En la edición de junio, Rolling Stone cerró un círculo que había comenzado en abril de 2009. 157 números después, se completó el logo de la revista que empezó a formarse en los lomos de cada ejemplar. A través de las redes sociales, muchos lectores nos mandaron fotos de su colección, como el realizador audiovisual Jorge Caterbona, el periodista Gustavo Segovia (desde Florencio Varela) y el marplatense Juan Pablo Costa, responsable en Instagram de la cuenta retrospectiva Colección RS, que pone en valor el trabajo que realizamos desde 1998.
Maga Stardust, por su parte, nos contó esta historia: “Me suscribí a la revista en 1998, con el primer número. Me faltaban dos meses para cumplir 20 años y devoraba todo lo que tuviera que ver con el mundo de la música. Hace pocos meses me mudé y tuve que tomar una decisión drástica, pero necesaria: desprenderme de las cajas con todas las revistas que llevaba coleccionando. Decidí donarlas a un grupo de investigadores e investigadoras de la Biblioteca del Congreso, que viene haciendo un trabajo re interesante sobre rock, historia y política. Las recibieron felices y me quedé tranquila con el destino que les había dado. Pero las del logo me las quedé. No iba a tirar por la borda tan fácilmente la paciencia cultivada estos años, viendo cómo el logo se formaba lentamente. En una época en la que todo se puede leer por Internet, haber apostado de esta forma a la revista como objeto fue un acierto ético y estético”.