La primera vez que entrevisté a Valgur fue en la sala de su hogar en la Ciudad de México, rodeado de sintetizadores rotos. Era 2019 y el álbum debut de la banda, Zapandú, estaba ganando popularidad por su mezcla inusual de sonidos electrónicos y motifs esotéricos, los cuales incluían una estética vampírica y poesía zapoteca de ensueño. Pero debajo de sus creaciones de otro mundo, siempre han reinado temáticas universalmente humanas como la religión, la familia y la identidad indígena.
Durante esa plática, el dúo de hermanos conformado por Elizabeth y Hugo Valdivieso expresó una creciente fascinación por los conjuntos progresivos de jazz, que se remonta a su devota educación cristiana en el estado montañoso de Oaxaca. Los montones de instrumentos que se encontraban esparcidos por su departamento atravesaban reparaciones en un intento ambicioso —y con suerte asequible— por inventar sonidos nuevos para su próximo disco. Cuatro años más tarde, esas ideas amplias y artesanales se hicieron realidad en el segundo LP de Valgur, ARMAGGEDON, una obra de art-pop llena de los ochenta, voces agudas de anime y hasta iconografía bíblica que aterrizó en nuestros mejores álbumes en español del 2023.
Valgur se ha convertido en una de las bandas más emocionantes e impredecibles de la escena indie de México. Tras renovar su espectáculo teatral para abrir el concierto de The Drums, suben al escenario vestidos de blanco y negro, incorporando velos dramáticos y Elizabeth recordando a Juana de Arco y el espectro folklórico, La Llorona. Casi todas las canciones de ARMAGGEDON han sido acompañadas por un video musical, con el dúo abrazando el goth-punk en ‘Hijos del Caos’ y entregando una crítica del consumismo capitalista alimentada por el horror corporal en ‘Vanidad’.
Ahora, la banda estrena el clip de ‘El Castillo de la Pureza’, exclusivamente en Rolling Stone. La colaboración con la vocalista de Hello Seahorse!, Denise Gutiérrez, es una deslumbrante explosión de armonías angelicales y post-punk, claramente yuxtapuestas con letras sobre crímenes y abuso de sustancias. El video, dirigido por la artista visual Esfera Permanente y con fotografía de Alicia Nieto, se desarrolla como grabaciones encontradas de Suspiria de Gaspar Noé, construido sobre una coreografía frenética que captura la psicodelia paranoica de adolescentes enfermos que buscan su próxima dosis.
Hablamos con Valgur durante su gira para desentrañar las experiencias personales detrás del tema y aprendimos cómo un cóctel de MTV, canciones religiosas y sabiduría indígena han nutrido su arte.
Cuéntennos sobre su historia de origen. ¿Cuáles fueron sus primeras aventuras en la música?
Nos interesamos primero por la música en la iglesia evangélica. Elizabeth comenzó a cantar y actuar en pequeñas producciones teatrales a sus cinco años, y Hugo tocaba la batería en un grupo de alabanza cristiana a sus ocho años. Unos años después pasamos a formar parte de la banda de la iglesia y eso marcó nuestra adolescencia. Desde pequeños coleccionábamos instrumentos y escribíamos canciones a modo de juego. Nos divertimos mucho experimentando y grabando, pasaban días enteros sin que saliéramos.
La familia es muy importante dentro de Valgur ya que no solo son hermanos, sino que también aprendieron zapoteco de tu abuela. ¿Cómo se cruzan las tradiciones familiares y oaxaqueñas con su música?
La tradición de Valgur tiene sus raíces en el entorno doméstico y nuestra dinámica familiar. Siempre hemos analizado nuestras experiencias y esa introspección se manifiesta en temas de violencia, religión, territorio, lengua, indigenidad y roles de género, así como un constante cuestionamiento de la identidad. Vivimos en un hogar tradicional zapoteco hasta los 17 años, heredando una cosmovisión particular. Pero, por otro lado, imaginen estar sentados en nuestra sala, platicando en zapoteco, con MTV de los 90s de fondo, viendo Mi pobre angelito y Pesadilla en Elm Street… Cuando nos mudamos a la Ciudad de México entendimos que la sabiduría y el discurso están moldeados por condiciones sociales, por lo que Valgur siempre se reconfigurará de acuerdo con nuevas experiencias.
Si bien sus dos álbumes Zapandú (2019) y ARMAGGEDON (2023) se basan en el synthpop, esta última producción fue inyectada por post-punk, jazz y prog. Cuéntennos sobre su evolución sonora.
Oh, hay un gran salto entre ambos álbumes. Hubo un periodo de cuatro años donde asimilamos muchas experiencias y aprendizajes nuevos que conforman el collage sonoro, literario y teatral de ARMAGGEDON. Esta vez se pueden escuchar influencias de Michael Jackson, Kool N the Gang y Britney Spears, [las estrellas del pop urbano] Junko Yagami y Junko Akashi, [los cantantes cristianos] Marcos Vidal y Marcos Witt, y [los conjuntos progresivos] Torre Fuerte y Shaktak salpicados en todo el disco.
‘El Castillo de la Pureza’ es una de las canciones más exuberantes y enigmáticas de ARMAGGEDON. ¿Cómo surgió y cómo se relaciona con la narrativa paranoica del video musical?
‘El Castillo de la Pureza’ fue el nombre que recibió un caso muy sonado de abuso infantil en la Ciudad de México durante los 1950s, cuando se descubrió que un hombre mantuvo a su familia encerrada en su casa durante 18 años. Posteriormente, en 1973, fue adaptada al cine por el guionista José Emilio Pacheco y el director Arturo Ripstein, que vimos mucho durante la pandemia. Nos relacionamos con la historia al haber vivido internados durante seis meses por adicción. No teníamos contacto con el mundo exterior, y eso hizo que la canción hiciera click. El video fue dirigido por Esfera Permanente, una artista visual de Colima, México, con fotografía de Alicia Nieto. El clip hace referencia a la película a través de los tres personajes que intentan escapar de esta habitación: la utopía, la voluntad y el futuro. ‘El Castillo de la Pureza’ es un estado mental que limita su percepción y comprensión del mundo exterior y, por tanto, su desesperación y confusión.
¿Cómo coincidieron con Denise Gutiérrez para esta canción? ¿Estaba lista para el viaje surrealista?
Conocimos a Denise en 2020, cuando nos invitó a abrir un concierto de Hello Seahorse! en la icónica, y ahora demolida, Plaza Condesa en la Ciudad de México. Después de esa colaboración empezamos a platicar sobre grabar una canción juntos y sentimos que ‘El Castillo de la Pureza’ mostraría muy bien su voz. Le dijimos que la canción exploraba temas de abuso de sustancias y rehabilitación, y ella conectó con ello a su manera, así que fuimos a su estudio y grabamos todas sus tomas en un día.
Hay una entrevista realmente inesperada pero divertida con Denise a mitad de la canción.
Sí, siempre estamos pensando en nuevas formas de abordar nuestras canciones, desde la estructura lírica hasta la interpretación y temas más amplios que valgan la pena explorar. En este caso pensamos en romper con lo convencional de una colaboración. La gente normalmente espera que el invitado simplemente cante o toque un instrumento, sin embargo, como grandes fanáticos de la radio, decidimos presentar a Denise con una entrevista al aire. Nuestro narrador estrella es Agustín Valdivieso, nuestro mejor amigo desde la infancia y alguien a quien consideramos como el tercer Valgur. Siempre que queremos presentar una actuación de voz, él es a quien llamamos.
ARMAGGEDON es bastante nuevo, pero ¿qué nos pueden adelantar sobre el futuro de Valgur?
Afortunadamente, este álbum ha traído muchos desarrollos maravillosos, incluyendo giras constantes, ¡que es el trabajo de nuestros sueños! Estábamos completamente ocupados en el 2023 y parece que este año será igual, comenzando con una extensa serie de conciertos en todo México. En el verano daremos nuestros primeros shows en Estados Unidos, así como en el resto de Latinoamérica. También estamos grabando nuevas canciones, lanzando mercancía y muy pronto estrenaremos ediciones en vinilo de Zapandú y ARMAGGEDON con Buen Día Records. Sobre todo, estamos agradecidos con los fans y con nuestro equipo de Worldwide Records, Bandemia Fest y Hits Futuros por creer en este proyecto. Este es un esfuerzo colectivo y todos han sido esenciales para compartir la saga de ARMAGGEDON.
