‘Esto Se Jodió’: Pedro Capó cuando el amor tocó a su puerta 

“Hay una honestidad bien cruda cuando el sentimiento está a flor de piel y capturar esa fotografía tiene algo muy especial”, dijo el músico boricua en conversación con ROLLING STONE en Español.

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Pedro Capó ha sido un artista con diferentes facetas que le han permitido no encasillarse en ningún género en particular. Su gama de sonidos va desde el rock y la balada hasta el pop y el reggaetón, lo que le proporciona una amplia visión de la industria y lo ha llevado a alcanzar una madurez musical y sentimental que se refleja en lo que será su mejor disco hasta el momento, según su charla con ROLLING STONE en Español.

Este nuevo disco nace de un campamento creativo en Estados Unidos, donde artistas y músicos hispanohablantes se mezclaron y se adentraron en la música country. Para Capó, esta experiencia fue mágica y esclarecedora, y lo llevó a enfocarse en una producción que ya cuenta con los sencillos ‘Existo’, junto a Clarín León, ‘Sabe Bien’, ‘Adiós’ y el sencillo que saldrá próximamente, ‘Esto Se Jodió’.

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Es un artista con una gran variedad de facetas: tenemos al Pedro Capó rockero, popero, urbano, playero… ¿cómo funcionan estas facetas o cómo decides el sonido que tendrá tu música?

Todo es parte de mí. Soy muy inquieto y me encanta jugar con diferentes vertientes musicales. Además, me siento capaz en todas, y los retos me encantan. Sigo aprendiendo, y eso me mantiene enamorado de lo que hago. Cuando compongo una canción, no pienso si va a ser balada o rock; la misma canción, en su proceso, me va diciendo hacia dónde va. Primero me muestra el camino emocionalmente: si es algo más personal, sombrío, o si la canción va hacia la alegría y la fiesta. De esas emociones empieza a surgir un tarareo que normalmente es del subconsciente, soltando algo que se ha vivido. Después, se comienza a ver si nos vamos por sonidos de playa, como el reggae, o si, con más peso emocional, optamos por una balada o un rock un poco más oscuro. Lo importante es dejarse llevar por la canción; siento que soy un intermediario en ese proceso.

Escribir y cantar sobre el amor y el desamor es complicado, ya que sobre este tema se han escrito innumerables canciones. ¿Qué haces tú para abordar este tema de forma distinta y evitar los clichés?

Lo primero es la honestidad contigo mismo. Todo lo que cada persona ha vivido es particular, y partiendo de esa honestidad se busca una conexión con los demás. Eso genera un juego de espejo y reflejo. Trato de alejarme de pensar: “esto ya se hizo, entonces no lo voy a hacer” o “voy a innovar partiendo de esto”, porque eso te genera una trampa que juega en contra de la honestidad. Partiendo de la honestidad, se puede llegar a diferentes vertientes. La gente se enamora y desenamora desde hace mucho tiempo, pero cada historia tiene su singularidad.


Trato de alejarme de pensar: “esto ya se hizo, entonces no lo voy a hacer” o “voy a innovar partiendo de esto”


En la canción ‘Adiós’ quise brindar una perspectiva saludable. No solo un ángulo diferente del amor, sino mostrar algo real sobre cerrar un ciclo en las relaciones románticas con suavidad, amor y gratitud. Al final, eso te da paz y honra lo que fue la relación, aunque haya terminado de manera tormentosa, porque seguramente hubo momentos hermosos y gratificantes.

Hablemos de tu último sencillo ‘Adiós’. Muchos artistas escriben imaginándose un sentimiento, sin estarlo viviendo en realidad y salen muy buenas canciones, y viceversa, muchas veces si están sintiendo lo que escriben. ¿Cuál es tu caso? 

Yo estaba en pleno sentimiento. Luego de hablar con la persona, se sabía que venía un desenlace, un final. Era alguien a quien quiero y quise muchísimo, pero ya no podíamos tener una relación. De esa realidad nació la canción. Siempre escribo de lo que conozco; tiene que estar en mi base de datos de cierta manera.

¿Para ti, es mejor escribir cuando estás abrumado por el sentimiento o cuando ya ha pasado un poco y estás más tranquilo?

Son dos enfoques diferentes. Hay una honestidad bien cruda cuando el sentimiento está a flor de piel y capturar esa fotografía tiene algo muy especial, pero trabajar con un sentimiento más procesado es tener algo un poco más controlado. No será tan honesto y visceral, pero seguramente habrá un análisis más profundo y una perspectiva más amplia.

Quisiera saber un poco más de tu proceso creativo y si tienes algo que sea indispensable en él.

Lo único indispensable, como te he dicho, es la honestidad. Si siento que estoy forzando algo o que estoy siendo pretencioso, o que trato de ser algo que en realidad no soy, tengo que alejarme de ese camino.

En esos momentos en que sientes que estás siendo pretencioso y no eres honesto contigo mismo, ¿cómo le das la vuelta para poder continuar con la canción o el proyecto?

Centrándome en mí mismo y teniendo conversaciones. Creo que hablar con cualquier persona te ayuda a limar las cosas, aunque deben seguir ciertas reglas. La conversación abierta es fundamental, además de la humildad para ver que estás tratando de ser cool de una forma que realmente no va contigo. Hasta en las canciones de fiesta, donde debes parecer genial, deben venir de una verdad tuya.


La humildad para ver que estás tratando de ser cool de una forma que realmente no va contigo.


Después de ‘Calma’ y con el remix que se volvió un hit mundial, ¿hubo algún cambio en tu perspectiva sobre la música o la industria musical?

Fue una montaña rusa de emociones. Primero, gratitud y euforia de haber alcanzado eso a mis 39 años, además de no estarlo buscando. Eso trajo un montón de dinámicas y experiencias nuevas, incluidas la tentación de pensar: “¿qué hago ahora? ¿sigo persiguiendo éxitos mundiales?” Eso contamina y confunde durante un tiempo. El disco MUNAY fue un poco de eso, de perseguir ese sonido y éxito de ‘Calma’.


La tentación de pensar: “¿qué hago ahora? ¿sigo persiguiendo éxitos mundiales?” Eso contamina y confunde durante un tiempo.


Ya en La Neta y con la pandemia, que en un sentido creativo me favoreció un montón porque me brindó introspección y autoinvestigación, dejé de perseguir ese dragón del éxito y volví a mi esencia, a mi sonido. Comencé a comunicarme de una manera que nunca había explorado. La Neta es un disco creado desde mi casa, lo que me llevó a ser ultra honesto y también a jugar con propuestas que me traía mi hijo de Nueva York, como el hip hop. Hacer algo completamente diferente a ‘Calma’ me dio mucha libertad.

Dentro de los procesos creativos están las colaboraciones. Ya has trabajado con muchos artistas urbanos, como Carlos Vives, Camilo y Shakira. ¿Qué colaboraciones te gustaría hacer que aún no has realizado?

Fito Páez siempre ha sido un gran referente y sería una colaboración de ensueño. En Puerto Rico, poder cantar junto a Draco Rosa también sería fenomenal. De Colombia, me encanta la voz de Andrés Cepeda, que para mí tiene la mejor versión de ‘Piel Canela’, una canción de mi abuelo. Lo importante con las colaboraciones es que surjan de manera orgánica y haya buena química.

Ahora que mencionas a tu abuelo, Bobby Capó, ¿cuál fue la herencia musical que él te dejó?

El respeto y amor por la vocación dentro de la música y la manera en que representas tu trabajo y a tu país. La música es como llevar tu bandera, y eso se transmite de generación en generación.

Y aparte de tu abuelo, ¿cuáles son o fueron tus referentes en la música?

Son tantas las propuestas musicales que, más que un artista, hay propuestas que suenan muy frescas, que normalmente me muestra mi hijo de 19 años. Propuestas que tienen 200 views y que seguramente jamás iba a encontrar. De esto que te cuento viene mucho de mi último disco La Neta, sonidos frescos que no están en el mainstream. De niño, trataba de sonar a Cerati, Fito o Draco, y eso formó parte importante de lo que soy. Uno comienza a destilar estos referentes y a encontrar su voz y sus colores musicales.

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Puerto Rico ahora está muy estigmatizado con el reggaetón. ¿Qué artistas emergentes de tu país, que no sean urbanos, recomiendas?

Hay una banda que se llama Chuwi. Son alternativos y son demasiado buenos. Mezclan folclor con algunas influencias urbanas y son una maravilla. Estos jóvenes están muy bien parados con el arte y es una propuesta que recomiendo al 100%.

Para terminar, vas a lanzar un nuevo sencillo, ‘Esto Se Jodió’. ¿Qué nos puedes contar de esta nueva canción y del nuevo disco en el que, me imagino, estás trabajando?

Este disco es, para mí, lo mejor que he hecho. Nunca había hecho country y nunca fui fan de este género, pero decidí irme a Nashville, Tennessee, a un campamento de composición entre artistas latinos y músicos country, pensando que aprendería algo. Fue algo hermoso trabajar sin conocer el idioma de la canción que se estaba creando, las diferentes perspectivas musicales. Además, toda la grabación se hizo de manera análoga, y volver a ese sonido en un momento en que todo es tan digital es muy bello. Grabar todos juntos en una sola toma, buscando ese sonido vintage, fue increíble. Todas estas propuestas de los sencillos y este nuevo disco vienen de allí.


Para mí, los álbumes deben ser una fotografía genuina de ese momento en que está el artista. 


Para mí, los álbumes deben ser una fotografía genuina de ese momento en que está el artista. Este nuevo sencillo ‘Esto Se Jodió’ es como un punk-pop súper divertido, tocado de manera orgánica. No está sobreproducido y narra la historia de cuando estás bien solo y no buscas a nadie, pero llega el inevitable amor a tocar tu puerta y ‘Esto Se Jodió’ [risas]. No hay manera de evitar el amor; hay que dejarse envolver en ese nuevo perfume de amor.

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