Desde Charly García cantando “Seminare” bajo la lluvia, pasando por la reunión de Sumo y la despedida de Sokol de Las Pelotas, hasta los debuts de Radiohead y Foo Fighters en Argentina, el Quilmes Rock dejó grandes momentos en casi dos décadas de historia. Y este año, a nueve de la última edición presencial, intentará recuperar su mística el 30 de abril y 1 de mayo en Tecnópolis, con Gorillaz como plato principal, y 100 bandas argentinas divididas en tres escenarios.
En 2020, el festival volvió en plena pandemia, de forma virtual y con fines solidarios, para ayudar a los trabajadores de la música que se vieron afectados por la ausencia de shows. Para encontrar la última edición hay que remontarse a noviembre de 2013, en Ciudad del Rock, con la visita de Blur. Por eso, que este año regrese el evento montado sobre otro proyecto capitaneado por Damon Albarn le otorga cierta continuidad. La banda animada editó en cuarentena Song Machine, un disco que cuenta con invitados como Robert Smith, Elton John y Beck, y está festejando sus 20 años de carrera, así que se espera una catarata de hits. Vinieron en 2017, para el Festival BUE, también en Tecnópolis, y lo explotaron.
Sacando a Gorillaz, El Cuarteto de Nos (Uruguay) y los mexicanos Enjambre, la grilla del Quilmes Rock 2022 que impulsa el sello Pop Art está centrada en créditos locales, entre insignias del rock nacional y bandas en ascenso. Las Pelotas (los que más veces tocaron), Eruca Sativa, Vicentico y Trueno fueron los primeros nombres develados y anticiparon la línea transgeneracional del festival, que va de músicos que tocan desde los 80 a un rapero de alto perfil con un solo disco editado hasta el momento. O dicho de otro modo: entre Germán Daffunchio (60) y Mateo Palacios (el nombre real de Trueno, de 20) se acorta una brecha de 40 años.
Los siguientes confirmados sumaron más raíces de los 80 (Fito Páez, Divididos, Virus, Los Auténticos Decadentes, Massacre, Flavio Cianciarulo, Richard Coleman) y artistas más jóvenes y de gran presente, como Conociendo Rusia, Bandalos Chinos, Rayos Láser y Viva Elástico.
Si pensamos que el primer Quilmes Rock (2003) tuvo a Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati y Pappo entre los headliners, hoy brillan sus sucesores (Mateo Sujatovich, detrás del proyecto Conociendo Rusia, es hijo del tecladista de Spinetta Jade, sin ir más lejos) y hasta sus hijos directos (Benito Cerati y Dante Spinetta son parte de la grilla). “Es un festivalazo, bien argentino, muy nuestro. Es una hermosa posibilidad para nosotros, y encima en nuestra ciudad”, se entusiasma Sujatovich. “Los festivales tienen esa cosa picante de que te va a ver gente en distintos planes, algunos te conocen y otros te van a escuchar por primera vez, y eso hace del show algo muy interesante. Va a ser un lindo momento para encontrarse con amigos y colegas que admiro: quiero ver a Fito, Nathy Peluso, Feli Colina y Bandalos”.
CLÁSICOS Y MODERNOS
En la línea urbana que se encolumna detrás de Trueno, podemos encontrar a Lit Killah y Lara 91K, más las experimentadas Nathy Peluso y Sara Hebe. Después, entre el pop y la electrónica, asoma toda una camada de artistas surgidos al calor de la última década, como 1915, Silvestre y la Naranja, Malena Villa, Juan Ingaramo, Feli Colina, Barco, Francisca y los Exploradores, Melanie Williams y Los Besos.
Así como algunos saborean el debut, otros vienen desde las primeras ediciones, caso Estelares, Los Tipitos, Los Pericos, Guasones, Kapanga, Massacre y Super Ratones. “Tratamos de pensar una lista de canciones que muestre algo nuevo y que, al mismo tiempo, represente todos los momentos que marcaron nuestra historia: una constelación de temas que generen algo variado, lindo, diferente y esperable para una banda como nosotros”, cuenta Juanchi Baleirón, quien guarda un cariño especial por el festival, porque en 2004 le tocó debutar como cantante tras la salida del Bahiano, en la edición que se hizo en la cancha de Ferro. “Esperamos un megafestival digno de Buenos Aires, con nombre e historia propia, un balance entre la historia del rock argentino y la actualidad; ahí está la clave”.
Para Barbi Recanati también será una oportunidad especial, porque en 2013 se presentó con su banda Utopians, y ahora lo hará como solista, con el repertorio de Ubicación en tiempo real (2020). “El Quilmes Rock fue el primer festival al que fui en mi vida”, recuerda. “Fui a ver a los Die Toten Hosen en 2003, y un músico me dejó entrar al camarín. Me acuerdo de que los Kapanga andaban en unas bicis chiquitas, los Hosen me firmaron la remera… ¡Y Pappo me echó! Esa anécdota fue muy especial para mi adolescencia, con toda esa inocencia con que la viví. Este año tengo ganas de ver a Nathy Peluso, que nunca la vi, y no me perdería por nada del mundo a Los Besos ni a Ibiza Pareo”.
NUEVOS SOLISTAS Y REGRESOS
¿Qué más se puede desmenuzar de la grilla? Hay bandas que se volvieron a juntar entre la última edición del Quilmes y esta, como Virus, Turf, Los Brujos y Duna, que también serán de la partida, y otras que se separaron y ahora quedan sus solistas (Bruno Albano, otrora Banda de Turistas, y los ex Indios Joaquín Vitola y Nico de Sanctis). De la diáspora de Los Piojos, que cerraron en 2004, 2007, 2008 y 2009, estarán presente La Franela, el proyecto que hermana a Piti Fernández con Sebastián “Roger” Cardero; además de Chucky de Ípola (tecladista de la última etapa piojosa), y la hija de Andrés Ciro, Manu Martínez.
“El festival que cambió la historia de los festivales”, reza el eslogan del Quilmes, sabiendo que tiene más años encima que el Lollapalooza (casi no comparten artistas de sus grillas, salvo pequeñas excepciones), el Personal Fest, el BUE y el Pepsi Music. ¿Podrá reencontrarse con su mística y recuperar terreno? Las respuestas estarán soplando en el viento de Tecnópolis.