Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Foo Fighters lidia con el duelo en uno de sus mejores álbumes

But Here We Are, el primer álbum de la banda desde la pérdida del baterista Taylor Hawkins, retrata el dolor con franqueza

Por  MAURA JOHNSTON

But Here We Are es el primer álbum de Foo Fighters desde la pérdida de su baterista Taylor Hawkins.

GINA WETZLER

Foo Fighters

But Here We Are

Llegó en un instante. Llegó de la nada”, grita Dave Grohl sobre unas guitarras distantes y una batería explosiva al inicio del onceavo álbum de estudio de Foo Fighters. Después, canta un verso marcado por el desconcierto y el arrepentimiento: “Sucedió tan rápido y después todo había terminado”, se lamenta el músico, a quien se le quiebra la voz en la última palabra. 

Este resumen de la brevedad y la impredecibilidad de la vida es el epígrafe ideal de But Here We Are, el trabajo que la banda grabó mientras Grohl atravesaba el duelo por las dos pérdidas que tuvo en 2022: en marzo, el baterista Taylor Hawkins murió en medio de una gira por América del Sur y su madre Virginia falleció a mediados del año pasado.

But Here We Are, con su título sincero, retrata el duelo con franqueza mediante un lenguaje fácil de digerir y se niega a ocultar la maraña de sentimientos que surgen tras una pérdida. “Alguien dijo que nunca volvería a ver tu rostro/Parte de mí se niega a creer que es verdad”, canta Grohl con voz susurrante en ‘Under You’, tema que pasa rápidamente de tener una guitarra nostálgica a ser un flashback de power pop, todo para llegar al tipo de coro con el que los Foo han llenado estadios y festivales por décadas. Más adelante, llega el momento más angustioso del disco en ‘Hearing Voices’: “He estado escuchando voces”, recita el cantante una y otra vez antes de admitir, “Ninguna de ellas es tuya”.

Desde su formación en 1995, Foo Fighters se ha convertido en una de las agrupaciones de rock más constantes, publicando álbumes que han traído la turbulencia del rock alternativo de los 90 al nuevo milenio. Todo esto a la vez que encabezan grandes carteles en donde sus sets se equilibran con el tipo de espontaneidad que solo se da cuando se es de los mejores.

 De algún modo, But Here We Are le da la vuelta al guion que ha seguido el grupo, enfrentándose aquí a las repercusiones de las cosas que ocurren sin previo aviso, como cuando las personas que han sido pilares en tu vida son derribadas de repente y de la manera más cruel.

El LP posee la vitalidad que, en cierta forma, era de esperarse dados los eventos que precedieron su lanzamiento, pero su reticencia a tomar el camino fácil al atravesar el duelo hace que las líneas de batería (a cargo de Grohl por primera vez en un álbum del grupo desde 2005) golpeen con mayor intensidad. Sus guitarras, algunas de las cuales rememoran hits poco comerciales de los 90, también remueven todas las fibras. Incluso las canciones más tranquilas como la envolvente ‘Show Me How’, que cuenta con la voz de Violet Grohl, tienen cierto carácter apremiante que hacen de But Here We Are una experiencia inmersiva.

Los últimos dos cortes son los más intrigantes. ‘The Teacher’ es una épica de 10 minutos que inicia con riffs agrestes que se van elevando hasta convertirse en una locomotora impulsada por la batería y la guitarra. En un instante, se detiene a tomar un respiro para analizar todo lo que ha perdido, pero vuelve a agarrar una velocidad impetuosa hasta llegar al punto en el que Grohl dice “adiós” entre la distorsión y estridencia de la música. Luego, termina abruptamente y es seguida por ‘Rest’, una elegía preciosa que se transforma en una cacofonía reconfortante: “Descansa, ya puedes descansar/Descansa, ya estás a salvo”, murmulla el vocalista a medida que el caos vuelve a amenazar con apoderarse de los parlantes. El ruido se va, dejando a Grohl solo con su amor y su duelo, transmitiendo su esperanza de volver a ver a sus seres queridos.

Lidiar con la pérdida ha intrigado a filósofos y psicólogos durante mucho tiempo, pero en But Here We Are, Grohl ha propuesto una manera de afrontar esta trama tan compleja de emociones: gritar, revolcarse y chocar contra cualquier tipo de oscuridad que te invada, aprovechando la crudeza de los sentimientos que atraviesan tus venas para comprobar lo emocionante que puede ser la vida.