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Herencia de Timbiquí: Una mirada social y musical del pacífico colombiano

La agrupación nos cuenta su perspectiva de la industria musical, el folclor y la importancia de la música para combatir las problemáticas sociales

Carlos Ramírez @carlospasionfotografia

Herencia de Timbiquí ocupa un lugar muy destacado entre las agrupaciones que han llevado con éxito los sonidos del Pacífico colombiano a todo el mundo, trayendo consigo la magia de la marimba y los tambores que retumban a la orilla del rio Timbiquí. Sus ritmos folclóricos, mezclados con sonidos de la ciudad, hacen de ellos una excelente carta de presentación para su región, renovando, expandiendo y glorificando esta cultura ancestral que crece y se renueva constantemente.

La siguiente es una conversación que ROLLING STONE en Español sostuvo con Begner (composición y voz), William (voz) y Kike (marimba) mientras la agrupación se prepara para una gira que los llevará por los Estados Unidos en el mes de julio de este año.

Carlos Ramírez @carlospasionfotografia

¿Qué música escucharon durante su niñez?

William: Recuerdo mucho que mi papá escuchaba música bohemia de Lucho Bowen, Gabriel Raymon y Julio Jaramillo, pero también le encantaba y escuchaba mucha música llanera. Y fuera de la casa uno se encontraba con todo el folclor de nuestra región pacífica.

Begner: Totalmente, William y yo crecimos dentro de un mismo ambiente donde nos llegaba toda la música ecuatoriana de cuerdas y también el folclor llanero colombo venezolano, pero también escuchábamos música de José Luis Perales, Camilo Sesto, Paloma San Basilio, Juan Gabriel, entre otros.

El Pacífico siento que ha sido un corredor musical por naturaleza, aparte de la música de moda que siempre nos ha llegado, nos llegó mucho vallenato, pese a que nosotros estuviéramos en la costa pacífica; música del llano, como decía William, y siento que por eso somos una región que admira y conoce tanto del folclor, y no solo del nuestro, también el de otras regiones de Colombia. Esto es muy importante porque tal vez en otras regiones no conocen mucho del folclor de otras partes, normalmente no se escucha en el Caribe música del Pacífico, por ejemplo.

Entonces, yo creo que nosotros fuimos una generación que creció con un espectro musical muy amplio, que después se traduce en muchos insumos para hacer lo que hacemos hoy en día.

Kike: De acuerdo con Begner, la gran ventaja musical del Pacífico es que la gente es muy abierta a escuchar cosas nuevas, cosa que en otras regiones no es tan común.

En mi caso, mis padres escuchaban mucha música de Roberto Carlos o Fausto, que termina siendo como esa primera música a la que le empiezas a tener cariño, pero claro, en paralelo uno empieza a descubrir otra música fuera de la casa; a mí me fascinó toda la corriente que venía de Estados Unidos con el hip hop, toda la influencia que traían Dr. Dre, Tupac, un poco más adelante Eminem; y no era solo la música, sino también el baile y toda la cultura alrededor de esto, que más adelante se transforma de cierta forma en reggaetón, pero no el de ahora, reggaetón de Tego Calderón, Don Omar y toda esta corriente que se estaba dando en el mundo urbano.

Como mencionaba antes, siempre fuimos muy abiertos en toda clase de música, la gente no se imagina que la agrupación Sin Bandera hayan sido unos ídolos en el Pacífico, y que toda esta balada pop también haya tenido gran relevancia.

¡Que privilegio haber escuchado tanta música en pro de la música, no tanto por hacerla comercial!

Muchas de sus canciones hablan del amor que ustedes tienen por su región, ¿qué es y que significa para ustedes el Pacífico?

Begner: La tierra lo es todo, para cualquier ser humano la tierra es el motor que lo mueve a uno. Si tu tierra es próspera y es un referente para la sociedad, su pueblo se siente orgulloso, pero en dado caso de que no, de que tu tierra no cuente con una estabilidad económica o no cuente con tantas oportunidades, igual se genera un sentimiento de “Yo quiero que mi tierra esté bien posicionada, que podamos tener más posibilidades”, y creo que ese sentimiento es mayor, uno se apega más a su tierra.

Cuando uno no tiene todas las necesidades básicas cubiertas, ese amor se transforma en un querer ayudar a tu tierra, ayudar a que siga siendo una tierra pujante, y ahí, hay una gran diferencia, porque uno puede decidir resignarse, o amar con tanta intensidad a su tierra para luchar por ella y querer verla siempre mejor, resaltando su cultura y tantas cosas bonitas que tiene.

Kike: Al principio, cuando uno es muchacho, no comprende muy bien las cosas, pero va creciendo y se va dando cuenta de lo bacano que es nacer donde uno nació, de todo lo que nos ha aportado nuestra tierra.

Musical y culturalmente nuestra tierra nos brindó el poder armar una rumba con una botella de plástico en la calle, y eso es muy importante dentro de nuestra música, de ahí sale una parte de lo que después propone musicalmente Herencia de Timbiquí, entonces, creo que hay una gratitud, pero también un compromiso con nuestra tierra, es por eso que nosotros procuramos mostrar nuestro orgullo y decir con la frente en alto de dónde somos para presentarle nuestra región al mundo.

William: La tierra es el eje para las personas, es esa remembranza cuando pensamos en nuestro pasado.

Claramente no todas las personas en un país como el nuestro pueden tener una infancia memorable como nosotros tuvimos, ya que son desplazados de sus tierras y al final lo que menos quieren es recordarla. En el caso nuestro, aunque pasen los años, el poder ir a nuestro territorio es un elemento fundamental para recargarnos y siempre será un buen punto de partida para los proyectos que estemos empezando.

La esencia de Herencia de Timbiquí es dar a reconocer nuestro territorio, nuestros talentos, nuestras profesiones. El llamado es siempre a transformar nuestras tierras en búsqueda de un mejor futuro.


“Siento que pronto la industria se va a empezar a quedar sin cosas nuevas, y ahí es que van a echar ojo a lo que está ocurriendo con estos nuevos sonidos que provienen del folclor para refrescar la escena mundial.” Kike


Sin lugar a dudas Herencia de Timbiquí es un referente a la hora de hablar de la música del Pacífico, ¿cómo se sienten al respecto, y cómo creen que han influenciado a los nuevos artistas de la región?

William: Herencia de Timbiquí ha sido un referente de la música del Pacífico a nivel nacional e internacional, pero hay artistas que han hecho cosas muy bonitas y muy profundas que también son grandes referentes, como Grupo Bahía, Nidia Góngora, o Estaban Copete, que dentro de sus fusiones todavía mantienen elementos bien folclóricos. Tú te vas a los pueblos, a Timbiquí, Guapi, Tumaco, en Nariño mismo, y es increíble el nivel musical de grupos que tal vez no han encontrado le brecha para volverse reconocidos, pero musicalmente son muy importantes.

Hace no mucho descubrí a un grupo que se llama Bejuco; ¡Dios mío, qué grupo tan creativo! Cuando uno cree que quedan pocas cosas por hacer con nuestra música, llegan ellos y hacen cosas totalmente disruptivas dentro del folclor que te terminan encantando, ahorita los escucho todos los días.

Santiago Sanabria Uribe @santyelvanky1

Importantísimo esto que cuentas, porque muchas veces no tenemos en el radar a estos grandes artistas y nuevos músicos emergentes que hacen cosas increíbles…

Begner: Y es que yo siento que nos falta tener una perspectiva más colaborativa, empezar a tejer una cadena de ayudas entre nosotros mismos, porque no hay una gran industria que movilice nuestra música. Entre nosotros deberíamos empezar a crear un gremio que exponga mucho más nuestro folclor. Porque siento que ahí es donde todavía nos hace falta, porque el talento está, pero en la promoción y en darnos a conocer es donde aún tenemos muchas cosas por aprender.

Dentro de los artistas emergentes me gusta mucho Yembemá, también está Plu Con Pla, y existen muchos semilleros con artistas jóvenes que vienen con mucho talento y que se están apropiando más de nuestro folclor para transformarlo y conservarlo. 

Kike: Herencia de Timbiquí marcó un antes y un después en la forma de ver la música del Pacífico; allá los grupos y los artistas normalmente ensayaban para el Petronio Álvarez, que es el festival más importante de nuestra música, y de resto era algo mucho más local, algo más pensado solo en el amor a la música y no tanto en la industria, que es algo muy bonito, pero que al final no es un proyecto para decir, “Vamos a vivir de nuestra música, vamos a vivir de la música del Pacífico”.

Hace algunos años la gente no pensaba que esto fuera posible, los mismos managers que hoy defienden la música del Pacifico, en ese entonces no creían en estos proyectos, y ahí es donde yo creo que Herencia marca un gran hito, y es que creímos en lo nuestro, claro, junto a otros artistas: Nidia Gongora creyó, Alexis Lozano creyó, Grupo Bahía, Octavio Panezo estuvo con ‘La vamo’ a tumbar’, pero nosotros lo tomamos como nuestro proyecto de vida, nosotros nos íbamos a dedicar completamente a esto, hubiera o no hubiera plata, y en ese sentido siento que construimos lo que hoy en día es Herencia de Timbiquí, un grupo que ha estado en Viña del Mar, en más de 50 países, un grupo que empieza a grabar en los mejores estudios de Colombia con los mejores productores.

Empezamos a marcar esa ruta que después muchos otros artistas también emprenden. Siento que ahí Herencia de Timbiquí es un gran referente para nuestra música, siendo junto a Chocquibtown las agrupaciones que más se han acercado a la industria musical, cada una a su manera, y eso creo yo, ha llevado a la música del Pacífico a otro nivel.

¿Aún falta mucho camino para nuestra música? Sí. ¿Que no se ha apoyado como debería ser? También. ¿Que falta articulación entre el Estado, la parte privada y el público? Claro, pero todo es un camino.

De los nuevos artistas recomendaría dentro la tradición folclórica dos grupos revelación para mí que se llaman Herencia de los Ríos, que es de maestros y maestras, y otro de artistas mucho más jóvenes, que es De Mar y Río, ellos vienen haciendo la tarea y merecen más espacio dentro de la industria, y como han dicho mis compañeros, está Yenbemá, que es una fusión mucho más urbana. Está Afro Legends. El talento está, claramente toca irlo puliendo, pero siento que pronto la industria se va a empezar a quedar sin cosas nuevas, y ahí es que van a echar ojo a lo que está ocurriendo con estos nuevos sonidos que provienen del folclor para refrescar la escena mundial.

Como acaba de decir Kike, también siento que la industria se está empezando a quedar sin nuevos sonidos, llega un punto en el que todo el mainstream empieza a sonar parecido, muchos artistas pierden sus raíces y se pegan exclusivamente a lo comercial, y ahí el folclor juega un papel muy importante…

William: Completamente de acuerdo, y por eso el artista hispanohablante por excelencia es Juan Luis Guerra, a él lo escucha todo el mundo; y sí, te hace dos o tres canciones que suenen y tengan letras comerciales, pero siempre regresa a su esencia, en todos los álbumes hay esencia de lo que es él, y por supuesto, también lo que la gente quiere oír, por ese equilibrio es un artista por excelencia.

Hablando de la industria y estos nuevos sonidos que provienen del folclor, ¿cómo fue trabajar con Feid en el Tiny Desk, Kike?

Kike: ¡Fue una nota! Como te había dicho antes, a mí toda la corriente urbana me gusta, y a Feid lo tenía en el radar mucho antes de que fuera el artista famoso que es hoy, sabía que componía y producía. Fue muy agradable y me pareció que es un artista al que le encanta el folclor. Como sabes, llevó la marimba, pero también metió en otra canción el acordeón, y en otra el arpa; fue como renovar un poco su sonido urbano con ciertos elementos del folclor.

Fue curioso que en un momento yo estaba tocando algunas canciones de él, y se sale del esquema, se acerca a mí y empezamos a hablar; le tiene un profundo respeto a la marimba y le gusta mucho su sonido.

Siento que esta nueva versión que hicimos de ‘Si tú supieras’, además de impactar a su público por este nuevo sonido, también impactó de cierta forma al público que no le gusta el reggaetón, yo escuché a mucha gente diciendo, “Ahora sí me gusta Feid” después de escuchar esta nueva versión. Lo que hizo él con los elementos del folclor, lo hace un gran artista, porque normalmente los artistas urbanos no hacen eso, no voltean a mirar el folclor que tienen al lado.

Santiago Sanabria Uribe @santyelvanky1

Muchas veces con estas fusiones que se dan, se empiezan a perder las raíces, y al final el reggaetón se apodera de todo, ¿cuál sería el secreto para que eso no ocurra?

Kike: Siempre volver a las raíces, siempre seguir en contacto con lo que en esencia uno es. También creo que la cultura es circular, partir del folclor en mi caso, ir hasta la fusión, pero después siempre volver a lo tradicional, y saber manejar eso es muy importante, en Herencia de Timbiquí lo hemos sabido hacer y por eso así le metamos reggae o rock a nuestras canciones. Nuestras bases y ritmos típicos son el colchón que soporta todo eso nuevo, porque si miras bien cada canción nuestra, así parezca una canción muy ‘rockera’ o muy ‘popera’ al final termina saliendo de un currulao.

Hemos hecho salsa, hemos trabajado en canciones bien urbanas, hace unos años hicimos una canción junto a J Álvarez, pero -como te digo- si al final vuelves a tu esencia y tienes claro lo que eres, no vas a perder tu camino.

William: ¡Por eso Juan Luis Guerra es tan grande, el entiende muy bien lo que es él y lo que quiere transmitir!


“El Pacífico necesita más oportunidades de trabajo y la música es esa herramienta que no puede ni debe ser indiferente a las problemáticas.” Begner


Cambiando un poco de tema, Herencia de Timbiquí también habla de problemáticas sociales en sus canciones, como en ‘Coca por coco’ o en su último disco la canción ‘Libertad’. ¿Qué perspectiva tienen a nivel político del Pacífico y de Colombia en general? ¿Qué los llevó a componer esas canciones?

Begner: Es como lo mismo que sentimos cuando nos referíamos a nuestra tierra, ese amor por el lugar donde uno nace lo lleva a denunciar por los medios que cada uno posea y a desahogarse de represiones que uno siente. Además, algunas problemáticas para los medios no son importantes, entonces, estas canciones y estas letras son como una vía de escape.

Pero claro, estas problemáticas que dan pie a estas canciones son cosas mucho más profundas dentro de nuestra política y nuestra sociedad; es un tema de fondo, pero también de forma, porque no es solo lo que ocurre en el territorio, es también cuando te desplazan, cuando por situaciones forzosas te toca abandonar tu hogar, y es por eso que nos damos cuenta que la política debe ser un tema más al servicio de las comunidades y no solo de unos pocos, porque lastimosamente el poder ha estado muy centralizado en pro de las grandes ciudades.

Siento yo, que debe haber un poco de todo, un poco de capitalismo y un poco de comunismo, y este último no debe ser siempre pintado como el malo, en una sociedad comunista todos hacen un aporte para que en común estemos bien. Ahora, se necesita de la democracia para elegir, aunque lastimosamente se elija lo que no se debe y estos vulneren nuestros derechos. El capitalismo tampoco es malo del todo, es una sociedad próspera es en la que todos producimos, pero entonces ese capitalismo debe tener un sentido comunista, un sentido donde prime siempre el bien común.

Nosotros, como Herencia de Timbiquí, no queremos ser indiferentes a estos problemas sociopolíticos, y por eso agarramos nuestra herramienta más fuerte, que es la música, para luchar contra las malas decisiones, la falta de presencia del Estado que nos hace sentir marginados; hablar de los grupos armados al margen de la ley que dañan al campesinado, a los pescadores, que ya que no pueden ni siquiera trabajar con libertad. El Pacífico necesita más oportunidades de trabajo y la música es esa herramienta que no puede ni debe ser indiferente a las problemáticas.

Santiago Sanabria Uribe @santyelvanky1

William: Estas canciones de Herencia buscan tocar esas fibras sensibles de problemáticas de territorios periféricos, que en realidad se viven en todo el país; por ejemplo, la inseguridad, siento que somos un país muy permisivo que hace pensar a los delincuentes que no van a tener consecuencias por sus actos, y eso se refleja en tantos delitos que suceden cada día.

Hasta donde llegan mis derechos, empiezan los de la otra persona, si uno no respeta esos límites, creo yo, que automáticamente debes perder también tus derechos, y cuando se pierden esos derechos, ahí si valoras, y ahí si entiendes que la vida y los derechos de los demás son fundamentales para crear entre todos un entorno sano.

Estas canciones son un llamado a la reflexión, no son canciones de las que nos sintamos orgullosos, no es chévere decir que cambiamos nuestros cultivos tradicionales por gente de afuera que vino a convencernos para cultivar coca. Yo siento que estas letras las debemos erradicar y la mayor arma para erradicarlas es escribirlas.

Nosotros aprovechamos la música para mandar esos mensajes, la música tiene ese poder de sensibilizar a la gente; uno conoce gente que estuvo o está en el camino de la delincuencia y escucha estas canciones como ‘Coca por oco’ y te dicen, “¡Wow que canción tan bacana!”, y uno no se lo espera [Risas] pero ahí se refleja que estas canciones sí son un arma que sensibiliza y puede generar cambios. Los artistas tenemos que dar estos mensajes, muy grave es cuando no los damos.

Claro, hoy muchos artistas se pierden escribiéndole solo a la fiesta y al amor, sin ver la realidad en la que vivimos y el poder que tienen como artistas…

William: Hoy en día nadie quiere hablar de las problemáticas, solamente son quejas mediante redes sociales, pero en realidad nadie quiere participar en la construcción del tejido social.

La industria de la música, especialmente en Latinoamérica nos está embruteciendo, solamente se está hablando de sexo y cosas que ya se naturalizaron, pero que no están bien, y todos los verdaderos problemas se dejan en el olvido; ayer para mí, se debió paralizar Colombia con un asesinato que ocurrió en un barrio llamado Terrón Colorado,pero en realidad no pasa nada, todo sigue igual.

Lo importante es seguir dando el mensaje, seguir luchando por lo que creemos.

Para finalizar, ¿qué significó para ustedes que la canción ‘Te invito’ fuera su primer gran éxito, y que la música del Pacífico llegara tan alto en popularidad?

William: ‘Te invito’ es una canción en que cualquier persona encuentra al menos un pedazo que homologa su historia, y yo creo que de ahí parte la gran trascendencia que tuvo. Además, el público todavía buscaba algo en las letras que fuera bonito y que lo tocara sentimentalmente; dentro de nuestra música del Pacífico no había muchas canciones por ese estilo, entonces hablar de nosotros, de nuestro pueblo, de nuestra idiosincrasia, fue algo que a la gente le gustó mucho. Yo creo que pensaban, “Ahora sí, la música del Pacífico es para todos”, ya que la gente se veía inmersa dentro de la canción. Entonces, siento que ‘Te invito’, junto a ‘Te vengo a cantar’ de Grupo Bahía, fueron dos canciones completamente disruptivas, que con sus letras, y partiendo del folclor marcaron una pauta musical.

Igual, sabemos que esto es un proceso, y esperamos que algún día la música del Pacífico, sin perder sus raíces, logre llenar un estadio; posiblemente no seremos nosotros, pero si llegamos a verlo, va a ser muy gratificante, porque sabremos que estuvimos dentro de ese proceso, que nuestros aportes fueron importantes para llegar allá.