“El show en Argentina va a ser una loquera”, dice Eladio Carrión después de anunciar su primera presentación en el país para el 2 de septiembre en el Luna Park. “Siento que va a ser la mejor noche de mi vida y espero que estén todos con los que he colaborado”. Es que su figura no solo lo erige como uno de los máximos referentes del trap latino con aires de reggaetón, sino que es, además, uno de los primeros boricuas en apostar por artistas argentinos. Desde su visita a Buenos Aires en 2018 para la grabación del remix “Mi cubana”, el vínculo se mantuvo cada vez más y más cercano. Desde ese momento pasaron por sus canciones las voces de Cazzu, Bhavi, Seven Kayne, Ecko, Khea, Nicki Nicole, Duki y más. Además, antes de artistas como Nicky Jam o Anuel AA, también fue el primero de su país en grabar una Music Session junto a Bizarrap.
Sin embargo, la visita al Palacio de los Deportes porteño se dará en el marco de la gira para presentar Sauce Boyz 2, su cuarto y último disco, un trabajo que muestra la diversidad de estilos por los que puede navegar su música, en colaboraciones con KAROL G, Sech, Duki y el rapero español Rels B.
Al hablar del disco nombrás tu “versatilidad”. ¿Eso es algo buscado o aparece naturalmente?
Siento que es uno de mis discos más maduros. Tiene de todo y es divertido ver cómo las personas tienen diferentes canciones favoritas. Hay muchos a los que les gustan “Flores en anónimo”, “Par de tenis”, “Claro cristal”, la de KAROL G o la de Rels B. Cada persona tiene una diferente y eso es espectacular, Sauce Boyz 2 es timeless. Es un disco que de aquí a diez años la gente va a seguir escuchando.
¿Sentís que estás más maduro en este disco?
Practiqué un montón, hermano. Le meto horas y horas en el estudio, simplemente por eso. Yo cuando hago un disco nunca quiero hacer algo peor que el anterior. Yo quiero que cuando la gente escuche mi discografía en orden pueda ver el progreso. Que vean que el hombre practicó, estudió, leyó, buscó información y se empapó. Entonces siempre busco mejorar. Ni había entregado Sauce Boyz 2, y ya estaba pensando en qué iba a hacer para el próximo proyecto, qué rayos iba a hacer después. No guardo canciones y si tengo un palo, voy a sacarlo ese año.
Tu figura es una especie de nexo que termina conectando a músicos legendarios con aquellos de la nueva camada. Por un lado tenés a Daddy Yankee y Wisin & Yandel y por el otro a KAROL G, Rels B, Duki o Bizarrap. ¿Cómo llegás a ocupar ese lugar?
Es que yo soy fanático de la música, yo escucho a todo el mundo. A mí me encanta escuchar música nueva para disfrutarla. A mis fanáticos les encanta cuando yo saco música solo y a mí me gusta porque me abre la posibilidad de poder expresarme realmente y es más fácil y todo eso. Cuando hago música con alguien es porque realmente digo: “Wow, si esta persona se mete en este tema le va a dar un ki especial”. O sea, cuando hice “Sin frenos” pensé automáticamente en Duki. Tengo un oído muy duro para eso. Casi todos mis feats. son temas que desde el momento en el que hago la canción digo: “Esta persona es la que va y, si no es esa persona, no sale”.
¿Qué te llamó la atención de la escena en Argentina?
Lo primero que escuché fue Cazzu, Khea, Duki, Ecko. Lo que más me gustó fue que cada persona tenía su propia identidad. Yo hacía solo trap, ahora hago reggaetoncito, pero siempre hice trap puro. Y ellos siempre hicieron trap, entonces cuando fui a Argentina me sentí en mi zona. Me sentí super cómodo. Tienen muy presentes las batallas de freestyle. Cuando me encerré con cada uno de ellos a grabar, todos improvisaban. Pero hablo de improvisaciones de veintipico de barras seguidas. En Puerto Rico la gente improvisa, pero no está tan presente. Son cuatro barras y cuatro barras y listo. Acá pueden estar un minuto o más haciéndolo sin parar.
Fuiste el primer puertorriqueño en colaborar con Bizarrap. ¿Cómo ves ese fenómeno?
Es un genio. Biza rompió. Corta. Lo hizo perfecto y su nombre lo hizo todo dentro de su país. Él ya era grande antes de las sesiones con los boricuas o con otra gente de afuera. Ya era grande haciéndolo con chamaquitos underground. Eso no se ve en otro lado. Es un genio. Me encanta trabajar con él, los dos somos perfeccionistas, los dos le tenemos mucho respeto a la música y a nuestro trabajo. Es un fenómeno y él lo sabe, sabe lo que siento por él.