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El guitarrista habla de su nuevo álbum solista y de por qué Floyd realmente ya ha terminado

El guitarrista habla de su nuevo álbum solista y de por qué Floyd realmente ya ha terminado

Por  ANDY GREENE

marzo 6, 2021

Fotografías de Sony Music

EXTRAÍDO DE RS148, SEPTIEMBRE 2015

Rattle That Lock, el LP de David Gilmour, es su primer trabajo solista desde On an Island –material estrenado en 2006–, pero no debía tardar tanto. “Quería regresar a trabajar más pronto”, explica el guitarrista de Pink Floyd. “Pero ciertas cosas me lo impidieron”. Gilmour seguramente se refiere a la muerte de Rick Wright, su colaborador principal y tecladista de Pink Floyd, la cual ocurrió en 2008; el arresto y encarcelamiento de su hijo Charlie en 2012 tras una protesta política y la decisión de Gilmour de transformar algunas de las grabaciones de Wright en The Endless River, el disco final de Pink Floyd estrenado el 2014.

Con todo ello atrás, Gilmour finalmente estaba listo para enfocarse en Rattle That Lock, en el que contó con la colaboración de Phil Manzanera, guitarrista de Roxy Music, en la producción. Es un álbum conceptual sencillo que sigue los pensamientos de un hombre a través de un día de su vida, mientras contempla todo, desde la guerra con drones, hasta la tristeza de la muerte y a los retos de criar a sus hijos.

Muchas de las letras fueron escritas por la letrista de cabecera y esposa de Gilmour, Polly Samson, y la música fluida y atmosférica será familiar para cualquiera que haya escuchado el catálogo de Pink Floyd posterior a la partida de Roger Waters. “A Boat Lies Waiting” es un tributo a Wright, el cual contó con la participación de David Crosby y Graham Nash en los coros. “Grabé el piano en esa canción en un minidisc hace 18 años”, recuerda Gilmour. “Puedes escuchar a mi hijo Gabriel balbuceando en ella cuando era bebé y ahora tiene 18. Polly pensó que el movimiento giratorio sugería el mar y el gran amor de Rick era navegar en su yate. Me recordó mucho a él”. 

Endless River logró que algunos fans de Pink Floyd mantuvieran viva la esperanza de que la banda tuviera algo de vida, pero Gilmour es rápido al acallar dichos pensamientos. “Esa parte de mi vida me dio mucha alegría, risas y satisfacción creativa”, apunta. “Tuvimos buen compañerismo el 95% del tiempo que estuvimos juntos. No podría querer el cinco por ciento que fue más agridulce para hacer mi visión menos disfrutable. Pero lo he hecho. Ir de nuevo a grandes estadios no me llena de alegría o anticipación. No creo que sea placentero, así que pienso que puedo despedirme tranquilamente de eso ahora”.

Escucha la edición de lujo de Rattle That Lock:

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