Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Kidd Keo, un soñador que no busca etiquetas

Domina el trap en España, pero el cantautor quiere demostrar que un artista puede hacer reggaetón sin ser juzgado por ese género

Por  HUMBERTO MONTOYA

diciembre 2, 2021

Cortesía del artista

Pàdua Keoma, conocido musicalmente como Kidd Keo, no tiene empacho al momento de entrar al estudio y querer salir de un género musical que domina y en el cual es reconocido en otras latitudes, con tal de experimentar y ponerse nuevos retos. Prueba de ello ha sido el lanzamiento de su más reciente producción discográfica titulada Rockport Espacial 2, en el cual entregó un tech trap, a la par de que lanzó el sencillo ‘Hola Bebé’, canción ajena a este trabajo y en donde el artista apostó por el reggaetón.

En entrevista, el artista oriundo de Alicante explicó que quiso hacer esta dualidad en un afán de demostrar lo que puede hacer con su música. “Saqué Rockport Espacial 2, al cual le está yendo muy bien, había mucha gente que lo esperaba y también expande mucho el tema de esta ‘ciudad’ que estoy haciendo, y después de eso saqué ‘Hola Bebé’ que es una canción de reggaetón, un proyecto aparte. Uno era porque lo hice y debía sacarlo en algún momento, y dos, porque me pareció que después de un proyecto como Rockport era un buen momento para sacarlo, porque es algo que no tiene nada que ver, y que chocaría mucho, haría mucho contraste. A mí lo que me gusta mucho es chocar entre un proyecto y otro, porque me parece que el artista así es como lo demuestra en sus obras”.

Pero, ¿qué tan válido es brincar de un género a otro? Le comento que en su momento Taylor Swift dejó el country para apostar por el pop y si bien no recuerda de todo el caso, sí afirma que no ha sentido que sea mal visto el que apueste por el reggaetón luego de dominar el trap, un género que le ha abierto mercados internacionales y que le es reconocido en su ciudad natal.

“Yo tengo un público que me valora mucho, pues el tema de reggaetón sólo ha recibido buenas críticas, tú ves los comentarios y los corridos y tal…el que juzga, es el que no me conoce. No sé el caso de Taylor Swift, porque es una cantante que viene de otro ámbito, que es un ámbito completamente comercial, y no la estoy desvalorizando ni juzgando ni nada, simplemente no sé el motivo por el que la gente diría eso de ella, pero si tú me llevas siguiendo un poco y eres amante de la música sin más, te das cuenta que soy un artista que desde el día uno, nunca he ido con la corriente, he ido a contracorriente. La gente tiende a juzgar porque no me consigue encasillar nunca y no me encasilla que sigue queriendo encasillarme. Mira, la gente me juzgaba por sacar cosas diferentes, pero es que yo no estoy cambiando, es que yo no paso de hacer música country a hacer música pop porque pueda expandir música a otros horizontes y vender más. Hoy hago música country, mañana hago música pop, mañana hago un drill y mañana hago un corrido y mañana hago un reggaetón, porque me sale en los huevos, porque me apetece. Entonces, cuando te das cuenta, porque ni yo lo anuncio, no se nota un cambio, soy el mismo, no hay un cambio de imagen, no hay un cambio de lírica, no hay el querer verse bonito. La gente al final entiende que yo soy así”, dice orgulloso.

Si bien el caso de Swift no le es familiar, el cantautor explica que el etiquetado que muchas veces existe en la música, el incluso busca romperlos en otros ámbitos, como la animación o incluso el diseño de modas, demostrando que un artista es precisamente eso, alguien que se dedica al arte en sus diversas formas.

“No estoy criticándo pero cuando Miley Cyrus pasó de una cosa a otra era un cambio radical en el que se nota que quieres cambiar de imagen, yo no he querido cambiar de imagen, yo he evolucionado como ha evolucionado mi persona. Al final la gente no puede criticarme porque no sabe cómo cogerme, no me cojas. El problema es que hay muchos artistas que están encasillados en un producto para vender o son productos, hay artistas y profesionales de la música, entonces cuando un profesional de la música cambia, se nota. Mañana voy a hacer o que me de la gana, también he hecho una serie de animación en la que salgo yo diciendo: ‘Bienvenidos a Yonkiland’ y no hago series. ¿Y entonces qué van a decir? Y la serie está guapísima”, recuerda sonriendo.

Hablar con Kidd Keo es hablar con alguien fiel a sus creencias. Habla con la misma pasión de su música que de sus gustos, de sus pasatiempos y de sus sueños, pero siempre, buscando hacer sentir orgulloso al niño que un día fue y que mira desde otro lugar al adulto que es hoy en día, recordando que, si bien los sueños de ese pequeño niño han cambiado, no así sus ganas de materializar algunos de ellos.

“¿Tú te acuerdas cuando eras un niño de 12 años y veías la película de Iron Man? En tu cabeza, eso era posible y lo es, lo que pasa es que, ahora que tienes 26 años o treinta y tantos o lo que sea, ahora que somos mayores, salgo de ver Iron Man y digo ‘Madre día, ni lo pienso porque es muchos problemas’, pero cuando tu eras un niño de 12 años que no tenías problemas, que no tenías nada que hacer más que pensar y flipar, yo salía de Iron Man y decía: ‘Hay alguna forma de hacer ese traje’, y realmente la hay.

“Si hubiese invertido toda mi puta vida intentando hacer un traje de Iron Man igual que lo he invertido en intentar ser Kidd Keo, lo hubiese logrado. Si ahora mismo me dicen haz un traje de Iron Man…pfff, tengo que hacer la comida, tengo que sacar al perro, darme una vuelta y tomarme una cerveza. Ahora que tengo la posición de ser Kidd Keo y que Kidd Keo me da dinero, y que puedo en vez de gastármelo y darme la vida del artista, me lo gasto en construir y flipar como un niño pequeño y esa es mi forma de hacer arte, tanto en lo musical como en el resto”.

Dicha declaración hace inevitable el preguntarle cuál sería el sueño más grande que tuvo ese niño y que ahora, como Keo, podría ayudar a cumplir, a lo que, sin pensarlo dos veces, lo remite a Need for Speed, su videojuego favorito y que se volvió parte de su inspiración para la creación de Rockport Espacial, pero que ahora, quiere volverlo una realidad.

“El trabajo de mi vida es convertir mi videojuego favorito de la infancia, en mi vida real. Cuando yo era pequeño cogí ese videojuego, esas bases de datos, las absorbí y las descargué encima de mi ciudad, para utilizarlo de modelo creativo para yo inspirarme. Entonces cuando yo voy por Alicante, ya no veía a Alicante, yo veía Rockport, de esa forma podía empelicularlo y esa película es mi música, mis videoclips y mi producto. Lo que pretendo es que en cuatro años se celebre en Alicante un festival que sea el Rockport Festival, los veranos, por ejemplo, y que realmente durante el verano todo Alicante esté lleno de coches y se haga Rockport. Ese es el flow”.