La despedida irresistible de Midnight Oil

Con un nuevo disco, 'RESIST', y el mensaje potente de siempre, la leyenda del rock australiano emprende la última gira después de cincuenta años de música y militancia ambientalista

Por  TYLER JENKE

mayo 20, 2022

La legendaria banda australiana le dice adiós a los escenarios.

Robert Hambling

Fue hace poco más de cinco años. Midnight Oil, para sorpresa de muchos fans, anunció su primera gira a gran escala desde la disolución de la banda en 2002. Lo que vino después fue una larga serie de shows (77, agotando localidades en 16 países), que no solo cimentó su estatus como una de las bandas australianas más queridas: también demostró que, aunque los miembros se estaban acercando a los sesenta años, su fuerza seguía siendo imparable.

A principios de 2020, la banda anunció otro hito: un nuevo disco, el primero que grabarían desde Capricornia, de 2002, llegaría ese mismo año. Lamentablemente, ni los mejores planes pudieron esquivar lo que iba a pasar poco después con el Covid-19. Al final, The Makarrata Project llegó a fines de 2020 y escaló los charts. Y a fines de 2021 llegó el anuncio de un nuevo trabajo y, esta vez sí, la gira final de Midnight Oil.

Peter Garrett, histórico cantante de la banda, le dice a Rolling Stone que se sintieron empoderados por el hecho de volver con nuevo material bajo la manga. “No creo que ninguno de nosotros realmente pensara que terminaríamos haciendo más de una docena de shows”, recuerda el frontman, que también es activista social y político, sobre su exhaustiva gira Great Circle. “Fue solo la euforia de estar juntos en el escenario, la química extraña, o lo que sea que hace que las bandas funcionen. Y si venía gente, mejor, claro, pero realmente no esperábamos ir a tocar a América Latina, Estados Unidos, Canadá y Europa. Todo pasó muy naturalmente”.

“Cuando regresamos, fue como decir: ‘Bueno, ahora ya sabemos que podemos tocar, y seguro cada uno hizo sus canciones en el interin, a ver qué pasa si nos juntamos y empezamos a mirar lo que tenemos y, bueno, quizás podemos grabar un disco’”.

Volver a grabar fue como retomar viejos hábitos, a pesar de que había pasado bastante tiempo desde la última sesión. Si bien todos los miembros habían dedicado tiempo a componer y hacer demos, Garrett había utilizado la disolución de la banda como excusa para meterse de nuevo en su otro terreno favorito: la política.

“Sería un eufemismo decir que ‘pasó un buen rato’”, dice Garrett con una suave risa. “Nos sentimos bien. Quiero decir, todos siguieron trabajando, los muchachos siguieron escribiendo y grabando cuando yo estaba haciendo lo mío en Canberra. Si no hubiera sido porque nos juntábamos a tocar, cada uno habría estado por su lado, así que estuvo bien. “Pensaba que ya no podíamos sorprendernos, pero siempre hay sorpresas cuando te metés en la música, y esa es la parte divertida”.

La primera parte de su nuevo trabajo, The Makarrata Project, inicialmente se había programado para salir junto a las celebraciones del vigésimo aniversario de Splendor in The Grass [el gran festival de rock australiano], en julio de 2020. Pero la cuarentena y los shows cancelados hicieron que tuvieran que cambiar de planes, y el disco llegó a fines de octubre.

Trágicamente, se avecinaban más malas noticias para Midnight Oil, con el fallecimiento del veterano bajista Bones Hillman solo una semana después de salido el disco. Hillman había estado enfermo durante algún tiempo y el grupo ya había hecho las paces con su inminente ausencia. El mismo Bones les dio la bendición para que la banda continuara bien sin él. “Fue muy claro al respecto”, explica Garrett. “Nos conocía lo suficiente como para saber que lo único que te da oxígeno es poder hacer lo que amás, si tenés la suerte. Cuando estás en una banda, nunca esperás que uno de los miembros muera. Es increíblemente triste, y aunque sabíamos que iba a pasar, cuando finalmente llega el momento, todavía no estás preparado. Pero te levantás al día siguiente y tenés que desayunar y seguir adelante.”

Al final, The Makarrata Project fue un disco poderoso. No solo le dio a Midnight Oil el regreso a los charts por primera vez en 30 años. También contó con colaboraciones de artistas de pertenencia indígena (incluidos Dan Sultan, Tasman Keith, Alice Skye, Kev Carmody y otros) y promueve la reconciliación con las minorías nativas australianas, incluida la Declaración del corazón de Uluru (un documento de 2017 que fomenta “arles voz a las personas de pertenencia indígena dentro del Estado nacional australiano”). Este es un registro definitivamente distinto de lo que venían trabajando, pero a la vez es puro Midnight Oil.

“Definitivamente fue lindo, pero también triste, si pienso en los problemas del mundo indígena y en los artistas que colaboraron con nosotros y que funcionó muy bien”, señala Garrett. “Logramos tener algo que se parecía mucho a nosotros mismos en algunos aspectos y que no sonaba para nada como nosotros en otros aspectos, pero igual era bastante fiel al corazón de la banda”.

Peter Garrett, cantante de la banda, asegura que se sintieron empoderados por el nuevo material. Foto: Jesse Hunniford.

“Normalmente, no queremos ser específicamente directos en las canciones, aunque claramente muchas tienen puntos de vista fuertes… pero creo que en este caso sí queríamos ser directos”, explica Garrett. “La Declaración de Uluru y todo lo que dejamos salir, cuando volvió a nosotros era aún mejor. Era algo más fuerte en la escala de Richter y tenía más profundidad, más carácter: más miel, pero también más limón”.

“Entonces, salir al escenario, salir a cantar y que Alice [Skye] cante mientras toca Jim [Moginie] en el piano, o que Tasman [Keith] tome posesión del escenario o pasar un rato con Troy [Cassar-Daley] en el backstage, todo fue en realidad una experiencia increíble. Y nunca se repetirá. Tenemos suerte de haber podido salir a tocar de vuelta”.

Tras el anuncio de nueva música, los fans siguieron la gira de The Makarrata Project con especial anticipación. A fines de 2021, el grupo comunicó que su decimotercer disco, RESIST, daría inicio a su gira de despedida. Al igual que el anterior, RESIST también estaba programado para llegar mucho antes (se grabó en las mismas sesiones). Es un disco muy temático, esta vez con un fuerte enfoque en el medio ambiente y el cambio climático.

“Creo que nunca sabemos lo que va a salir, especialmente porque hemos estado guardando las canciones durante años”, dice Garrett sobre las sesiones de grabación. “O no, dependiendo de cuánto tiempo haya pasado. Pero fue casi como una simetría urgente lo que trajo esas canciones a primer plano y se unieron entre sí muy fuertemente. Resonaron con lo que estaba sucediendo tanto en nuestro mundo como alrededor del planeta, en la atmósfera del planeta, en los sueños y miedos de la gente”.

El primer single de RESIST fue “Rising Seas”, escrita por el baterista Rob Hirst, una canción que, a pesar del retraso en el lanzamiento, pudo alardear de su sincronicidad con la conferencia anual sobre el cambio climático de las Naciones Unidas en Escocia (salió unos días antes de la apertura).

“En realidad queríamos tocar en Glasgow en ese momento. Pensamos que el disco saldría para esa fecha. Pensamos que tocaríamos ‘Rising Seas’ y otras canciones frente a la gente que estaba ahí haciendo oír su voz”, recuerda. “Al final no pudimos ir, pero la canción estuvo lista a tiempo. Este tema necesita de la gente escuchándolo. Siempre va a haber problemas en los que debemos enfocarnos, masticarlos, pensar y reaccionar. Pero esta fue probablemente una de las primeras veces en las que estamos viendo que una gran parte del país se inclina tan ferozmente hacia la codicia y el desprecio y la falta de respeto y la indiferencia hacia los hechos”.

En esencia, RESIST proporciona una experiencia visceral al oyente, dado el mundo actual en el que vivimos. Otros temas, como “Tarkine”, hablan de un potencial nuevo dique para el bosque de Tasmania mientras que “Reef” hace referencia al estado de la Gran Barrera de Coral, “lo más importante de la naturaleza en el mundo” y que “bien podría convertirse simplemente en un depósito de basura”.

Con mensajes tan poderosos, el disco sirve como llamado a la acción. Pero, ¿escuchará el público? ¿Tiene Garrett, él mismo un ex líder político [dentro de una larga trayectoria, llegó a ser ministro de medio ambiente, congresista en su país], fe en que los políticos realmente escuchen su mensaje? Muchos de los que con gusto escucharían el viejo clásico de Midnight Oil “Beds Are Burning” podrían ser reacios a la idea de los derechos indígenas.

“Creo que la respuesta corta es que nadie sabe y no se pueden adivinar las motivaciones de nadie”, explica. “Esto se ve bien con los políticos porque son figuras públicas y se los elige para hacer un trabajo, pero hay mucha disonancia cognitiva en el mundo. Muchas personas solían escuchar canciones como ‘Beds’, ‘The Dead Heart’ o ‘Blue Sky Mining’, y nunca hubieran pensado en los derechos de los trabajadores o los indígenas cuando tenían 25 años, pero cuando tienen 35 o 40, dicen: ‘¡Ah, mirá!’, y le dan otra lectura a lo que decimos. Pero no depende de nosotros, no estamos escribiendo un libro de cocina donde hay que seguir una receta. Somos artistas, tocamos y escribimos canciones y decimos lo que pensamos y sentimos que es importante”.

Y si algún artista se inspira en Midnight Oil y abraza el activismo después de escuchar un disco como RESIST, Garrett está de acuerdo en decir que esa sería la frutilla del postre.

“Desearía que todos estuvieran escribiendo canciones como esta, porque necesitamos tantas canciones así como sea posible, en todo tipo de idiomas, de todo tipo de artistas donde sea que estén, necesitamos que la radio y la atmósfera se llenen de canciones de este tipo. Necesitamos que nuestra música refleje qué es lo que tenemos que enfrentar y que nos inspire a enfocarnos en lo que tenemos que hacer”.

“Todo el mundo tiene convicciones fuertes y podés escuchar a mil personas sentadas en un sillón diciéndote cómo debería funcionar el mundo, pero realmente tenés que actuar en consecuencia donde puedas, sacando provecho de tus atributos y capacidades”, continúa. “Tenés que encontrar tu camino, porque se trata de eso: de hacer algo. No pasa por comentar y reflexionar; se trata de hacer algo”.

La gran banda australiana, en uno de los shows de su gira despedida. Foto: Jesse Hunniford.

En última instancia, RESIST marca el final de una era para Midnight Oil. Si bien no significa el final de la obra individual de los miembros, el lanzamiento del disco está compaginado con la gira final de la banda, de la que no piensan echarse atrás: al revés, es una idea que tienen ganas de hacer realidad en una larga serie de conciertos “de cierre”.

“Si decimos que es la última vez que salimos de gira es porque es así”, explica Garrett. “No lo diríamos si no. No necesitamos decirlo para vender entradas”.

En cuanto a la razón detrás de la decisión de cesar operaciones, Garrett señala que el ciclo típico de un disco es mucho más largo de lo que la gente cree. Un proceso promedio consistiría en escribir, juntarse a tocar, grabar, ensayar, repetir todo de vuelta antes de tener el material terminado y lanzarlo al agotador circuito promocional, con cientos de conciertos. Para cada disco hay que pensar en unos cuatro años. Aunque admite que no es necesariamente tedioso, sin embargo es un proceso largo. Y no es algo que vayan a querer hacer necesariamente cuando tengan setenta años, especialmente si tomamos en cuenta una premisa innegociable: tocar siempre al máximo.

“Pensá que si proyectamos a cuatro años desde fines de 2022, significa que en 2026 vamos a estar saliendo con la valija rumbo al aeropuerto para ir a un concierto en cualquier lugar del mundo”, señala. “Y eso no es probable que suceda. No es algo que nos gustaría estar haciendo, y tampoco es algo que pudiera resultarnos factible”.

“Hay un amanecer y un atardecer, y hay que bajarse del escenario antes del atardecer. Eso no significa que no vayas a escribir canciones durante la noche. No significa que no vayas a tocarlas tampoco. A algunos de nosotros van a sacarnos del escenario con los pies para adelante, obvio que sí”.

Entonces, ¿qué le depara el futuro a Midnight Oil después de la gira? “No será la última oportunidad que tengan de escucharnos”, explica Garrett. “Quiero decir, vamos a seguir haciendo cosas, cada uno a su modo. Rob va a hacer un disco con su hija [la cantante de country Jay O’Shea], Jim [Moginie, guitarrista y tecladista] también hará un disco. Pero, en cuanto a las giras de Midnight Oil, esto es todo. Este es el final de un ciclo en la vida de Midnight Oil”.