Son años los que se llevan hablando sobre la brecha salarial que existe entre los actores y actrices en Hollywood, pero aún así la industria del cine no ha hecho muchos avances al respecto. Tan solo este mismo año se conoció la lista de los actores mejor pagados en lo corrido de 2022 y, de 26 nombres que aparecen en el listado, solo cinco son de mujeres: Margot Robbie, Millie Bobby Brown, Emily Blunt, Jamie Lee Curtis y Anya Taylor-Joy. Ninguna de ellas está dentro del top 10.
En 2014, Sony Pictures Entertainment sufrió de un ataque cibernético que resultó, entre otras cosas, en la filtración de información confidencial respecto a los pagos a diferentes estrellas de proyectos de la productora. En un intercambio de correos entre Amy Pascal, exdirectora de SPE; Andrew Gumpert, expresidente de asuntos comerciales de Columbia Pictures; y Doug Belgrad, expresidente de SPE Motion Picture Group, los ejecutivos discutieron sobre el porcentaje que recibieron los protagonistas de las ganancias de Escándalo americano.
En ese entonces Jennifer Lawrence era una de las actrices más apetecidas gracias a su papel de Katniss Everdeen en Los juegos del hambre, sin embargo, tanto ella como su compañera Amy Adams recibieron un 7% de las ganancias de la cinta a comparación del 9% que recibieron Christian Bale y Bradley Cooper. Tras conocerse la información, la actriz escribió un ensayo en el que comentaba que más que enfurecerse con Sony, estaba furiosa con ella misma al haber “fallado como negociadora”.
En 2021 Lawrence volvió a estar en medio de la discusión tras el estreno de Don’t Look Up, filme que protagonizó junto a Leonardo DiCaprio y que también contó con un reparto con estrellas de renombre como Timothée Chalamet, Cate Blanchett y Meryl Streep. En un reporte de Variety, se reveló que DiCaprio habría recibido 30 millones de dólares por su protagónico, mientras que a la actriz le habrían sido reconocidos 25 millones de dólares.
En tal ocasión no se mostró disgustada, en cambio, justificó la diferencia en sus pagos: “Leo es más taquillero que yo, así que estoy contenta con mi acuerdo. En otras situaciones, lo que he visto (y estoy segura de que otras mujeres también lo han notado) es que es extremadamente incómodo abogar por un pago equitativo. Y si cuestionas algo que parece injusto, te dicen que no se trata de disparidad aunque no sean capaces de explicarte de qué se trata exactamente”.
Casi un año más tarde, la actriz ha vuelto a dar declaraciones sobre la desigualdad de pagos en la industria, pero esta vez fue un poco más crítica. En una reciente entrevista con la revista Vogue, reconoció que ser consciente de que existan actores de su mismo nivel exageradamente mejor pagados que ella, no quiere decir que no le moleste ni que esté resignada a ello. “No importa lo mucho que me esfuerce, ¿seguirán sin pagarme tanto como a ese tipo por mi vagina?”, aseveró.
Pese a que son varias las actrices que han aportado a la conversación sobre la brecha salarial en su gremio –en agosto, Bryce Dallas Howard aseguró que su pago por Jurassic World 2 fue mucho menor que el de Chris Pratt– el tema continúa siendo un tabú entre los cuarteles de Hollywood donde sigue pareciendo insólito que una mujer obtenga una mejor paga que su contraparte masculina en un largometraje.