Crítica: Contra todos (Boy Kills World)
Una cinta de acción hiperviolenta y artificiosa que se siente como otro intento de llevar los videojuegos de Street Fighter y Mortal Kombat al cine.
Una cinta de acción hiperviolenta y artificiosa que se siente como otro intento de llevar los videojuegos de Street Fighter y Mortal Kombat al cine.