en las complicadas emociones de su relación con Marianne Faithfull. La gracia country de la canción reflejaba su amistad con Gram Parsons, oriundo de Georgia, quien lanzó la canción primero con Flying Burrito Brothers, con el permiso de los Stones. Pero la grabación de los Stones, en los estudios Muscle Shoals en Alabama, refleja la profunda empatía entre Richards y Jagger ; “los dos, después del quinto bourbon, la tocaron una y otra vez, cantando la voz principal y la armonía en un solo micrófono”, recuerda el pianista de la sesión Jim Dickinson. En pocas palabras: dos en uno.

10. Under My Thumb

Aftermath, 1966

‘Under my Thumb’ es más conocida por su letra, que se erigió como una diatriba misógina que describe a una mujer agresiva doblegada, quien es descrita como un perro que forcejea para liberarse, un gato siamés y la más tierna mascota. Sin embargo, la música es seductora, caracterizada por la encantadora marimba de Jones y la discreta guitarra de Richards, que añade una suavidad vagamente elegante, mermando la jactancia de Jagger. El cantante luego dijo que las letras eran una reflexión honesta sobre “demasiadas relaciones negativas” por las que estaba pasando en ese momento. La canción es como un hit de Motown que se encoleriza en el rincón oscuro de una calle, y de hecho una nube negra pareció perseguirla durante los 60. Los Who hicieron una versión como acto de solidaridad cuando los Stones enfrentaron cargos por drogas en 1967 y fue la banda sonora de la muerte de Meredith Hunter en Altamont dos años después. Sin embargo, en términos de pericia musical, no deja de ser uno de sus mejores momentos.

11. Honky Tonk Women

Sencillo, 1969

Richards describió alguna vez el lugar sagrado que tenía ‘Honky Tonk Women’ en el set de los Rolling Stones: “Si para entonces no están bailando, sabes que no lo has logrado aún”. Este tema le dio al mundo la primera prueba de la unión lujuriosa de las guitarras de Richards y Taylor. Para Taylor, la sesión de ‘Honky Tonk Women’ fue como su audición para unirse a la banda. Para Jones, el hombre que Taylor reemplazó, fue la canción que lanzaron días después de su muerte. Inmediatamente después de mezclarla, Jagger, Richards y Watts salieron del estudio a la casa de Jones para darle los papeles de despido. Los Stones optaron por no incluirla en Let It Bleed en 1969; en cambio, incluyeron una versión acústica con otro título, ‘Country Honk0. Pero en cualquiera de las versiones, tanto la nariz como la cabeza de Jagger estallan. Como Richards dijo: “Fue genial, no hay duda, y es una de esas que sabes que van a ser Número Uno antes de terminar la maldita canción”.

12. Get Off of My Cloud

December’s Children (And Everybody’s), 1965

“Es floja, no es un hit, es más como un desenfreno temerario”, dijo Neil Young. tras ‘(I Can’t Get No) Satisfaction’, los Stones lanzaron un grito de rebeldía en contra de Estados Unidos, la fama, las llamadas por teléfono, los condominios, el resto de la gente y todas las molestias modernas. Y por supuesto, se hizo Número Uno en Estados Unidos, tal como su predecesora. La introducción decidida de la batería lleva al ataque despiadado de las guitarras gemelas de Richards y Jones. La banda estaba apuntando a hacer una canción más suave, al estilo funk de Nueva Orleans del músico soul Lee Dorsey. Por el contrario, terminó siendo una versión que “la rockeó”, en palabras de Richards. Las letras de Jagger, que aluden a dejar el carro y encontrarse después con un montón de multas como una bandera en el panorámico, fueron de las más evocativas que había escrito para ese entonces. Fiel a su costumbre, cuando lo alabaron unos años después, dijo secamente: “Oh no, no son [buenas], son una mierda”.

13. Midnight Rambler

Let It Bleed, 1969

“Nadie entró con la idea de hacer una ópera blues”, dijo Keith Richards en 2002. “Simplemente salió así”. Escrita por Richards y Jagger durante unas vacaciones en Italia, con la idea de hacer una canción de tempo cambiante estilo el blues de Chicago, la épica de siete minutos es todo un concierto. Se grabó durante cinco noches en las que Richards sobrepuso el sonido de su amenazante guitarra slide y la percusión de Jones en una de sus últimas grabaciones. Aunque fue escrita teniendo en mente ‘Boston Strangler’ de Albert DeSalvo, tomó un nuevo significado tras los asesinatos de la familia Manson ocurridos ese año. La canción cobró vida en concierto, como se escucha en el álbum en vivo de 1970, Get Yer Ya-Ya’s Out, con Jagger como un asesino enloquecido agitando su cinturón como un látigo en el escenario.

14. Let’s Spend the Night Together

Between the Buttons, 1967

Los Stones habían cantado sobre sexo una o dos veces antes, pero incluso para ellos, esta era una invitación directa. La canción comienza con un piano del músico acompañante Jack Nitzsche y con Richards en el bajo. Jagger masculla sus lascivos “my-my-my” y “chachacha” y los cantos del grupo hacen que todo suene aún más obsceno. Es uno de los hits más populares de la banda, a pesar de que el contenido sexual lo hizo demasiado vulgar para estar incluido en el Top 40 de la radio de 1967 (llegó al número 55). ¿Y esos palitos que suenan en la mitad de la canción? Según Andrew Loog Oldham, estos se escuchan porque oficiales de la policía de Londres irrumpieron en el estudio durante la sesión. Mientras los Stones escondían afanosamente sus bienes, él distrajo a los policías preguntándoles si querían participar en la grabación, haciendo sonar sus bolillos.

15. Miss You

Some Girls, 1978

En 1977, los Stones acamparon en Toronto para tocar en un extraño club mientras esperaban el veredicto del juicio de Richards por posesión de drogas. Durante el descanso, Jagger, con la asistencia del tecladista Billy Preston, que los acompañaba en las giras en ese momento, comenzó a trabajar en una canción nueva. “Billy me había mostrado su parte de percusión y yo tocaba la guitarra”, dice Jagger. Preston también compuso la parte del bajo que Wyman replanteó con “algunos cambios y puliéndola”, en sus propias palabras. Pero gracias al estilo groove de los Stones, embellecido por la armónica del músico de blues Sugar Blues, esto es un disco como solo ellos pueden hacerlo. El sencillo ubicuo fue el tercero y —al menos por ahora— el último Número Uno en la carrera de la banda. Y como lo admite Richards: “Cuando nos enfocamos en la canción, surgió un ritmo interesante”.

16. Beast of Burden

Some Girls, 1978

‘Beast of Burden’ es la balada que capturó el momento de los Stones a finales de los 70: batallando y comenzado un nuevo futuro, pero todavía dispuestos a tener sexo. En 1978, la existencia de la banda se vio amenazada por los problemas de Richards con las drogas, y así lo explica el guitarrista: “Fue un rejuvenecimiento, algo sorprendente para ese momento tan oscuro, cuando era posible que fuera a la cárcel y que los Stones se separaran. Quizás fue debido a eso, ‘hagamos algo antes de que eso suceda’”. ‘Beast of Burden’ es un ejemplo del engranaje de Richards con su colega, compositor y nuevo compañero en la guitarra, Ron Wood. Fue la canción que le anunció al mundo que Ron estaba en la banda, de la misma forma que ‘Honky Tonk Women’ lo hizo con Taylor. “Tienes que estar intuitivamente compenetrado para hacer eso”, dijo Richards. “‘Beast of Burden’ es un buen ejemplo de nosotros dos felizmente de acuerdo. Así que dijimos ‘Hágamoslo’”.

17. Can’t You Hear Me Knocking

Sticky Fingers, 1971

“Mick [Taylor] era lírico”, dijo Watts. “Tenía un muy buen oído”. La elegancia y el poder de Taylor relucen en ‘Can’t You Hear Me Knocking’, con la mejor extravagancia de guitarra de los Stones —brutal pero amplia— y fruto de un momento extraño en la grabación: una extensa sesión de improvisación para una banda que raramente se permitía esas exploraciones musicales a inicios de los 70. Quizás por eso no es una sorpresa que la grabación haya surgido casi por azar. El primer tercio de la canción es rock blues elemental, con raíces vintage en el fuerte riff y el ritmo funk preciso de Watts y Wyman. La parte instrumental que comienza en el minuto 2:40 ocurrió porque la banda pensó que la canción había terminado: “Hacia el final, sentí que quería seguir tocando”, recuerda Taylor. “Todos estaban dejando sus instrumentos, pero la cinta seguía corriendo, y sonaba bien, así que todos retomaron rápidamente los instrumentos y siguieron tocando. Así fue y la grabamos en una sola toma”. Los resultados muestran a un Taylor haciendo gala de sus líneas más fluidas y con un toque latino que envuelve los vigorizantes disparos staccato de Richards. El saxofonista Bobby Keys añade un solo quejumbroso de blues. “Era un músico con fluidez, melódico… me dio algo que podía seguir”, dijo Jagger sobre Taylor.

18. 19th Nervous Breakdown

Aftermath, 1966

Un acierto en las letras referidas a drogas y terapias, la canción demuestra que los Stones pueden empacar una crítica social aguda en un rock & roll de cabecera. A Jagger se le ocurrió el título después de cinco semanas agotadoras de gira. Escribió la letra sobre el concepto de neurosis de moda entre las chicas adineradas de Londres y la cantó sobre un riff dentado al estilo de Bo Diddley. Hacia el final de la canción, Wyman desata un salvaje sonido en el bajo que da una sensación de intensa angustia.

19. Ruby Tuesday

Between the Buttons, 1967

Se le ocurrió a Richards después de que lo dejara su novia Linda Keith, quien además se fue con Jimi Hendrix. Pero la canción es más una aprobación al espíritu libre femenino de la era hippie, que un rencor de blues o una despedida torturante. Sorprende también que la canción no se caracterice por la guitarra de Richards, sino por la grabación lastimera de Jones, junto con el piano de Nitzsche y Wyman tocando el contrabajo, que Richards alabó. “Es una melodía muy agradable, con una letra muy hermosa”, dijo Jagger años después. “No fui autor de ninguna de las dos, pero disfruto cantarla”.

20. Sway

Sticky Fingers, 1971

Una de las canciones más pesadas y devastadoras de los Stones, ‘Sway’ se asoma con triste abandono al precipicio de un apocalipsis personal. La brusca percusión de Watts se complementa con la letra de Jagger sobre un día que “partió tu cabeza en dos / Destruyó tu noción de tiempo circular” y Taylor, coautor, da el toque final con un solo abrasador y elevado. A pesar de tener una vibra muy propia de Keith, el músico no hace parte de esta canción, aunque sí participa en las voces de fondo que se añadieron después, como parte de un coro formado por Pete Townshend y Ronnie Lane, de Faces.

21. Rocks Off

Exile on Main Street, 1972

“Estuvimos volando despiertos toda la noche… drogados con algo”, dijo Jagger sobre el ambiente caótico de las sesiones de Exile en Francia. ‘Rocks Off’, la primera canción del disco, te lanza al tumulto sin previo aviso: un ladrido denso e intrincado de guitarras, vientos silbando como en medio del tráfico en hora pico, con la irritación nocturna de Jagger luchando en medio del estrépito. El sonido de la guitarra marca una nueva dirección para Richards. “Eso es una apertura de cinco cuerdas, al máximo”, dijo sobre Exile y ‘Rocks Off’ en particular. “Había comenzado a definir mi estilo”.

22. Moonlight Mile

Sticky Fingers, 1971

La épica de seis minutos que cierra ‘Sticky Fingers’ no se parece a ninguna otra composición de los Stones. Jagger canta sobre estar perdido “bajo extraños cielos” en el largo camino a casa para encontrar a su pareja, respaldado por una melodía influenciada por música japonesa pero anclada en el blues, doblando su voz sobre una guitarra acústica. La canción se construye sobre la orquestación de vientos y cuerdas de Paul Buckmaster, añadiendo una tensión dramática con los platillos de Watts, para que al final Taylor se tome la instrumentación. Richards no participa en la canción.

23. The Last Time

Out of Our Heads, 1965

El segundo sencillo de los Stones en estar en el Top 10 estadounidense fue también la primera gran canción hecha por Jagger y Richards juntos, una cristalización de su magnetismo beligerante. Tiene el primer riff clásico de los Stones: un punteo acerado y deslizado, tocado por Jones. Richards admitió que el coro de la letra salió de ‘This May Be the Last Time’, un sencillo de 1955 de Staple Singers. Todo lo demás es de los Stones: la locomoción burlona, el irrumpir cortante y agudo de la guitarra de Richards y la electricidad desdeñosa de Jagger.

24. Tumbling Dice

Exile Main Street, 1972

La canción más irresistible de ‘Exile’ tiene un ritmo relajado de tempo medio en el que se distingue el acorde de posición abierta característico de Richards, que a su vez ondula con la gracia de un ballet, ebrio y delicado. Comenzó como un bosquejo titulado ‘Good Time Women’ que rondó por años, hasta que la banda aterrizó en Nellcôte. Jagger estuvo inmerso en la cultura de casino de la región, y en conjunción con el personaje errante y borroso de la canción, cantó “keep on rolling!”. Es toda una metáfora de la banda y de los sobrevivientes de la generación de los 60.

25. Time Is On My Side

12X5, 1964

Los Stones tocaron ‘Time is on my Side’ frente a un público histérico durante su primera aparición en The Ed Sullivan Show en octubre de 1964, activando la línea telefónica de quejas de la CBS. “Mi cerebro se congeló”, dijo Patti Smith sobre la presentación. “No estaba pensando con la cabeza”. Fue originalmente el lado B de un disco de 1964 de Irma Thomas, y fue grabado por los Stones en una sesión de dos días en Chess Records, exhibiendo su lado soul y convirtiéndose en el sencillo en llegar más alto en las listas estadounidenses.

26. Shattered

Some Girls, 1978

Les da la bienvenida a Nueva York su guía turístico Mick Jagger: “Risas, dicha y soledad / Y sexo y sexo y sexo”. Es una de las canciones más emblemáticas de la ciudad, desde los proxenetas de la Séptima Avenida hasta los parásitos de la parte alta de la ciudad. También es una de las canciones más rockeras de los Stones, con un riff de guitarra sludge y una ráfaga de rugidos que le roban algo de estruendo al punk. Como dijo Jagger: “Recuerdo que Keith tenía este riff y un ‘sha-doobie’. A mí se me ocurrió la melodía y la letra después de que la pista estaba editada”.

27. It’s All Over Now

12X5, 1964

Los Stones eran básicamente una banda de covers de R&B cuando lanzaron esta versión de los Valentinos, coescrito con el joven Bobby Womack. Pero en ‘It’s All Over Now’ encuentran su propia voz como banda, especialmente en el último minuto, con el duelo apocalíptico de las guitarras de Richards y Jones. El original es más relajado y funk, pero los Stones redoblan la agresividad, con Jagger balbuceando “high-class game” y diciendo “half-assed game”. Los DJ no se dieron cuenta o no les importó, pero fue un éxito innegable.

28. As Tears Go By

December’s Children, 1965

Cuando Andrew Loog Oldman encerró a los Stones en una cocina y les ordenó escribir material propio, Keith comenzó a experimentar con su guitarra y esta balada apareció mágicamente. “Pensamos que era una canción estúpida” dijo Keith. Pero Oldham hizo una versión con Marianne Faithfull, que llegó al Número 22 en Estados Unidos en 1964. Y los Stones hicieron su versión el siguiente año.

29. Start Me Up

Tattoo You, 1981

‘Start Me Up’ quedó en el olvido por media década antes de que la banda lograra una versión que les gustara. Era originalmente un tema de reggae grabado durante las sesiones de Black and Blue de 1976, se grabó después como una pieza de rock en las sesiones de Some Girls, y finalmente aterrizó en Tattoo You en 1981. El riff obsceno de Keith y el balbuceo impúdico de Jagger lo convirtieron en su mejor hit de los 80.

30. Happy

Exile on Main Street, 1972

El himno exuberante de Richards nació tras una “gran fiesta”, según el guitarrista. “Tenía el riff”, pero el resto de los Stones no estaban. “Todo el mundo estaba retrasado por una u otra razón. Solamente estaban [el saxofonista] Bobby Keys y Jimmy Miller, el productor. Yo dije: ‘Tengo esta idea, trabajémosla mientras llegan los chicos’. Cuatro horas más tarde la terminamos”.

31. Dead Flowers

Sticky Fingers, 1971

Este tema es en parte una parodia; “creo que gran parte del country es cantado como si fuera un chiste, así que eso hago”, dijo Mick Jagger. Y aun así, es totalmente convincente: un reclamo alicorado en contra del flowerpower de los 60, grabado bajo influencia del amigo en drogas de Keith Richards, Gram Parsons.

32. Let It Bleed

Let It Bleed, 1969

Los Stones trabajaron tanto en la canción que daba título al álbum, que los dedos de Richards comenzaron a sangrar por tocar una y otra vez el riff en su guitarra acústica. Sin embargo, el resultado final posee una vibra íntima y despreocupada, con el piano tabernero de Ian Stewart y los toques country de Taylor, que complementan a la perfección las evocaciones de degradación y salvación que canta Jagger.

33. Have You Seen Your Mother, Baby, Standing in the Shadow?

Sencillo, 1966

“El máximo escándalo”, dijo Mick Jagger sobre este sencillo, y hasta la fecha sigue sonando increíblemente demente. Fue especialmente polémico por la carátula, una foto de los integrantes de la banda vestidos de mujer.

34. Waiting On a Friend

Tattoo You, 1981

Los Stones dejaron esta canción guardada durante casi una década antes de lanzarla como el gran final de Tattoo You. Originalmente la editaron en Kingston, Jamaica, durante las sesiones de Goats Head Soup de 1972, con Nicky Hopkins tocando el piano sobre los golpeteos de Richards. Jagger la retomó años después, terminó la letra y nos ofreció una de sus mejores y más apasionantes actuaciones.

35. Sweet Virginia

Exile on Main Street, 1972

Este desorden acústico es también una canción que refleja la influencia country de Gram Parsons, acompañada de la atmósfera de drogas de Nellcôte. Y aquí aparece la frase más memorable del álbum: “¡Debo raspar esa mierda de tus zapatos!”, aludiendo a la expresión que Richards usaba para referirse a la heroína de mala calidad. ‘Sweet Virginia’’ es candidata a mejor canción acústica de los Stones.

36. Play With Fire

Out of Our Heads, 1965

‘Play with Fire’ no fue hazaña de los Stones solamente: mientras Jagger canta acompañado de la pandereta y Richards toca una progresión perturbadora en clave menor, Phil Spector toca el bajo y Jack Nitzsche toca el clavecín. Lanzado como el lado B de ‘The Last Time’, la canción trata sobre el desprecio hacia una mujer aristócrata y caprichosa, en correspondencia con la imagen antisistema de la banda.

37. Before They Make Me Run

Some Girls, 1978

“Esa canción fue un llanto del corazón”, dijo Richards sobre su canción. “Estaba en el estudio, y no salí durante cinco días”. El tempo tiene una energía eléctrica, el riff es una marca de Richards y la letra está dirigida directamente a las autoridades canadienses para mitigar las resoluciones de su caso por posesión de drogas.

38. Memory Motel

Black and Blue, 1976

Cuando los Stones deciden sincerarse no tienen límites, como en esta balada de carretera extravagantemente sentimental de siete minutos. Jagger y Richards comparten la voz principal y cuentan la historia de una chica hippie que se encuentra con Mick en un motel barato, para luego dejarlo borracho y llorando. “Una verdadera chica estadounidense, independiente”, dijo Jagger en 1978.

39. No Expectations

Beggars Banquet, 1968

“Estábamos sentados en círculo, grabando con micrófonos abiertos”, dijo Jagger en 1995, “esa fue la última vez en la que participó Brian”. Fue producto de los Stones concentrándose en las raíces más profundas del rock; “En esa mezcla de la música blanca y negra de Estados Unidos”, escribió Richards, “tenía mucho campo para explorar”.

40. It’s Only Rock ‘n Roll (But I Like It)

It’s Only Rock ‘N Roll, 1974

Después de la decadencia de ‘Exile’ y el agotamiento de Goats Head Soup, ‘It’s Only Rock ’n Roll (But I Like It)’, este fue un intento por poner las cosas en perspectiva. El título fue escrito por Jagger, que hizo un demo con David Bowie. Cuando Richards lo oyó, exigió que le devolvieran la canción. Es una indirecta a los fans entrometidos a y los periodistas.

41. Shine a Light

Exile On Main Street, 1972

Los fans especulaban que la joya góspel de Exile on Main Street era sobre Brian, pero Jagger ya había terminado una versión un año antes de su muerte. La banda resucitó la canción en 1970 durante las sesiones de Sticky Fingers. Jagger le añadió un coro después de que Billy Preston lo invitara a escuchar al Reverendo James Cleveland en una iglesia de Los Ángeles.

42. She’s a Rainbow

Their Satanic Majesties Request, 1967

Una de las canciones más hermosas hechas por una pandilla poco cándida. Un piano pastoral arreglado por John Paul Jones de Led Zeppelin, con “la la las” infantiles rondando como gnomos de jardín. Es el tema esencial del Satanic, una pieza psicodélica construida bellamente. El final disonante y la visión de una niña arcoíris recuerdan quiénes están detrás.

43. Stray Cat Blues

Beggars Banquet, 1968

Para los fans amenazados por la imagen anti Beatles de los Stones, Jagger presenta este rock sórdido y ceñudo. Richards apuñaló su Telecaster en el novedoso sol abierto que había aprendido de Ry Cooder. La energía oscura de la música tiene una influencia propia de un drogadicto; “Pinchamos el primer álbum de The Velvet Underground”, dijo Jagger en 1977.

44. Torn and Frayed

Exile On Main Street, 1972

En el verano de 1968 Richards comenzó a pasar tiempo con Gram Parsons. “Él me enseñó a Los Everly Brothers y las armonías cruzadas”, dijo Richards. Esas armonías del sur cobran vida en la pegajosa, descuidada pero encantadora ‘Torn and Frayed’. El personaje libertino se parece a Richards, quien aparentemente estaba en rehabilitación y no terminó la grabación de la guitarra.

45. Salt of the Earth

Beggars Banquet, 1968

Parece que Jagger se inspiró en Lennon para escribir un himno de la clase trabajadora. Jagger hace un tributo al soldado que va a pie y retrata a la gente humilde con un toque de ironía. Pero fue apasionado y sincero cuando tocaron una versión trascendental (con letra modificada) en el Concert for New York City, un mes después del 9/11. “Sé que la ciudad podrá sobreponerse”, dijo Keith.

46. Lady Jane

Aftermath, 1966

‘Lady Jane’ es una florida incursión en la composición de baladas isabelinas, que ejerció una influencia enorme en el lado refinado y gentil del pop psicodélico británico. Enaltecida por el uso innovador del dulcémele de Jones y el clavecín de Jack Nitzsche, la decorosa canción demostró que el rock podía beber de la herencia cultural inglesa como influencia.

47. Connection

Between The Buttons, 1967

Esto es lo que sientes al ser parte de los Rolling Stones en 1966; oscuro, nervioso, arisco, un poco paranoico, apenas un paso delante de la ley. Jagger y Richards sintetizan su osadía en ‘Connection’, uno de sus duetos vocales más mordaces. Hay una fanfarronería alegre en la manera como convergen sus voces, y la paranoia resultó totalmente justificada en la vida real en enero de 1967.

48. She’s So Cold

Emotional Rescue, 1980

En el ocaso de los 80, el mundo de la música estaba lleno de bandas post punk tratando de fusionar la energía del rock con la potencia del disco. Por eso fue necesaria la intervención de los Stones para lograrlo y ‘So Cold’ navega en esa innegable sección rítmica, con guitarras desaliñadas batallando. Es una combinación relajada entre el blues y la música dance contemporánea.

49. Dandelion

Sencillo, 1967

‘Dandelion’ es el pico enardecido del breve vuelo psicodélico de los Stones, adornado con el clavecín de Jones. Ni siquiera durante el Verano del Amor los Stones eran de los que mostraban una cara sonriente. “Nosotros no tuvimos la oportunidad de vivir mucho el flowerpower debido al arresto. Éramos unos pillos”, explicó Richards, quien le puso el nombre de la canción a su primera hija.

50. Rip This Joint

Exile On Main Street, 1972

“[A Mick] no le gustaba. era muy rápida”, recuerda Keith Richards. Esta explosión rockabilly y jump blues, con el músico de estudio Bill Plummer en el contrabajo y dos solos fabulosos de Bobby Keys, es un loco diario de viaje estadounidense en el que el presidente Nixon le guarda yerba a la banda. Si no es la canción más rápida de los Stones, sí es la más picante.


El jurado

Expertos de los Stones hicieron un ranking personal de sus 50 canciones favoritas. Luego promediamos los resultados.

Patrick Carney / The Black Keys

Jonathan Cott / Contributing editor, Rolling Stone

Cameron Crowe / Director

Anthony DeCurtis / Contributing editor, Rolling Stone

Jon Dolan / Contributing editor, Rolling Stone

David Fricke / Redactor senior, Rolling Stone

Robert Greenfield / Periodista y escritor

Will Hermes / Contributing editor, Rolling Stone

Robert Hilburn / Periodista y escritor

Howard Kramer / Director de asuntos curatoriales del Salón de la Fama del Rock & Roll

Chuck Leavell / Músico

Jonathan Lethem / Novelista

Martin Scorsese / Director

Rob Sheffield / Contributing editor, Rolling Stone

Lucinda Williams / Cantautora

Warren Zanes / The Del Fuegos

Escrito por David Browne, Jon Dolan, Patrick Doyle, David Fricke, Will Hermes, Rob Sheffield

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