Taylor Swift la ‘celebridad’ es un imán para la atención, el cual distrae a la gente de Taylor Swift, la artista. No obstante, ella fue una compositora antes que una estrella pop, y lo continuará siendo hasta que se gradúe de ese rango.
Es su música la que ha dejado una marca en la historia, su habilidad como intérprete, productora de discos, heroína de la guitarra y una mente maestra del pop, con canciones que pueden dejarte sin aliento o con una cicatriz permanente. Ella se elevaba por las alturas que contenían leyendas cuando tan solo había cumplido la edad necesaria para aprender a manejar, con un toque sutil de Carole King y el corazón temerario de Paul Westerberg; y no ha parado desde ese entonces.
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Con todo el respeto que merece Taylor el mito, el ícono y la magnética fuerza que atrae la atención de los tabloides en las alfombras rojas, celebremos a la verdadera Taylor Swift: la compositora que nació para ser. Desglosemos sus 15 mejores temas, recorriendo sus inicios country como una adolescente ingenua, hasta lo logrado con sus LP’s más recientes, Folklore y Evermore. Cada fan podrá tener su propia lista y eso es lo que vuelve todo esto algo aún más bello.
Como nada le gusta más a Taylor Swift que provocar el caos en nuestras vidas, está volviendo a grabar sus álbums, incluyendo los outtakes que dejó en la bóveda anteriormente. Para los remakes de Taylor’s Version, ambas versiones cuentan como la misma canción. Es un tributo a su feroz energía creativa: en los últimos dos años ha publicado casi 50 canciones nuevas, y tiene más en camino. Que Dios nos ayude a todos.
15. ‘Fifteen’ (2008)
“Harás cosas más grandes en tu vida que salir con ese chico del equipo de fútbol/ no lo sabía a los 15”. Aún lejos de sus veintes, ella cantaba su compasivo, sororo y difícil de seguir himno, lleno de consejos para sus adolescentes contemporáneas. (Spoiler: Los chicos siempre mienten sobre todo. Su amiga de la infancia, Abigail Anderson siempre será su BFF más cool; además Taylor fue su dama de honor hace algunos años.
Su mejor verso en esta canción: “Ambas lloramos”.
14. ‘Enchanted’ (2010)
El momento en el que esta agridulce sinfonía salta de un nueve a un diez llega en el minuto 4:25, cuando parece que la canción ha llegado a su conclusión lógica, hasta que la voz en off del monólogo interior de Taylor Swift irrumpe para susurrar: “Por favor, no estés enamorado de otra persona/Por favor, no tengas a alguien esperando por ti”. En los últimos segundos, para dar el golpe de gracia, hace un dúo consigo misma.
Su mejor verso en esta canción: “la pregunta persistente me mantuvo despierta/ son las 2am ¿A quién amas?”
13. ‘Holy Ground’ (2012)
Nadie hace un despegue emocional de cero a 60 como nuestra chica, y ‘Holy Ground’ es su equivalente a Evel Knievel saltando el cañón del río Snake. Nótese la astuta brillantez con la que roba ese riff de guitarra de los ochenta nada menos que a Billy Idol, convirtiendo este tema en su ‘White Wedding’, así como en su ‘Rebel Yell’. (Aunque la letra habla de bailar con ella misma). Un momento álgido de la gira Red, que muestra las habilidades de Tay como solista de batería.
Su mejor verso en esta canción: “Oye, solo te saltas la conversación cuando ya lo sabes”
12. ‘Right Where You Left Me’ (2021)
Vale, ya sabemos que a Taylor le gusta dejar grandes canciones fuera del álbum, pero esto es ridículo. Tal vez incluso criminal. Sin embargo, de pronto ‘Right Where You Left Me’ tenía que ser un bonus track en Evermore, porque escuchar esta canción una vez significa ponerla en repetición y apagar el flujo del disco. Una década después de que Taylor Swift se sintiera con 22 años, se queda atrapada en los 23, reviviendo el momento en que le rompieron el corazón, todavía sentada en ese restaurante. (¿El mismo en el que tuvieron su primera cita en ‘Begin Again’?) Cada vez que engulle “you left me noooo”, suena más desesperada, sobre el obsesivo gancho de banjo de Aaron Dessner. Ella se siente congelada en el pasado, pero el banjo sigue instándole a moverse mientras pueda.
Su mejor verso de esta canción: “Aún tiene solo 23/ dentro de su fantasía/como se supone que debía ser”
11. ‘Cruel Summer’ (2019)
Durante los primeros 98 segundos, ‘Cruel Summer’ es simplemente una canción perfecta de Taylor Swift. Luego, en el puente, se adentra en un desquiciado álbum de grandes éxitos con estribillos de canciones brillantes que aún no ha escrito. Se podría escribir toda una disertación sobre la erótica de las ventanas en las canciones de Taylor: ningún poeta desde Keats ha estado tan obsesionado con el tipo de deseo que no se atreve a usar la puerta. ‘Cruel Summer’ trata de escabullirse y sentirse avergonzada de sus secretos, pero también de sentirse orgullosa de lo avergonzada que está, hasta que finalmente grita su secreto más sucio en voz alta: “Te quiero, ¿no es lo peor que has oído nunca?”. Pero no te equivoques, ella ama sus secretos más de lo que jamás amará a este tipo.
Su mejor verso en esta canción: “Me escabullí por la puerta del jardín cada noche de ese verano solo para robar mi destino”
10. ‘Dear John’ (2010)
Una disección lenta, metódica, precisa y salvaje de una cuasi-relación fallida, sin final feliz, sin moraleja, sin solución, ni siquiera una lección aprendida, solo un mal recuerdo archivado. ‘Dear John’ puede sonar como si ella estuviera derramando su corazón de forma espontánea, pero se necesita un operador astuto para hacer que una canción tan intrincada se sienta así. “Eres un experto en disculpas y en mantener las líneas borrosas y nunca te impresiona que apruebe tus exámenes” (hace que todo eso parezca un trago de aire). Cada línea escuece, hasta el final, cuando pasa de “Debería haber sabido” a “Deberías haber sabido”.
Su mejor verso en esta canción: “Estoy brillando como pólvora sobre tu triste y vacía ciudad”
9. ‘Marjorie’ (2020)
La pieza central de Evermore, un álbum lleno de casas encantadas y fantasmas elocuentes. Taylor canta sobre su difunta abuela Marjorie Finlay, una cantante de ópera que solía tocar en los clubes de copas de San Juan, con la línea clave: “Si no lo supiera mejor, pensaría que me estás cantando ahora”. Su voz silenciosa, cuenta la historia sobre sintetizadores vintage pulsantes, al modo minimalista de Music for 18 Musicians de Steve Reich. Al final, samplea la voz de soprano de Marjorie. Una canción que habla de conocer mejor a tus seres queridos cuando ya no están, de darles un hogar en tu vida, de convertir sus canciones en folclore y de transmitirlas como canciones populares.
Su mejor verso en esta canción: “ Nunca seas tan amable que olvides ser astuto, nunca seas tan astuto que olvides ser amable”
8. ‘Blank Space’ (2014)
Una celebración de doble vena de la monogamia en serie para los amantes de Starbucks de todo el mundo, ya que Tay recorre todo el ciclo: el subidón, el dolor, los jugadores, el juego, la magia, la locura, el cielo, el pecado. Cada segundo de ‘Blank Space’ es perfecto, desde los chasquidos del bolígrafo hasta el “nasss-taaaay-scarrr” del final. Puede que el subidón no merezca la pena, pero esta canción sí.
Su mejor verso en esta canción: “Cariño, soy una pesadilla disfrazada de un dulce sueño”
7. ‘Lover’ (2019)
Señoras y señores, ¿Podrían ponerse de pie? Esta bomba es el tipo de balada de guitarra retorcida que la gente creía que ya no tenía ganas de escribir, excepto que está celebrando el tipo de pasión adulta que la gente suponía que no era lo suficientemente melodramática como para molestarse en cantar. Pero cuando alcanza esas notas altas en el estribillo, es como la sensación en la cima de la montaña rusa cuando te das cuenta de que estás bajando. ‘Lover’ suena como una secuela de ‘Last Kiss’, pero con una década más de alma. Ella recupera el sustantivo más burdo del idioma y lo hace creíble por primera vez desde que Prince cantó ‘I Wanna Be Your Lover’. El video también es genial, sobre todo cuando se pone en modo lúgubre. Imagina terminar tus veinte años con una canción tan magistral. Imagina entrar en la treintena de la misma manera.
Su mejor verso en esta canción: “Con cada cicatriz dejada por las cuerdas de la guitarra en mi mano, tomo a esta fuerza magnética de hombre para que sea mi amado”
6. ‘Long Live’ (2010)
Esta es su ‘Common People’, su ‘Born to Run’, su ‘We Are the Champions’. Un himno rockero que arrasa en la arena como colofón de Speak Now, para una chica normal y corriente que, de repente, se siente dueña del mundo durante uno o dos minutos. ‘Long Live’ podría ser una pandilla de amigos, una pareja de adolescentes en el baile de graduación, una cantante dirigiéndose a su público. Pero como muchas canciones de dicho disco, su álbum prog secreto, llega al punto de cuatro minutos en el que parece que se ha acabado y que ella está aterrizando, excepto que es entonces cuando la canción se vuelve doblemente genial. En la última estrofa, hace un lío gigantesco. (Letra real: “Prométeme esto/que estarás a mi lado para siempre”. ¿Qué demonios, chica? Lo estabas haciendo muy bien). Sin embargo, ese es el momento que pone al tema en la cima: una canción que nadie más podría haber escrito, mientras ella se lanza a los acordes de poder. Así es Taylor: siempre exagerando, sin tener nunca una sensación en la que basten seis. Larga vida.
Su mejor verso en esta canción: “Me la pasé de maravilla combatiendo dragones contigo”
5. ‘August’ (2020)
‘August’ parece un tema tan sencillo, pero es una de las creaciones más ingeniosas del multiverso swiftiano. Lamenta una aventura veraniega que se esfumó como una botella de vino, sobre guitarras de soft-rock de los noventa, llenas de la energía de Mazzy Star/Cranberries del “set de la tarde en Lilith Fair”. (Además, ese “¿t
Te acuerdas?” del final parece sacado directamente de ‘Summer Girls’ de LFO, la marca de un verdadero erudito de la música pop). Intenta engañarse a sí misma para vivir la esperanza de todo ello, pero sigue repasando su mismo recuerdo una y otra vez, intentando que se convierta en algo diferente.
Todo estalla en el vertiginoso momento del final, cuando crees que la canción ha terminado, y piensas que por fin se va a marchar con la cabeza bien alta, pero vuelve a dar vueltas para un nuevo “¡Sube al coche!”. Puede que se quede sola detrás del centro comercial toda la noche, esperando a un amante que sabe que no aparecerá, pero hace que parezca el lugar más romántico posible.
Su mejor verso en esta canción: “Mucho amorío de verano y repitiendo un ‘nosotros’/ porque no eras mío para perderte”
4. ‘Delicate’ (2017)
“¿Está bien que haya dicho todo eso?” Un poco tarde para esa pregunta, Tay. Pero ‘Delicate’ es su triunfo, un susurro de vocoder que resume todo lo que es ella. Se escapa para una cita nocturna con capucha en su bar de mala muerte local, tratando de hacerse la desilusionada y fría. Pero como es Taylor, no puede dejar de señalar constantemente lo fría que está siendo, dándote codazos en las costillas con esos cánticos de “Isn’t it? Isn’t it?. (Cuento 24 “isn’t it” en esta canción y estoy sintiendo cada uno de ellos).
Se pasa toda la canción convenciéndose a sí misma de no hacer esa confesión de medianoche, pero luego dice: “a veces cuando te miro a los ojos pretendo que eres mío todo el tiempo”, el momento parece cataclísmico. Como siempre, la chica se impone estrictas reglas emocionales y luego las destroza todas. Admitámoslo, ella siempre fracasará estrepitosamente a la hora de jugar limpio, porque nunca podrá resistirse a decir demasiado. Sin embargo, como demuestra ‘Delicate’, todo eso es lo que ha nacido para decir. ¿No es así?
Su mejor verso en esta canción: “¿Está bien que estés en mi cabeza?”
3. ‘Mirrorball’ (2020)
Taylor brilla como la bola de discoteca que mira hacia abajo en la pista de baile, preguntándose por qué todos los demás parecen tan seguros de sí mismos e imaginando cómo se siente. Una balada hirviente sobre una solitaria que se siente un poco demasiado ruidosa y un poco demasiado brillante, que teme que todo el mundo se fije en sus defectos y que, sin embargo, se siente invisible. ‘Mirrorball’ retoma el ambiente de fiesta de ‘New Romantics’ desde otro ángulo, con Taylor girando sobre tacones altos, dando vueltas como una chica con un vestido nuevo, odiándose a sí misma por estar tan desesperada por brillar para los extraños.
Este es el tipo de sensibilidad adolescente vulnerable que la hizo empezar a escribir canciones en primer lugar (es decir, la mayor parte de su álbum debut). Pero en el clásico estilo de Taylor Swift, decide exactamente lo que se va a permitir sentir, y luego se pregunta por qué siente exactamente lo contrario. Es la misma chica en el columpio de ‘Seven’, ya crecida, pero con la sensación de estar colgando en el aire, sin tocar el suelo. ¿Quién más tiene una mente compositora como ésta? La reina del concepto.
Su mejor verso en esta canción: “Aún soy una creyente, pero no sé por qué/Nunca se me ha dado nada naturalmente, lo único que hago es intentar, intentar, intentar”
2. ‘New Romantics’ (2014)
La forma en que Taylor exhala al final de la línea “I’m about to play my ace-aaah” es quizás el mejor momento en la historia de los pulmones humanos. En ‘New Romantics’ lleva el concepto de synth-pop ochentero de 1989 al banco, con una epifanía de bola de espejos que deja lágrimas de pestañina por toda la pista de baile. Se pone la gorra de los postizos artísticos de la escena del Nuevo Romanticismo de los ochenta (Duran Duran, Adam Ant, Human League, etc.), pero suena exactamente igual que sus propios prejuicios; y, sin embargo, suena exactamente igual que ella misma, tan emocionalmente absurda. Uno de mis momentos más extraños de los últimos años: explicar la existencia de esta canción a los chicos de Duran Duran.
‘New Romantics’ no es la primera vez que canta sobre llorar en el baño, pero es la que hace que llorar en el baño suene como una audaz búsqueda espiritual, que (cuando canta sobre ello) lo es. El remate: Habiendo escrito esta obra de genio, superando incluso las esperanzas más salvajes que cualquier fan pudiera haber soñado, la dejó fuera del maldito álbum, algo muy ‘New Romantic’.
Su mejor verso en esta canción: “Mostramos nuestras distintas letras escarlata/ Créeme, la mía es mejor”
1. ‘All Too Well’ (2012)
Tan casualmente cruel en el nombre de ser brutalmente honesto. Esta imponente balada es el punto álgido de Taylor Swift, que alcanza una cima tras otra. Para ‘All Too Well’, se une a sus colaboradores de confianza: la sensei de composición Liz Rose y el productor Nathan Chapman, para hilar una trágica historia de amor condenado, bufandas, hojas de otoño y cafés de arce.
Está repleta de momentos increíbles: la forma en que canta “refrigerator”, la forma en que escupe las consonantes de “crumpled-up piece of paper”, la forma en que mastica tres “all” seguidos. Ninguna otra canción hace un trabajo tan estelar al mostrar su capacidad para convertir un pequeño detalle trivial en un dolor de corazón legendario. (Ese pañuelo debería estar en el Salón de la Fama del Rock and Roll, aunque en cierto modo ya lo está). Puede que te creas toda una celebridad, pero ni en el mejor día de tu vida nunca inspirarás una canción tan grande como ‘All Too Well’. O escribirás una.
El mejor verso de Taylor Swift en esta canción: “Tal vez nos perdimos en la translación/Tal vez pedí demasiado/Tal vez esta cosa era una obra maestra hasta que la rompiste toda/Corriendo asustado, yo estaba allí, lo recuerdo todo demasiado bien”.
