Con más de tres décadas de carrera, Gian Marco aún tiene camino por recorrer, y su último lanzamiento, Aún Me Sigo Encontrando, es prueba de ello. Su decimoséptimo álbum de estudio llega como un testimonio de su evolución artística, en un trabajo donde, además de experimentar con diferentes ritmos latinos, reflexiona sobre su trayectoria tanto profesional, como personal, en un intento por reinventarse a través de su obra.
Bajo la dirección del productor colombiano Julio Reyes Copello, esta pieza musical tardó más de dos años en gestarse. El resultado fue una recopilación de 11 canciones con las que Marco documentó una nueva etapa de su vida, marcada por la gratitud, la realización y la conciencia de sus logros, su entorno, y sobre quién es como persona.
“Siempre es interesante regresar al estudio”, comenta. “Empezamos a hacerlo la segunda semana de agosto del 2021. Todo empezó con una canción titulada, ‘Todo va a estar bien’. Julio y yo nos debíamos la oportunidad de escribir juntos y luego, con esa canción, le hice la propuesta: ‘hagamos un disco juntos’”.
El álbum abre con el tema junto a Rubén Blades que le da el nombre al disco y, como un libro, la canción presenta un prólogo recitado por el cantautor peruano, acompañado de una melodía en piano. El propósito principal: renacer. “Yo creo que una de las cosas que me ha caracterizado en el transcurso del tiempo es no creer que ya lo he hecho todo”, explica. “Cuando se es jóven, no sabes mucho de la vida, ni lo que te depara más adelante. Con la música pasa lo mismo. Uno se va descubriendo en la música, como artista, como ser humano”.
Rápidamente, Aún Me Sigo Encontrando, se despoja de la melancolía para introducir ‘Contigo Hasta El Final’ en colaboración con Mike Bahía. El tema es un collage de influencias que van desde el merengue, hasta los sonidos del caribe, predominada musicalmente por la percusión y las cuerdas del charango. “Hacer música sencilla es complejo”, señala sobre su inclinación por explorar nuevos ritmos.
“Con Julio logramos una mezcla cohesiva de salsa, pop latino y balada. Entonces es un disco que trae la diversión, la introspección personal, el desamor, el amor, pero sin dejar de tener el equilibrio musical. Está pensado desde el equilibrio sonoro, no es una mezcla de cualquier cosa”, añade.
El álbum en su totalidad es un “mantra de amor”, como el mismo Marco describe, exponiendo canciones como ‘Ojos Que No Ven’ un tema pop-rock junto a Leonel García, pasando por la introspección y esperanza de ‘María’ y ‘Todo Va A Estar Bien’, hasta llegar a ‘No Es Amor’, la colaboración con Daniela Darcourt que cuenta con dos versiones, una en salsa y otra en balada.
Aunque 16 entregas discográficas le preceden, Aún Me Sigo Encontrando, es uno de los trabajos más personales de Gian Marco. A lo largo de las 11 pistas que le componen, el disco se nutre de la naturalidad de su origen, e incluso eligió a sus propios colaboradores conforme se fue desarrollando. “No se hicieron las canciones para que fueran duetos, sino que terminada la canción y la producción, la escuchamos y decíamos: ‘oye, acá tal vez podría entrar tal persona’. Y así fue cómo se fue encontrando solito”, explica.
“Y nació. Nació poco a poco. Las colaboraciones fueron parte integral del álbum y contar con artistas como Rubén Blades y Silvio Rodríguez en un solo disco es algo muy grande para mi carrera”, añade. En sus años incipientes, Marco estuvo influenciado por la Nueva Trova, un movimiento musical cubano en el cual Rodríguez fue un gran exponente. “Tenerlos en el álbum es como tener la aprobación del profesor. Pero creo que cada canción lo buscó, no fuimos ni Julio, ni yo. Cada canción buscó a sus intérpretes”.
Así es como Aún Me Sigo Encontrando cobra vida, basándose en “la belleza de la canción y la melodía”. Su propósito con esta nueva entrega sigue a esos ideales que lo han impulsado durante años a perseguir el arte. “Hablar de profundidad hoy en día en las canciones es complejo. La gente quiere disipar y es válido, pero la música es un conducto para entenderse, leerse, para hacer ese ejercicio que implica cosas a las que a veces uno le tiene miedo: mirarse profundamente”, comenta.
“Entendí que tenía que ser más consciente de todo lo que estaba sucediendo a mi alrededor. De mis hijos, de mi familia, de mi entorno, de mi grupo, de mi círculo, de mis vínculos con la música y con la gente”, añade. “Es algo que a veces muy poca gente se da cuenta. La importancia de los vínculos en la vida de uno te convierten en la persona que eres y hay que saber manejarlos. Hay vínculos que te enferman, hay vínculos que te hacen avanzar, hay vínculos que te estancan y que te guardan en un solo lugar. Creo que este álbum es el resultado de simplemente haber abierto un poco más los ojos a la edad que tengo y a las ganas que tengo de seguir haciendo música”.
Con gran humildad y orgullo, Gian Marco reconoce su legado en la música y el camino que pretende seguir construyendo. De cara al futuro, el intérprete está listo para regresar a algunos países con los que se considera “en deuda”, como Colombia, Costa Rica y Guatemala. Por lo pronto, el peruano se embarcará en una gira con fechas confirmadas para Ecuador y varias ciudades de Estados Unidos.