Jorja Smith no suele seguir ciegamente su intuición. Claro, esta la ha llevado a tomar algunas decisiones muy buenas, como cuando en 2015 decidió mudarse a Londres para comenzar su carrera musical, poco después de graduarse del colegio. En unos años, la cantautora británica logró colaboraciones estelares con Drake y Kendrick Lamar, un codiciado lugar en la corta lista para el Premio Mercury y una nominación a Mejor nuevo artista en los Grammy 2019, junto a gente como Dua Lipa y Luke Combs. Todo se estaba alineando en su camino para ser una de las artistas de R&B y pop con más rápido ascenso.
Aun así, dudaba de sí misma, según cuenta ella, especialmente cuando comenzó a sentirse sola en su nueva vida. “Cuando lancé mi primer álbum y me fui de gira, me perdí de muchos momentos”, recuerda Smith, de 26 años. “No pasaba tiempo con mi familia, no pasaba tiempo con mis amigos”. Añoraba los rostros y lugares familiares de Walsall, en Inglaterra, donde creció. En Londres, Smith solía preguntarse qué carajos hacía ahí.
Durante seis años, forzó su voz al máximo, hasta 2021, cuando finalmente hizo caso a su intuición y regresó a Walsall para comenzar a trabajar en su tan esperado segundo álbum, Falling or Flying, que ya está disponible. Es un disco que la ve pasar de ser una nueva artista a convertirse en alguien que tiene pleno dominio de su sonido. “Siempre debería dejarme guiar por cómo me siento, porque mi instinto nunca ha fallado, y yo simplemente lo he ignorado”, comenta. “Al final, ¿de quién depende? Todo depende de mí, y si no soy feliz, ¿qué sigue?”.
De vuelta en Walsall, el álbum comenzó a tomar forma cuando la artista se conectó con el dúo de producción DAMEDAME*, gracias a que conoce a uno de ellos desde que tenía 15 años. A su lado, Smith encontró formas nuevas e intuitivas de aprovechar las alegrías que parecían escapársele, como su amor por el piano. “Dejé de hacer muchísimas cosas viviendo en la ciudad”, dice Smith. “Me ayudaron a retomar pasatiempos que tenía”. De repente, la cantante dejó de agendar tiempo en el estudio, esperando que algo surgiera de una sesión de composición. Según Jorja, se la pasaban conversando y haciendo chistes mientras comían.
La artista destaca también la autenticidad de DAMEDAME*: “Siento que tienen esa ingenuidad y mucho más de ese niño interior, pero en el exterior”, explica Smith, comparándolo con la industria musical en Londres, “donde hay un montón de opiniones, y ellos no están ahí. No tienen ese ruido, todo es puro”.
Jorja dice que nunca había hecho un proyecto como Falling or Flying, uno en el que no se sintiera presionada a hacer nada más que vivir el momento. Su debut de 2018, Lost & Found, fue en esencia una compilación de canciones que había escrito a lo largo de varios años; Be Right Back¸ el EP –que compartió en 2021 para contentar a los fans mientras trabajaba en el nuevo álbum– contenía canciones de dos años atrás.
Sin embargo, Smith se dio cuenta de que, si quería que su música reflejara su estado actual, no podía rebuscar viejos archivos esperando encontrar un portal al futuro; tenía que comenzar de cero. “Me he convertido en una mujer mientras lo hago”, comenta. “Muchas canciones hablan de otras cosas, pero cuando las canto en el espejo, me doy cuenta de que hablan de mí”.
En la alegre ‘Little Things’ canta sobre la euforia del enamoramiento, y en ‘Feelings’ muestra la química que tiene con el rapero británico J Hus. Pero el núcleo emocional del álbum se manifiesta aún más en canciones como la sincera y corta balada ‘Try and Fit In’, donde aconseja a alguien que está agotado, o en la acústica ‘Too Many Times’, donde aborda la necesidad de romper los ciclos poco saludables. “Antes no habría podido escribir sobre muchos de los temas que abordo ahora, porque todavía no había pasado por las cosas que me llevaron a hacer las canciones”, comenta al respecto.
Smith valora que sus nuevos colaboradores le ayudaran a mantenerse honesta durante el proceso del álbum. “J, creo que necesitas volver a escribirla”, recuerda que DAMEDAME* le dijo en una ocasión, “y lo hice, porque sabía que yo estaba mintiendo. Tenía que reescribirla, porque lo que estaba escribiendo, no quería que nadie lo escuchara, así que escribí una canción completamente diferente. Y luego, a medida que pasaba el tiempo, dije: ‘A la mierda, escribiré lo que realmente quiero decir’”.
También atribuye parte de su racha creativa en este álbum a los tres años que ha asistido con frecuencia a terapia. “He podido verme a mí misma de una manera diferente”, afirma. “Eso me ayudó a soltar. Solía pensar mucho las cosas, o hasta obsesionarme”.
La artista dice que su nuevo conocimiento sobre sí misma le ha ayudado a tener más autoridad sobre su vida y las decisiones que toma. “He notado que, en el pasado, digamos que he dicho que sí a ciertas cosas, una presentación o una grabación, y mientras digo que sí, en mi mente pienso ‘No, no, no. Sé que no debería hacer esto’. Luego, al hacerlo, sigo sintiendo todas las cosas que sentí cuando quise decir que no”. No entra en detalles sobre esas viejas decisiones, pero está claro que entre la terapia y trabajar con gente que la entiende bastante bien, la perspectiva de Smith ha cambiado por completo, para que sus propias emociones tomen las riendas.
Si bien antes se hubiera sentido atormentada por lo que debió haber dicho –o no– en una discusión o cómo debería haberse defendido, la artista ahora se siente libre de seguir su inspiración musical. “El mejor lugar en el mundo es en el estudio escribiendo canciones”, afirma. “Lo que la gente dice sobre cómo me veo y esas cosas, no afecta mi música. Simplemente me afecta a mí, y es una mierda, pero podré seguir adelante”.
A pesar de todo, cuando está en Walsall, se siente intocable; pero también está aprendiendo que su hogar es cualquier lugar donde se sienta en paz. “El hogar son las personas que te hacen sentir como tú misma. Ahí es cuando me siento más en casa”, dice, y agrega con una sonrisa: “Así que puede ser Londres, pero no quiero decir eso porque no me gusta Londres”.
La gira que está planeando para su nuevo álbum la sacará de su refugio, pero sabe que puede llevar consigo esa comodidad. “Esa es mi otra burbuja segura, porque mi equipo y mi banda son como mi familia”, añade. “Son como mi segundo hogar. Siento que llevaré toda la energía que he almacenado aquí. Siempre regreso aquí”.
