Fernando Botero, el artista colombiano cuya obra se caracterizó por utilizar grandes proporciones en sus pinturas y esculturas, falleció este 15 de septiembre a los 91 años.
La noticia se dio a conocer en W Radio y fue confirmada por su hija, Lina Botero Zea. “Murió tranquilamente, en paz. Estábamos con él agarrados de la mano, dio su último suspiro y se fue en paz”, dijo en la emisora, medio que días antes informó que el pintor había presentado un cuadro de neumonía, por lo que tuvo que recibir atención médica. Sin embargo, habría decidido terminar su recuperación en su hogar en Mónaco.
Botero fue el pintor y escultor de Colombia que gozó con más reconocimiento en el mundo, llegando a encontrarse obras de su autoría en países como Argentina, Chile, Madrid, Moscú, Singapur e Italia, entre muchos más.
El artista nació en Medellín y antes de encontrar su vocación en el lienzo, practicaba para ser torero. De acuerdo con Semana, entre sus entrenos vendía sus dibujos a la salida de la Plaza de la Macarena. Así descubrió la pasión que inicialmente lo llevaría a trabajar como ilustrador en el periódico El Colombiano y que con el tiempo le permitiría recorrer el planeta entero.
Llegó a la capital del país con 19 años y allí presentó su primera exposición, la cual le abriría las puertas a otras más. En 1952, participó en el IX Salón Nacional de Artistas, donde obtendría el segundo puesto por su pintura al óleo ‘Frente al mar’. Fue entonces cuando decidió viajar a Europa y allí permaneció cerca de tres años, en los que continuaría su formación casi de forma empírica, aunque también pasó por un par de academias de Bellas Artes.
Posteriormente, visitaría México y regresaría a Bogotá por una temporada antes de partir rumbo a Estados Unidos, donde se radicaría por más de una década. Para ese entonces, Botero ya había establecido su estilo tan característico de figuras voluminosas pero que aún conservaban cierto realismo. En un principio, sus pinturas fueron blanco de críticas, pero a partir de los 70 lo destacarían entre muchos otros artistas contemporáneos a él.
Entre sus piezas más reconocidas se destaca su adaptación de la ‘Monalisa’ y ‘La muerte de Pablo Escobar’. También son famosas sus esculturas que llegaron a ser instaladas en diferentes ciudades colombianas y en el resto del mundo, como ‘Hombre a caballo’ en Bogotá, ‘El Caballo’ en Santiago y ‘El Gran Pájaro’ en Singapur.
El pintor y escultor paisa pudo ser homenajeado en vida con la Plaza Botero en su Medellín natal, mientras que en Bogotá se ubica el reconocido Museo de Botero. Ambos lugares están dedicados a la obra del artista –llamado ‘maestro’ por quienes lo admiran– que deja un legado importante en la historia del arte de Colombia y América Latina.
