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El hijo

Hugh Jackman nos entrega una potente interpretación como un padre que ama a su hijo, pero que no tiene las herramientas necesarias para ayudarlo

Florian Zeller 

/ Hugh Jackman, Laura Dern, Zen McGrath, Vanessa Kirby, Anthony Hopkins

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

Cortesía de Diamond

De acuerdo con la psicología y la psiquiatría, la depresión es una tristeza profunda e intensa que todos tratamos de evitar, pues es contraria a los sentimientos de felicidad que casi todos buscamos. Sin embargo, sentirse deprimido no es una condición suficiente para diagnosticar un trastorno depresivo. De hecho, los períodos depresivos son frecuentes en la mayoría de las personas, y casi siempre surgen tras el duelo: Reprobar una prueba escolar, perder un trabajo, una ruptura sentimental o la pérdida de un ser querido debido a la inevitabilidad de la muerte.

Sin embargo, se ha visto que el desequilibrio bioquímico causado por la falta de serotonina (un neurotransmisor relacionado con la felicidad), y desórdenes enzimáticos del sistema digestivo, pueden llevar a una depresión endógena, generalmente de carácter hereditario, la cual debe ser tratada con drogas psiquiátricas en paralelo con un apoyo psicoterapéutico.

El hijo es una cinta está basada en la obra de teatro homónima de Florian Zeller, la cual es una especie de precuela de El padre, la película con la que el novelista y dramaturgo debutó como director. Mientras que El padre trataba de una manera sensible y emotiva la pérdida de la cordura de un hombre de edad madura, causada por el Alzheimer (Anthony Hopkins ganaría el Óscar por su papel), El hijo explora la depresión, ese grave problema de salud mental que actualmente se estima, afecta a más de doscientos millones de individuos, causando una cantidad alarmante de casos de autolesiones y suicidios, especialmente en la población adolescente. Los psicólogos y psiquiatras especulan que estamos viviendo en una “Era de la depresión”.

Tanto la obra como la cinta de Zeller, se centran en un joven llamado Nicholas (Zen McGrath), quien está luchando contra este trastorno mental y que ha intentado suicidarse en varias ocasiones. De una manera gradual, el espectador irá descubriendo los conflictos que Nicholas tiene con su madre Kate (Laura Dern), con Beth (Vanessa Kirby), la nueva pareja de su padre, y especialmente con Peter (Hugh Jackman), el padre abogado que tiene dificultades para entender la situación de su hijo y que no sabe cómo ayudarlo.

Jackman nos entrega una potente actuación como el padre que abandonó a la esposa e hijo que lo adoraban, para rehacer su vida con una nueva mujer y con un hijo bebé. Y Hopkins, en una brevísima aparición, destila veneno cuando su hijo va a visitarlo para saber cómo está y, quizás, para pedir consejo.

Pese a que esta es una cinta con una puesta en escena menos arriesgada y más tradicional que la de El padre, y a que la historia se cuenta desde el punto de vista de Peter y no desde Nicholas, la cinta logra mostrarnos de una manera asertiva y elocuente, como la tristeza genera rechazo, mentiras y agobio tanto de quien la sufre como de las personas que lo rodean. También nos muestra como la separación de los padres, así se haga de la manera más amistosa posible, siempre va a generar un efecto devastador para los hijos. Esto hace de El hijo una película incómoda y triste, pero necesaria.

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