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Elefantes quiere conquistar el universo

Shuarma y Julio Cascán hacen un repaso sobre la trayectoria de la banda, sus errores y aciertos, y lo que esperan que le depare el futuro al cuarteto.

Por  MELISA PARADA BORDA

abril 9, 2024

El baterista Jordi Ramiro, el cantante Shuarma, el bajista Julio Cascán y el guitarrista Alex Vivero de Elefantes.

Cortesía prensa

Cumplir años es un privilegio y como tal, es una ocasión que merece ser celebrada por todo lo alto. Elefantes lo sabe más que nadie y en 2024 está celebrando tres décadas de su formación con una gira y 30 aniversario o tratado sobre jardinería, un álbum recopilatorio que reúne sus más grandes éxitos como ‘Azul’ y ‘Que yo no lo sabía’.

El disco, además, incluye la canción inédita ‘Este amor’, que es una muestra del cariño que la banda española tiene por aquellas personas que continúan apoyándoles después de tanto tiempo. “Con nuestro público sentimos una proximidad muy grande. Escribimos para ellos y compartimos nuestras canciones. Al final, es un ritual del cual todos formamos parte”, explica Shuarma, el líder y vocalista del grupo.

Unos días antes del lanzamiento de la compilación, Shuarma y el bajista Julio Cascán conversaron con ROLLING STONE en Español sobre la trayectoria de la agrupación, así como de sus aciertos y desatinos a lo largo de estos años.

Ya que se cumplen los 30 años de la formación de Elefantes, ¿cómo ven sus inicios desde su perspectiva actual?

Julio Cascán: Visto desde ahora es muy bonito porque realmente te das cuenta de todo lo que se ha hecho, de la inocencia, de la ingenuidad del inicio. Parece que no, pero eso da mucha fuerza a un proyecto, la falta de conocimiento de tu medio te hace hacer cosas que probablemente no harías en otro caso. Al verlo desde ahora dices, “¡Caray, qué orgullo! Qué bien que acertamos incluso en los errores”, porque te vas a equivocar y hay que asumirlo, aprovechar y ser positivos. Creo que en estos 30 años hemos ido aprovechando todos nuestros errores (que han sido muchos) en mejorarnos, en reubicarnos, en entender nuestra visión y en entender las relaciones humanas. Hemos aprendido a ser más generosos, más reflexivos. Estamos muy contentos y orgullosos. Somos afortunados de estar aquí después de 30 años y hacer lo que más nos gusta.

Cuando ustedes irrumpieron en la escena musical española, no muchos grupos estaban haciendo lo mismo. Esta diferencia les jugó tanto a favor como en contra, ¿les hubiese gustado que algo hubiera sido diferente por aquel entonces?

Shuarma: Probablemente si nuestra carrera ya hubiera acabado, sí que nos hubiese gustado, pero la realidad es que estamos celebrando 30 años así que no cambiaríamos nada porque todo eso es lo que nos ha llevado hasta aquí. Por supuesto que ha habido momentos muy difíciles; somos un grupo que ha sido muy difícil de clasificar por el estilo de música que hacemos. Ha habido épocas en que eso ha sido un inconveniente inmenso, pero a lo largo de los años se ha ido poniendo un valor a nuestra forma de hacer las cosas. Al final, te das cuenta de que hay un valor en ser tú mismo, que probablemente es de las cosas que más valor tiene. Es verdad que en su momento cuando no salíamos en tal revista, no sonábamos en tal radio o no aparecíamos cuando se hacía una recopilación de los más influyentes, pues te molestaba, pero por fortuna todo eso ha ido cambiando. Ha ido venciendo la autenticidad o la honestidad.

Han sido fieles a ustedes mismos y han seguido a pesar de lo que les decía la industria, eso también es muy valioso. Como dices, se valora ahora más que antes.

S: Yo creo que también hay mucha impostura. Creo que también hay un trabajo muy importante para aprender a distinguir lo que quieres ser y lo que eres realmente. Nosotros hemos trabajado mucho en esa dirección de saber y mostrar quiénes somos. No nos hemos ido subiendo a los trenes de la moda, pero hemos seguido una moda y era la nuestra. Esa moda es infalible porque es la tuya. No está ni bien ni mal, es sencillamente la tuya, y entre más en contacto estés con eso, más valor tiene tu propuesta.

Cuando Elefantes se disuelve en 2006, dijeron que ya no tenían más que decir como grupo, pero Shuarma recientemente ha dicho que la separación ocurrió en el mejor momento de la banda. ¿Qué hace que un grupo que está en su mejor momento diga, “No hay más que decir”?

S: A nivel de éxito, estábamos en nuestro mejor momento; a nivel interno, colapsamos, algo se rompió. Es muy difícil definir qué es porque no había una causa concreta. Creo que nos equivocamos porque en realidad no necesitábamos acabar con la banda, necesitábamos un tiempo. Con el tiempo nos dimos cuenta de que era una pausa y volvimos a ponernos en marcha. También creo que gracias a lo que hicimos en aquel momento estamos aquí celebrando nuestro 30 aniversario de la manera que lo estamos celebrando. Estamos con más ganas que al inicio porque ahora sabemos el valor de una carrera prolongada, de seguir teniendo un público y a los medios de nuestro lado.

J: Además, los momentos álgidos de las bandas acostumbran a ser muy peligrosos, acostumbran a ser bastantes letales porque te llevan a una dinámica de trabajo muy elevada donde es muy fácil quemarse, donde es fácil que se pierda la comunicación, donde es complicado saber gestionar. Además, si te pilla con una edad un poco más joven donde las cosas no las reflexionas tanto, es probable que las cosas acaben mal. Eso nos ocurrió a nosotros.

Cortesía prensa

Luego de la separación, pasaron ocho años para que Elefantes regresara. ¿Qué los impulsó a volver en ese entonces?

S: Bueno, un poco entender que nuestra casa era Elefantes. Cada uno lo sintió a su manera y a su momento, pero todos acabamos coincidiendo con que nuestra casa musicalmente era Elefantes. Con la misma naturalidad con la que tomamos la decisión de separarnos, tomamos la de unirnos de nuevo y volver a los escenarios, al estudio y a retomar el viaje que era Elefantes.

¿Cómo fue la experiencia de estar juntos después de tanto tiempo?

S: Tuvo cosas muy bonitas y cosas muy difíciles. Yo recuerdo que el primer ensayo que volvimos a hacer, desde el segundo uno era como, “¡Wow! Parece que no pasó el tiempo”. También el público nos hizo pagar nuestra separación, entonces cuando volvimos tuvimos que pasar una temporada en donde de estar acostumbrados a llenos más importantes, tuvimos que pasar nuestro pequeño desierto. Afortunadamente somos muy cabezones y trabajamos muy duro. En la vida no todo es bueno, te suceden cosas buenas y te salen cosas muy malas, y uno tiene que mantener su actitud.

Luego de tantos aciertos y errores, ¿le tienen miedo a equivocarse?

S: No. Ninguno porque nos hemos equivocado tanto.

J: No le puedes tener miedo o sino no harías nada, no saldrías de casa. Tenemos que enfrentar a las cosas. Intentamos hacer las cosas de la mejor manera, intentamos siempre buscar el mejor resultado, pero no siempre lo conseguimos y no pasa nada, sacaremos nuevas enseñanzas y seguiremos adelante. No hay que preocuparse tanto por el error.

En ese sentido, ¿tienen esa misma actitud respecto a los cambios?

S: Totalmente. La vida es una constante transformación y, al final, lo que probablemente tú si puedes mantener es tu actitud frente a la vida. La vida es movimiento constante, y en ese movimiento hay cosas mejores y hay cosas peores.

En 2022 ustedes publicaron su último álbum de estudio, Trozos de papel/Cosas raras, que también marcó su cambio de guitarrista de Hugo Toscano a Alex Vivero. ¿Qué significó este disco para ustedes?

J: Fue como un reinicio. De hecho, si tuviera que elegir ahora mismo un disco, elegiría este porque ha sido el que más satisfechos nos ha dejado. ¡Qué más bonita ha sido la experiencia de la grabación y la producción del disco! Ha habido muy buen ambiente, le hemos sacado mucho partido a las horas que se le han dedicado, y además ha proporcionado unos meses de gira excelentes, con muy buenos conciertos y una sensación interna de “esto es justamente lo que quería hacer”. Es felicidad.

Los álbumes suelen ser la representación del momento que estaba viviendo el artista o la banda. ¿Cómo se reflejó la vida de Elefantes en Trozos de papel/Cosas raras?

S: Pues de forma natural como nos ha sucedido en el resto de discos. Al final yo creo que es muy difícil no mostrar quién eres, y para nosotros la música es una forma de expresarnos y de demostrar quiénes somos. Para nosotros, la honestidad, la naturalidad, la cotidianidad, son los elementos fundamentales a la hora de hacer un disco. Todos nuestros discos han pretendido eso. No quiere decir que lo hayan conseguido todos, porque a veces uno pretende algo que no lo consigue. Los años también nos permiten cada vez aprender más este oficio, y a ese nivel nos permiten acertar más. Es el disco en el que podemos mostrar de forma más clara quiénes somos y hacer una fotografía del momento emocional que vivimos. Creo que los años van a favor a ese nivel, cada vez sabemos más demostrar quiénes somos.

Esta última respuesta me parece bonita porque resume un poco la parte poética que ha sido tan importante en Elefantes. ¿Qué papel juega la poesía en la banda?

S: Bueno, yo tengo la sensación de que la poesía es lo más importante de la vida. Para mí, la poesía también es el misterio. Muchas veces nos preocupamos mucho en racionalizarlo todo y probablemente la mayoría de cosas no tienen una explicación. Para nosotros la música es un misterio que no queremos resolver, queremos sentirnos cómodos en el misterio y la poesía es eso. Para nosotros, la poesía es fundamental, no necesitamos ser explícitos en las cosas, de hecho a lo mejor nosotros sentimos las cosas de una manera y el que escucha nuestra música las siente de otra absolutamente distinta; eso es lo bonito de todo esto, no hay certeza. Ese es el denominador común de todos y lo bonito de la creación de la música, por lo cual para nosotros la poesía es la espina dorsal de todo esto.

Teniendo en cuenta que desde 2014 se han mantenido constantes y que están celebrando los 30 años de su formación, ¿a dónde llegará Elefantes?

S: Vamos a convertirnos en la banda número uno del planeta y, cuando eso suceda (todavía tardará un poco), ya nos habremos extendido a otros planetas y otras galaxias. Vamos a conquistar el universo, incluso los medios inhabitables como el fondo del mar, llegaremos a todas partes [risas]. No lo sé, no sé a dónde llegaremos. Espero que a sentirnos orgullosos de lo que hacemos; esa es nuestra máxima aspiración. Si podemos llegar a más gente, si podemos llegar a conquistar la galaxia, mejor, porque al final uno quiere compartir con los demás.