En 1994, el director William Friedkin dirigió Blue Chips, una decepcionante cinta acerca de la relación entre un entrenador y cazador de talentos (Nick Nolte) y su relación con una joven promesa del baloncesto (Shaquille O’Neal).
Ahora, casi treinta años después, el documentalista Jeremiah Zagar dirige su segunda cinta argumental (luego de We The Animals), partiendo de la relación establecida en la cinta de Friedkin. El resultado es una película vibrante y emocionante que captura el espíritu de los mejores dramas deportivos.
Garra es junto a Embriagado de amor, Los Meyerowitz y Diamantes en bruto, una muestra más del enorme talento de Adam Sandler para el drama. En una de las mejores actuaciones en lo que lleva el año, Sandler interpreta a Stanley Sugerman, un jugador de baloncesto quien, luego de un accidente que destrozó su mano, se convierte en un caza talentos para los 76ers de Filadelfia, un equipo cuyo dueño es Rex Merrick (Robert Duvall en una breve aparición).
Rex quiere otorgarle a Stanley una merecida compensación por sus servicios prestados y convertirlo en entrenador, pero su repentina muerte cambia las cosas. Vince (Ben Foster), el hijo de Rex, asume el cargo de su padre y él no se lleva bien con Stanley. Por tal razón, lo devuelve a su oficio de reclutador, lo que se convierte en una gran desilusión, no solo para él, sino para su esposa Teresa (Queen Latifah) y para Alex (Jordan Hull), su hija adolescente.
Sin embargo, Stanley descubre en un partido de baloncesto callejero desarrollado en España a Bo Cruz (encarnado por el jugador de la NBA Juancho Hernangómez), un joven que bien podría convertirse en la nueva leyenda del deporte si se le da una oportunidad. Vince se muestra escéptico, pero Stanley tiene fe en él y va a hacer todo lo posible por ayudarlo.
Sin importar si se es amante del baloncesto o no, Garra es una película difícil de resistir y gran parte de esto se debe a Adam Sandler, quien es el verdadero núcleo emocional de este drama deportivo, recordándonos con su Stanley, al Rocky Balboa inmortalizado por Sylvester Stallone.
La película cuenta con un innumerable desfile de leyendas del baloncesto (Anthony Edwards de los Minnesota Timberwolves interpreta al villano de la cinta), pero ver a Sandler desplegar su carisma es lo que permite entender por qué Daniel Day Lewis, considerado por muchos como el mejor actor de la actualidad, se ha desbordado en elogios hacia su colega.
